La Violencia En Los Videojuegos

Hoy en día los medios de comunicación están comerciando sus productos con la población infantil y juvenil, vendiéndoles productos que atraen su atención, pero que poseen un contenido altamente agresivo y obsceno, tales como son los famosos videojuegos Grand Thef Auto, Mortal Kombat, Quake, Doom etc. Esto se está convirtiendo en un gran riesgo para el bien de los jóvenes para su salud física y mental. Según la Academia Americana de Pediatría al exponerse a la violencia de los videojuegos causa en los adolescentes un comportamiento más agresivo. La violencia en los videojuegos va dañando el bien psíquico, físico y social.

Muchas investigaciones demuestran que como jugador al ser el que realice las acciones violentas dentro del videojuego origina que lo quieran aplicar a la vida real. Además de fomentar violencia, también tienden a discriminar tanto raza y sexo. Ejemplo: en los juegos las mujeres solo sirven para tener sexo, o sea las muestran como prostitutas.

Unas de las consecuencias de exponerse a la violencia de los videojuegos es la aparición de un mayor ritmo cardíaco y de una mayor intensidad en la actividad sensorial, ambos asociados a modos de comportamiento dominantes. Los aferrados jugadores dejan de ser sensibles a las agresiones y a la violencia.

Un estudio de adolescentes encuentra que los videojuegos violentos remueven el centro de respuestas emocionales del cerebro, al mismo tiempo que reducen la actividad en regiones relacionadas con el autocontrol.

Investigadores de la Universidad de Toledo (EEUU) llegaron a la conclusión que la violencia de los videojuegos afecta más a los niños que la violencia de las películas debido a la interacción directa con estos, o sea que depende del jugador las acciones realizadas en el videojuego.

En un estudio se juntaron a 44 jóvenes al azar, a unos los pusieron a jugar durante 30 minutos un videojuego no violento y a otros uno con contenido violento. Se encontró que en comparación con niños que no estaban usando videojuegos violentos, los niños que sí los jugaban tenían una mayor activación en la amígdala, un área del cerebro íntimamente relacionada con la activación emocional. Al mismo tiempo, sus cerebros mostraron una menor activación en las áreas prefrontales del cerebro que tienen que ver con la inhibición, la concentración y el autocontrol.

Según un estudio realizado en marzo de 2005 por la Fundación Familiar Kaiser, los videojuegos tienen ya tanta carta de naturaleza en el hogar como la televisión. Por otra parte cada vez hay más videoconsolas en las habitaciones, donde la vigilancia es menor:

• El 83% de los jóvenes posee una videoconsola en casa, y el 65% de ellos tienen dos o más

• Aproximadamente la mitad de los jóvenes estudiados tienen una videoconsola en su habitación.

• El 55% tiene una mini-videoconsola portátil (gameboys).

• Sólo un poco más del 20% de los jóvenes reconocían que sus padres vigilaban el uso de los videojuegos.

El 26 de Julio del 2000, en la Cumbre de Salud Pública que se celebró en el Congreso de EEUU, seis asociaciones médicas punteras previnieron contra los siguientes males que la violencia en los Medios produce en los niños:

• Mayor presencia de comportamientos díscolos y agresivos.

• Acostumbramiento a la violencia, menos consideración por los demás.

• Sentimientos de temor hacia un mundo que se percibe como violento.

• Alto grado de aceptación de la violencia, que suscita un deseo de exponerse más a ella tanto en los videojuegos como en la vida real.

• Se admite la violencia como medio para resolver conflictos.

Los videojuegos además de provocar comportamientos violentos, están provocando una adicción, ya que se ha comprobado que al jugar un videojuego violento el cerebro libera una sustancia llamada Dopamina, que es como un narcótico que produce placer, sensación semejante a la que produce una inyección de anfetaminas.

Una de las tragedias que más atemoriza a la sociedad en la actualidad son los nuevos grupos de asesinos adolescentes. Estos casos de adolescentes que provocan matanzas han desconcertado al mundo y han llevado a muchos a preguntarse por las causas de tales acciones. No se sabe a ciencia cierta cuál es la causa, y está claro que no se puede culpar de estos atentados exclusivamente

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