La desigualdad, un asunto público en sí mismo para Colombia.

Natalia Suárez, 201114612  – Tarea Especial, Gestión de lo público 

La desigualdad, un asunto público en sí mismo.

Colombia aún hoy en día es un país centralizado, el crecimiento económico se concentra en pocas ciudades a nivel nacional, entre estas Bogotá, Barranquilla, Cali, Bucaramanga, Ibagué y Medellín. Para profundizar y entender la manera como la desigualdad se distribuye en nuestro país sirven las teorías de centro y periferia, desarrolladas por diversos autores durante el siglo XX (Prebisch, Furtado, etc.), que explican modelos de organización en los cuales la industria, las inversiones y actividades productivas de mayor dinaminismo  económico se concentran sobre un sector de una ciudad, país o en general de un territorio. Esta teoría se evidencia en Colombia, entre tantos otros escenarios, con el fenómeno de desplazamiento. De acuerdo con cifras de 2015, el país ocupa el 2do puesto a nivel mundial en cifras históricas (Revista Semana, 2015).

No es sorpresa que el conflicto armado sea una de las causas principales detrás de estos números. Como en muchos otros casos, la desigualdad del país se ha agravado con la violencia que ya tiene una edad de 52 años. Las personas al verse forzadas a dejar sus poblados, llegan a la ciudad a habitar la periferia, que por lo general, ofrece una calidad de vida menor y menos costosa gracias a la informalidad y poca atención que recibe la zona. Por ejemplo en Bogotá, para el año 2014, 220 mil personas, en su gran mayoría provenientes del Pacífico (mayor porcentaje de Tumaco y Buenaventura) (La Silla Vacía, 2014). Gracias a este tipo de tendencias, el crecimiento de la ciudad se ha dado de manera acelerada, desordenada y dispersa, y cuenta hoy con un volumen aproximado de 8’000.000 de habitantes (SDP, 2016). Entonces, producto del orden centralizado, las personas que habitan en la periferia del país deben desplazarse a ciudades centrales, grandes, en donde nuevamente forman parte otra periferia. ¿Cómo es posible abordar tal desigualdad? ¿cuáles son las raíces del problema? ¿es posible pensar un país (nuestro país) sin desigualdad?. La configuración que tiene Colombia, además del conflicto, obedece a capturas (Boehm, 2005) tanto del Estado como de particulares influyentes, a la debilidad en la ejecución de leyes (Garay, 2002) y a la falta de interés por parte de la misma ciudadanía. [pic 1][pic 2]

Por ejemplo en el Pacífico colombiano, el caso de los territorios de propiedad colectiva que se han reconocido a comunidades negras, comunidades que son minoría en el país (Vélez, 2014), el Estado además de los títulos de propiedad, no esta presente para brindar seguridad a los habitantes. Es por esto, que grupos armados al margen de la ley se han ubicado en estos territorios, para instalar campamentos, algunos dedicados a la minería ilegal extractiva y otros a cultivos ilegales (El País, 2014). La inseguridad y la ausencia representa la debilidad y la ineficiencia en garantía de la protección de los derechos fundamentales por parte del Estado; las capturas se reflejan en los saqueos de recursos que originalmente están destinados a la inversión de la región (Revista Semana, 2014); y el desinterés de la ciudadanía se refleja en la indiferencia y duración del abandono del Pacífico.

Desde lo anterior es necesario preguntarse, cuál sería una solución eficiente que pueda abordar este y otras problemáticas que afronta el país. Vale la pena preguntarse si existe o no esa solución. Será entonces, de acuerdo a las aproximaciones hechas por Hopwood (2005)^[1] sobre posturas de las personas, necesario que: a). esperar a que eventualemente las cosas cambien, b). implementar transformaciones a través de reformas o c). hacer que desde la conciencia las personas transformen su actitud y se vuelva a levantar un nuevo sistema. Por supuesto si se opta por la primera opción, los cambios no serán significativos; si se opta por la segunda la tendencia es que la ejecución de reformas por parte del Estado sea ineficiente, mientras que la tercera propone cambios radicales aunque poco posibles. ¿Si existe tal solución?.

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