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La Television Critica


Enviado por   •  29 de Agosto de 2011  •  2.855 Palabras (12 Páginas)  •  547 Visitas

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La televisión critica

En nuestra tesis de investigación, con aspiraciones a presentarse en diciembre de 2007, abordaremos la irrupción de la crítica en las cuatro emisiones del primer ciclo del programa “Algo habrán hecho”.

Algo habrán hecho por la historia argentina, producto de la productora Cuatro Cabezas, estuvo al aire por Canal 13, los lunes 14, 21 y 28 de noviembre y 5 de diciembre de 2005 a partir de las 22. Los conductores del programa son Mario Pergolini (titular de la productora y conductor del programa televisivo Caiga Quien Caiga) y Felipe Pigna (Historiador y autor de los libros en los que se basa el contenido del ciclo a analizar, Los mitos de la historia argentina I y II).

Para la realización de dicho trabajo contaremos con conceptos claves como: qué es la crítica, a qué consideramos texto, qué entendemos por programa televisivo, por análisis de discurso, y por instituciones socializadoras y hegemonía.

Autores como Roland Barthes, Giovanni Sartori, Susana Cella, Gustavo Martínez Pandiani, Eliseo Verón y otros, serán citados para desarrollar el marco conceptual en el que se inscribe nuestro trabajo.

La pregunta que guiará el proyecto de investigación es cómo “Algo habrán hecho” critica el discurso de los manuales educativos sobre la historia y la identidad nacional. Para poder contestar este interrogante, tendremos que enmarcar el trabajo en el área de “Comunicación, lenguajes y tecnologías”, ya que uno de los objetos de estudio que comprende dicha área es la lectura y la crítica a un producto, en este caso, televisivo.

El profesor de la cátedra de Comunicación y Cultura, Gastón Cingolani, junto al titular de la cátedra de Análisis y Crítica de Medios, Carlos Vallina, serán quienes nos dirigirán el trabajo de investigación.

La era de la imagen

“Hoy la televisión ocupa la parte más importante del ocio o entretenimiento social. Con su inigualable capacidad de difusión, ha propiciado la ruptura de toda barrera espacio temporal de la comunicación y ha extendido el radio de conocimiento y comprensión de la realidad”. [1]

Dentro del entramado social conviven en pugna diferentes discursos. El relato oficial es dominante; sin embargo, existen otros discursos que desmienten y alteran esa suerte de versión única, que se inscriben en la sociedad a través de los medios de comunicación, en particular a través de la televisión. “La palabra está destronada por la imagen. Todo acaba siendo visualizado”. [2]

“La televisión es explosiva porque destrona los llamados líderes intermedios de opinión. Con la televisión, la autoridad es la visión en sí misma, es la autoridad de la imagen. Lo esencial es que el ojo cree en lo que ve; y, por tanto, la autoridad cognitiva en la que más se cree es lo que se ve. Lo que se ve parece real, lo que implica que parece verdadero. La televisión se exhibe como portavoz de una opinión pública que en realidad es el eco de regreso de la propia voz”. [3]

Al interior de ese relato que parece único, comienzan a hacerse visibles figuras que no cuestionan el conjunto de ese relato sino que están creando alternativas diferentes. No son alternativas globales, sino formas parciales de elementos de resistencia.

“Investida de la autoridad que ya no tienen la Iglesia, los partidos políticos, ni la propia Escuela, la tevé hace sonar una especia de voz de la verdad que todo el mundo puede comprender rápidamente”. [4]

En este contexto, se observa una pérdida de la función dominante que poseía el discurso estatal, a través de la institución escolar, en cuanto a la construcción de la historia y la identidad nacional. No una desaparición de dicho relato, sino una merma de su hegemonía.

“Nuestros niños ven la televisión durante horas y horas, antes de aprender a leer y escribir. La televisión es la primera escuela del niño (la escuela divertida que precede a la escuela aburrida); y el niño es un animal simbólico que recibe su impronta educacional en imágenes de un mundo centrado en el hecho de ver”. [5]

Así aparece un fenómeno llamativo de nuestro tiempo: la asunción de funciones de una institución por parte de otra. “Resulta evidente que, en la actualidad, un número creciente de ciudadanos recurre a los medios de comunicación social para encontrar soluciones a problemas que las instituciones estatales no logran resolver. Esos espacios que van quedando desocupados por las debilidades de quienes conforman las instituciones gubernamentales son ocupados por otros sectores sociales”. [6]

La ciudadanía insiste en pedir que los medios de comunicación establezcan una suerte de “fuerza mística autónoma para cubrir las carencias de las instituciones públicas y privadas”. [7]

Al mismo tiempo, se deja entrever que los medios de comunicación efectúan una crítica a algunos discursos instaurados en el entramado social.

“Entendiendo a la crítica como producción de conocimiento y a su ejercicio en los medios masivos como un espacio en donde se ponen en práctica las condiciones reales de producción del comunicador; pensando al crítico como un actor fundamental de los medios, en el compromiso de su práctica para con la realidad”. [8]

En lo que nos respecta, el objetivo de Algo habrán hecho era reparar en aquellos sucesos que han quedado fuera de los museos y los manuales escolares, a través de recreaciones de los escenarios en los que tuvieron lugar los hechos más importantes de la historia nacional, desde las Invasiones Inglesas (1806) hasta la Batalla de Caseros que pone fin a la era de Juan Manuel de Rosas (1852).

El programa transita entre el género documental y la ficción, entre el drama y la ironía. Intenta saber cómo fue la historia y qué hemos hecho los argentinos con ella. La pregunta que hila las cuatro emisiones es “¿cómo hemos llegado a ser como somos?”. No pretende ver el pasado con la lente del presente sino hacer foco en la continuidad existente entre uno y otro tiempo.

El hecho de que se cuente “La otra historia”, es decir, otra versión a la oficial, no significa que esta sea la contra-historia ni que se aleje de lo que ocurrió en aquellos tiempos en que el país era sólo una idea y una posibilidad.

Pergolini y Pigna contaron en estos primeros cuatro tomos del libro visual la historia de los participantes directos y no tanto que fundaron las bases de la Argentina que hoy conocemos.

De esta manera, entendemos por programa televisivo a un texto (paquete de materia significante [9]), que se define por la forma en que entra en conflicto con textos anteriores y posteriores. No se puede analizar un texto, lo mínimo son dos.

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