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La Orientacion En El Siglo XXI


Enviado por   •  30 de Septiembre de 2014  •  1.343 Palabras (6 Páginas)  •  252 Visitas

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La orientación en el siglo XXI

En la primera década de este siglo XXI, los términos calidad, equidad o eficacia constituyen un referente relevante, tanto para la reflexión teórica de las políticas educativas y sociales, como para la práctica de la propia acción socioeducativa y orientadora.

Es hora de detenernos a pensar sobre la realidad educativa y social que vivimos para constatar lo que está pasando y, en función de ello, replantearnos o redimensionar el rol de la orientación y el orientador/a en la sociedad actual

LA ORIENTACION A LO LARGO Y ANCHO DE LA VIDA

La finalidad de la educación y la orientación son coincidentes. Ambos procesos persiguen el desarrollo integral y personal del individuo a lo largo y ancho de la vida. Tanto la educación como la orientación son acciones con proyección de futuro y tienen en cuenta el desarrollo a lo largo del tiempo (del ciclo vital, a lo largo de la vida) pero también en los distintos escenarios o contextos donde proyectamos nuestro desarrollo profesional y de vida (a lo ancho de la vida), por eso hablamos de una educación y orientación a lo largo y ancho de la vida.

“Proyecto sobre el fortalecimiento de las políticas, sistemas y prácticas en materia de orientación permanente en Europa”

• La facilitación de orientación en el marco de los sistemas de educación y formación, especialmente en los centros escolares o a nivel escolar, tienen una función esencial que desempeñar para garantizar que las decisiones individuales relacionadas con la educación y la carrera.

• Una orientación eficaz desempeña una misión fundamental para fomentar la inclusión social, la equidad social, la igualdad entre los sexos y una ciudadanía activa fomentando y apoyando la participación de las personas en la educación y formación y su elección de carreras realistas y llenas de sentido.

• La orientación puede aportar un apoyo significativo a las personas en su transición entre niveles y sectores de los sistemas de educación y formación y de la escuela a la vida adulta y profesional

Defendemos la orientación como un proceso continuo y dinámico, porque se produce a lo largo de la vida y considera a la persona como un agente activo de su proceso, no como sujeto pasivo u objeto de la acción orientadora, sino como partícipe activo en su propio proceso de orientación, permitiéndole, facilitándole o ayudándole en la transformación o cambio de su contexto o realidad.

La preocupación actual se centra en asumir que la reflexión sobre estas exigencias es una pieza clave en la generación de adecuadas directrices institucionales y profesionales sobre la propia práctica orientadora.

EL ORIENTADOR COMO AGENTE DE CAMBIO

La realidad en la que se mueve el orientador es una realidad global, dinámica y heterogénea, por estar en continuo movimiento y transformación, a consecuencia de todos esos movimientos “multidimensionales” a los que ya hemos aludido.

El orientador en la sociedad del siglo XXI tiene que ser un “agente de cambio”, tanto en el contexto educativo como en cualquier escenario organizativo donde desarrolle su acción, porque el cambio ya no es una posibilidad, ni siquiera una necesidad, sino una realidad

El orientador, sea cual fuere el contexto donde desarrolle su acción, está siempre dentro de un contexto organizativo, y como tal tiene que favorecer, generar e incluso provocar el cambio.

Ser agente de cambio es ser facilitador, mediador y favorecedor de la orientación y educación a lo largo de vida. Un agente de cambio es aquel que es capaz de desarrollar en la organización, acciones, actitudes y procesos que permitan realizar mejoras proactivamente en los diversos aspectos internos y externos. Es el que mantiene la búsqueda permanente de la mejora y eficacia organizacional, sabe crear un clima favorable de cambio dentro de su equipo de trabajo y la organización de manera que las personas no sean solo actores, sino protagonistas y agentes colaboradores de él en el proceso de cambio. Para lograr sus objetivos el agente de cambio debe contar con la autoridad que le confiere la organización, sus habilidades y actitudes y un plan para implantar con éxito el proceso de cambio.

Los criterios generales que

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