La Motivación
Yael1330 de Noviembre de 2013
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La Motivación
INTRODUCCIÓN:
Nuestro quehacer cotidiano transcurre en las instituciones escolares, como docentes de distintos niveles educativos, es en ese ámbito, además de nuestra familia, donde se desarrollan diariamente nuestras relaciones interpersonales, donde una y otra vez, nos preguntamos en qué fallamos, qué nos faltó, y otros tantos por qué. Con la falta de experiencia, propia de quienes egresan recientemente de una carrera terciaria, y, muchas veces, con la falta de preparación profesional en aspectos como el manejo de grupo o la motivación, muchas veces llegamos a sentirnos con algo de frustración. Aún así, esta es la carrera que elegimos, y por eso estamos aquí, actualizándonos, adquiriendo herramientas para mejorar nuestra labor, además del puntaje extra.
En mi caso, considero que el tema de la motivación y cómo influye en el aprendizaje, tiene una relevancia destacada, desde el hecho que predispone a las personas a actuar, a ponerse en acción, a transformar conductas de un modo radical, si sabemos cómo se originan las conductas, claro está. Lo más atrayente de este tema es que con tales conocimientos podemos lograr muchos avances conductuales: interpersonal, grupal, individual, etc. Y lo mejor de todo es que cooperando y comprometiéndonos, podríamos mejorar la conducta de muchas personas que actualmente se hayan disgregadas de la sociedad, bajo algún tipo de rotulamiento. Seguramente, muchos de ellos, porque no tuvieron la oportunidad de sentirse valorados, movidos por un interés personal, provocar el esfuerzo para conseguir sus metas. La personalidad también juega un rol importante en estas situaciones, aún así, hubo algo que les faltó: Motivación: El motor del aprendizaje.
Es por ello que elegí este tema como eje principal y vertebrador del trabajo final integrador, porque considero que desde la escolaridad primaria; y antes, se pueden llevar a cabo acciones que cambien el futuro de muchos niños, para que sueñen un mañana mejor.
DESARROLLO:
Es frecuente, en nuestro trabajo, oír comentarios sobre el bajo rendimiento de los niños, asociándolo al poco interés de los mismos por dicha materia o con la escuela en general, y desde este punto de vista es imposible no mencionar el nivel de motivación que actúa en tal caso. Así, se define la motivación como 1 “un estado de activación o excitación que impele a los individuos a actuar.” Desde este concepto, se afirma que para transformar la conducta es necesario saber el origen de la misma, y así tener la posibilidad de resolver los problemas con los que nos enfrentamos a diario, despertar el interés y provocar el esfuerzo.
Si bien es típico pensar que cuanta más motivación es mejor, podemos comprender que no es así, los psicólogos han descubierto que si una persona está poco o nada motivada, un aumento de motivación provocará un mejor rendimiento, pero la motivación tiene un límite, luego del cual, la motivación se torna excesiva empeorando el rendimiento. (Función de U invertida)
Para ahondar en las primeras teorías de la motivación, se hará referencia a la teoría del impulso, cuyas investigaciones fueron realizadas por teóricos E-R, según esta teoría 2 “los organismos responden de una manera particular para reducir un impulso, el cual se define como una situación desagradable de excitación”. En la pruebas, con animales hambrientos, utilizaban la comida como estímulo reforzador determinando de esta manera que 3 la reducción del impulso era lo que explicaba fundamentalmente la conducta.
Mientras las teorías cognitivas no estaban convencidas de esta explicación. En cambio sostenían que 4 “las necesidades psicológicas se originan cuando existe tensión o desequilibrio entre las metas de una persona y el medio ambiente”. De acuerdo con las teorías de Lewin, la conducta de una persona depende de lo que la persona espera que ocurra en una situación dada y del valor o importancia percibida del resultado esperado.
Si nos referimos a las teorías contemporáneas sobre la motivación, es valioso que
1, 2, 3: Margaret M. Clifford
4: Kurt Lewin.
tengamos en cuenta que una diferencia importante entre éstas y las actuales radica en la diferencia de alcance de ambas. En el siglo pasado se intentaban explicar la conducta total de las especies, mientras que en la actualidad se realizan investigaciones sobre aspectos más limitados de la conducta, desglosando lo concerniente a la conducta de un modo más específico. Los conductistas explican la motivación como estímulo- respuesta, mientras los cognitivos contemporáneos lo hacen desde la visión perceptiva, sobre las expectativas y valores de la persona. Y aquí es importante que enfoquemos la atención en lo que es definido como la jerarquía de las necesidades, como punto de relación, para ir complejizando y comprendiendo posteriores conceptos. A principios de los años treinta, se consideró la necesidad como una fuerza que podía 5 “activarse desde el interior, por medio de procesos viscerales internos, o desde el exterior, por el efecto de una situación inmediata sobre la persona.” Pero a pesar de los intentos, resultó difícil organizar la jerarquía de tales necesidades, ya que la lista era interminable.
