La Sordera Del Hombre Ante Los Gritos De Ayuda Que Pide La Naturaleza

Los seres humanos, al igual que muchas otras especies, habitan en la tierra desde hace miles de años, coexistiendo con muchos otros organismos vivos y adaptándose a los cambios de temporada, de ciclo, de eras y hasta cambio en los tiempos ya sea en materia de modo de vida, de división política y muchas otras cosas más. Esto no significa que ese tipo de coexistencia sea del tipo armónica y respetuosa, por el contrario, pareciera que el humano en general se preocupa más por hacer crecer más la industria que la vida misma. El hombre ha ocasionado un incremento terrible en los problemas que acontecen al planeta Tierra; ha generado un crecimiento de las tasas de extinción de especies, de enfermedades ocasionadas por artefactos que él mismo fabricó, muertes de niños, jóvenes y adultos a manos de su propia raza, y todo esto de forma exponencial y de manera acelerada.

Y por si fuera poco, al hombre se le olvidó el buen trato para con sus semejantes, el respeto por las personas, por lo ajeno y por la vida misma. Ya no tanto ir a ayudar a gente con necesidades, apoyar al prójimo, sino que una simple visita a la familia, a la naturaleza, ya no es tan común. Ya casi nadie se toma el tiempo para un “gracias”, “por favor”. Esto es precisamente lo que ha generado un deterioro increíble en el desarrollo sustentable, que abarca no solamente desde la preservación del ambiente, de los recursos y la naturaleza, sino también de los valores, la educación y muchas otras cosas intangibles con las que contamos los seres humanos, que no por eso significan que sean menos importantes.

En base a lo anterior descrito, se planea desarrollar una explicación sobre algunas de las consecuencias más comunes del deterioro en la educación del Desarrollo Sustentable, así como también ejemplificar algunos términos concernientes a dicho tópico con la actualidad que nos rodea.

Actualmente nos encontramos inmersos en una realidad virtual, ficticia, cambiamos el contacto físico con otras personas, por la comunicación informática. Ya no hablamos de frente los unos con los otros, sino que nos enviamos mensajes de texto en los celulares, en las redes sociales, etc. Se cambiaron las reuniones en los parques al aire libre por las salas de chat en la red, los trompos, canicas y demás por los videojuegos encerrados en sus cuartos. Imagínense si los árboles dieran señal de internet WIFI, plantaríamos tantos árboles que tal vez y salváramos la Tierra. Qué lástima que sólo producen el oxígeno que respiramos.

Las personas cada vez más jóvenes tienen problemas visuales, auditivos y hasta de obesidad y diabetes, todo esto por el cambio tan drástico en la forma de vida que se lleva. El hombre no fue hecho para ser sedentario, nuestro cuerpo completo fue diseñado para estar en constante movimiento. Además nos la pasamos destruyendo las áreas naturales para crear nuevas industrias, más áreas urbanas, más autopistas, ciudades y demás. Y en dicha transición estamos explotando todos los recursos naturales renovables y no renovables, incluidos los hidrocarburos como el petróleo, “el oro negro”, que es el actual detonante de las economías a nivel mundial, está siendo extraído a gran escala junto con el gas, ya sea en tierra, agua y hasta en los polos y el ártico.

Existe un proceso para la extracción de gas y petróleo llamado “Fracking” o “fracturación hidráulica”, que consiste en la inyección de grandes cantidades de agua mezcladas con químicos, minerales y un taladro que pareciera ser una de las ideas más tontas del mundo. Gastamos millones de litros de agua que nos funcionan para consumo en casa, agrícola u otras cosas extrayendo hidrocarburos que al final de cuentas al momento de utilizarse va a haber doble contaminación, la del agua utilizada y la de la combustión de los hidrocarburos para la generación de energía principalmente, misma que puede ser obtenida de otras fuentes ecológicas como la eólica, solar, hidráulica, etc. Pero no por nada el petróleo es el negocio más grande del mundo.

“La tierra no es del hombre, el hombre es de la Tierra”. Estamos inmersos en un ambiente en el que nos vemos bombardeados por la creciente necesidad impuesta por las grandes compañías locales y mundiales. Cada vez queremos comprar el más nuevo celular, la ropa más nueva y a la moda, gadgets electrónicos que tal vez sólo utilizamos el día que los compramos y los volvemos a ver hasta que los van a tirar porque estorban en la casa o porque los van a regalar, en fin, un sinnúmero de situaciones de este tipo. No estamos respetando la dimensión de la sustentabilidad

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