Labor Docente

Introducción.

La labor docente es, más que un simple oficio, toda un arte en la cual nosotros como responsables debemos ir moldeando a los estudiantes y preparándolos con conocimientos y habilidades que serán indispensables para que se desarrollen en el mundo real.

Cuando reflexionamos sobre nuestra labor en el aula podemos darnos cuenta que tenemos la difícil tarea de lidiar con un sin número de estudiantes y por lo tanto, con una infinidad de estilos de aprendizaje, dicho suceso nos obliga a mantenernos en continua actualización para lograr abatir cualquier problema que se presente.

En este trabajo se examinan dos principales vertientes, que hablan de una definición de escuela que se cree obsoleta y que se trabaja para derrocar las prácticas que esta conlleva, me refiero a la Escuela Tradicional y la Escuela Tradicionalista, conceptos que hasta el momento se confunden y se creen idénticos pero que sin embargo, refieren a dos prácticas totalmente distintas.

La Escuela Tradicionalista se basa en prácticas retrogradas que toman la educación como una práctica de memorización, orden, castigos y que su logro se ve reflejado en una calificación. De manera muy distinta la Escuela Tradicional se basa en prácticas que, aunque en ocasiones parecen retrogradas como las anteriores, tienen un respaldo de funcionalidad y no agreden a los derechos de los estudiantes con los que trabajamos.

De la misma manera, la educación es un proceso que pasa por cambios constantes y que fija cada vez nuevos horizontes, es decir, nuevas metas a lograr gracias a diversos métodos, técnicas y estrategias novedosas que van siendo resultado de diversas investigaciones y que aseguran una mejora en el proceso educativo.

Es importante saber qué tipo de docentes somos, es decir, a qué escuela pertenecemos, ya que teniendo dicha concepción será más fácil reconocer la eficacia o ineficiencia de nuestra labor y podremos darnos a la tarea de realizar los cambios necesarios según lo priorice el momento.

Desarrollo

Cuando hablamos de educación debemos llevar un orden de las labores que realizamos y de las acciones que tomamos. Para lograr una educación de calidad es necesario establecer estrategias que nos den pie a lograr los objetivos.

Comunicación

Una de las principales estrategias para lograr un cambio benéfico para la educación es la comunicación, en este apartado analizaremos las ventajas que logra una buena comunicación dentro y fuera del aula ya que este proceso no sólo consta de dos partes, el alumno y el docente, ya que esta comunicación se puede dar de buena manera dentro del aula, ya que durante medio día el estudiante nos observa, no como autoridad sino que como modelo y guía, y de la misma manera, como se dijo anteriormente nosotros somos los responsables de la formación del estudiante y por lo tanto le proporcionamos conocimientos y las bases para lograr ciertas habilidades, sin embargo queda una duda ¿qué pasa cuando nuestra labor termina y empieza la labor de casa?, muchas veces podremos quedarnos tranquilos y disfrutar de lo que nos queda del día, que ciertamente es nuestro derecho, pero al siguiente día, cuando llegamos a la escuela, nosotros llegamos a calificar tareas, dar clases, todo aquello que implica el trabajo sin siquiera saber qué sucedió con el estudiante, si tenía ganas de llegar a la escuela, si comprendió la tarea en casa, y si no la comprendió pues simplemente no la hizo y punto. Es por esto que es necesario agregar un elemento más al proceso de comunicación, dicho elemento son los padres de familia o tutores en dado caso.

Los padres, los educadores y los alumnos forman un triángulo cuyos vértices se necesitan mutuamente, de forma que no puede haber una educación que forme ciudadanos del mundo si no existe esta interacción permanente entre los protagonistas del proceso educativo. Todos aprenden y se forman recíprocamente.

Federico Mayor Zaragoza

La importancia de que la comunicación sea completa es indispensable ya que la formación del estudiante necesita ser permanente y no sólo en el aspecto cognoscitivo sino también en el moral, ético y social.

Nosotros como docentes debemos basarnos en tres enfoques principales que determinan el camino que llevamos por la educación, la guía que proporcionamos al alumno para llegar a un aprendizaje significativo.

Aprendizajes Significativos.

Este tipo de aprendizajes son indispensables para que los estudiantes logren utilizar la información obtenida en situaciones cotidianas. El alcanzar aprendizajes significativos es la meta de la educación ya que su función es preparar a los estudiantes para afrontar la vida real con una actitud positiva y siendo capaces de resolver problemas, conscientes de lo que se debe y no realizar.

Para lograr aprendizajes significativos es necesario conocer los aclamados 4 pilares de la educación gracias a los cuales podemos dar pie a una buena guía al estudiante, Aprender a Aprender, Aprender a Ser, Aprender a Hacer y Aprender a Vivir Juntos.

Según Delors en su obra “La Educación encierra un Tesoro”: cada uno de esos cuatro «pilares del conocimiento» debe recibir una atención equivalente

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