Hasta que luego, se propone una teoría, según la cual 6“las personas tienen cinco necesidades jerarquizadas básicas, dispuestas en el orden que deben ser satisfechas.” De acuerdo a este orden, la categoría más elemental y fisiológica, es: la necesidad de alimento, agua, aire, etc. Luego le siguen las necesidades de seguridad o protección. A continuación la necesidad de amor, afecto o pertenencia. Luego de esta, la necesidad de estima, valía o autorrespeto. Y finalmente la necesidad de autorrealización. Esta última se define como la necesidad de realizarse, de perfeccionarse y utilizar plenamente sus habilidades y capacidades de acuerdo a las disposiciones de cada uno. Según esta teoría, se explica el cómo y el por qué de la conducta humana, ya que refleja cómo actuaría la persona de acuerdo a sus necesidades. Sin ir más lejos y tomando un ejemplo de la vida cotidiana, a menudo podemos corroborar cómo los niños con déficit de peso centran su atención o motivación en el logro de una ración de alimento en nuestras escuelas, eso se evidencia en el momento del desayuno o merienda. O cómo manifiestan su carencia de afecto con actitudes para llamar nuestra atención y dirigir su conducta a lograr un poco de cariño, a cambio de portarse bien.
5: Atkinson, 1.964.
6: Maslow, 1.968
Por eso, la teoría sostiene que una vez satisfechas las cuatro primeras necesidades, las personas son libres de satisfacer su necesidad de autorrealización: Las personas se muestran mucho más 7 “autosuficientes y autocontrolados. Los determinantes que les gobiernan ahora son fundamentalmente interiores, más que sociales o ambientales.”
Otro enfoque de la motivación humana la ofrecen Mc Clelland y Atkinson, quienes se referían a sólo una necesidad: la necesidad de logro, en base a esta teoría, se podía medir el éxito o el fracaso, o dicho de otro modo: la necesidad se evitar el fracaso. La teoría consta de dos elementos: necesidad de logro y miedo al fracaso. Se supone que la intensidad relativa de estos dos elementos es diferente en cada persona, de esta manera, son dos las denominaciones que reciben las mismas de acuerdo a la intensidad de los elementos: personas con alta necesidad de logro, son esas personas con tendencia a correr riesgos moderados, en los que también el riesgo al fracaso es moderado. En cambio, las personas con baja necesidad de logro elegirán tareas en las que el éxito sea lo más probable; o la posibilidad de fracaso lo sea tanto como ésta.
Se realizaron investigaciones acerca de la necesidad de logro, obtuviéndose como conclusión que el valor percibido influye de manera positiva cuando 8 “los estudiantes establecen una relación de importancia entre las calificaciones y las carreras a las que se dedicarían en el futuro.” Personalmente, y en este sentido, puedo establecer la relación sobre lo sostenido y la experiencia que tuve el año pasado cuando tenía a mi cargo un séptimo grado, y recuerdo que cuando vimos el tema de Ecuaciones, les dije a los niños: “El tema de las ecuaciones lo van a ver el próximo año, en la secundaria. Es lo primero de lo que les van a dar ejercicios y deben tener una buena base.” A partir de ese momento los niños se mostraron tan interesados y con tanta constancia, que todos aprobaron en ese contenido. Creo que el miedo al fracaso era notable, porque nadie quería quedarse sin apropiarse del contenido, y lo trabajamos con constancia y, hasta nos resultaba entretenido y en ellos afloraba el espíritu de competencia. Era, a la vez, algo confuso, pero gratificante. Se confirma lo dicho por la teoría. Al respecto me parecen interesantes las recomendaciones que McClelland dirige a los profesores para ayudar a los alumnos con baja necesidad de logro, y son los siguientes:
1-Controlar la dificultad de la tarea e incrementarla poco a poco, de acuerdo a cada uno.
7: Maslow, 1.955
8: Raynor, 1.970
2- Reducir el aspecto desagradable del fracaso, dando oportunidades de corregir errores. 3- Dar a los alumnos la oportunidad de elegir tareas con distintos niveles de dificultad. 4- Procurar no dar demasiada importancia al trabajo perfecto o a los exámenes sin ningún error. Igualmente sostiene
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