ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Practica Docente: Rescate E Inovacion


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2014  •  749 Palabras (3 Páginas)  •  408 Visitas

Página 1 de 3

La práctica docente constituye uno de los aspectos más críticos en el contexto de las innovaciones educativas, sean éstas (o pretendan ser) incrementales o radicales. Puesto que en su práctica como tal, el docente tiende a sintetizar su formación profesional, su personalidad, sus teorías implícitas, valores y creencias acerca de su modelo de buena educación y de los sujetos e instituciones relacionados, su historia de vida, sus aspiraciones, logros y fracasos. En el desarrollo de su práctica, el docente proyecta e instaura, en función del reconocimiento y autoridad pedagógica que le confiere la institución educativa, una estructura compleja de relaciones sociales entre él, los sujetos que constituyen sus alumnos, sus colegas y autoridades del centro escolar. Este contexto concreto de la práctica docente determina cómo son percibidos elementos tales como las orientaciones tecnológicas y sus aplicaciones por profesores y alumnos en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Por ejemplo, se está generalizando actualmente una orientación hacia el trabajo colaborativo de los profesores, tanto entre ellos mismos, como en sus relaciones pedagógicas con los estudiantes. No obstante, este aspecto es quizás uno de los más difíciles de lograr al interior de las comunidades docentes. Pues los ambientes internos de diferencias personales o de competencia por los puestos políticos, de trabajo o mejores prestaciones laborales entre el gremio de profesores, limitan la participación centrada en la búsqueda de innovaciones académicas. Ante esta situación, los promotores de la innovación deben estar vigilantes para prevenir que tales espacios, que pretenden ser ambientes colaborativos, se conviertan en escenarios para dirimir conflictos de naturaleza distinta.

Por otra parte, La dirección de la innovación no debería ir por el rumbo del consumo compulsivo de tecnología, sino tomar como punto de equilibrio la relación educativa de los sujetos que intervienen en tales procesos. Este enfoque se traslada de los procesos estructurados de enseñanza del docente, a los procesos desestructurados del aprendizaje por parte del alumno. Ello no significa la eliminación per se del docente, sino una reestructuración de su papel tradicional de transmisor, coordinador, director o árbitro del proceso educativo, por el de un mediador o facilitador de los procesos de construcción de aprendizajes significativos entre los alumnos. Desde esta perspectiva, se vuelve pertinente la aplicación de innovaciones tecnológicas como Internet, videoconferencias interactivas, comunicaciones inalámbricas, materiales multimedia, entre otros, que ayuden a desarrollar y enriquecer tales procesos de aprendizaje.

Reitero, la innovación educativa no puede reducirse solamente a saturar de equipos tecnológicos los espacios escolares. Sin embargo, existe una moda generalizada en grandes capas sociales y en bastantes instituciones educativas que comparten la falsa presunción de que ya somos “innovadores” por el solo hecho de que adquirimos “tecnología de punta”. La innovación del aprendizaje no viene dada entonces desde las infraestructuras tecnológicas, sean “viejas” o “nuevas”, sino desde los cambios estructurales en la relación y formación que asumen docentes y alumnos como actores esenciales del proceso educativo.

En este contexto, la tecnología sólo puede adquirir el carácter de innovadora si de antemano ese es el sentido planteado en la relación educativa a la cual se aplica de manera racional e intencionadamente. Si entendemos que la tecnología en todos los tiempos y espacios sociales ha actuado siempre como una prolongación de la personalidad de los sujetos, así como del autoconcepto de tecnología desarrollado por cada individuo en su historia de vida , es lógico pensar que los docentes no escapan a este fenómeno. Por ejemplo, si un profesor no se distingue precisamente por ser muy comunicativo con sus alumnos y destaca más la noción de orden y disciplina en el aula como condición para impartir a su gusto la enseñanza, o si es un “dictador” de apuntes de la clase (los cuales guarda celosamente para repetirlos en cada ciclo escolar), es poco probable que, aún contando con Internet para usar el correo electrónico o alojar páginas Web de su curso, sea capaz de compartir opiniones y materiales de estudio que antes no haya dispuesto selectivamente en clase. Quizás llegue a usar ocasionalmente Internet para los aspectos más formales (e impersonales) de su práctica docente (como establecer citatorios, tareas, reconvenir a alumnos “indisciplinados”, etcétera), con la consiguiente reducción de posibilidades de interacción que potencialmente tendría disponible al utilizar este tipo de tecnologías.

Al contrario, si la intención es efectivamente lograr ambientes de aprendizaje más cooperativos entre docentes y estudiantes, sugiero que es posible ubicar la aportación tecnológica para las innovaciones de la práctica docente en dos grandes ámbitos: los procesos formativos y los objetos materiales que coadyuvan en la labor educativa. En la siguiente

...

Descargar como  txt (5.1 Kb)  
Leer 2 páginas más »
txt