La educación inclusiva y el rol docente

La educación inclusiva y el rol docente

La educación inclusiva es un tema que ha cobrado relevancia e interés en el ámbito educativo; muchos investigadores han escrito acerca de su definición, características, sus barreras y facilitadores; sin embargo, pocos son los que colocan el énfasis en las buenas prácticas y el rol que el docente cumple para que estas se materialicen.

La educación inclusiva es un asunto que tiene que ver con la equidad del sistema educativo, se refiere a todo el alumnado y requiere transformaciones con una perspectiva ecológica y sistémica, como subraya la Declaración de Incheon (UNESCO, 2016).

Un sistema educativo de calidad es aquel que pone el foco también en aquellos alumnos o grupos que pueden resultar marginados o que son vulnerables, de forma que puedan desarrollar su potencial.

Para Stainback y Stainback (2004) en la escuela evaluación tiene diferentes funciones y momentos, en mí práctica docente ha sido funcional

a lo largo del ciclo escolar desde que se lleva a cabo la planeación didáctica, pues es importante distinguir

los diferentes momentos y los tipos de avaluación, a sí mismo se ve reflejada en las actividades

cotidianas del día a día dentro del aula, considero que es una manera de ajustar progresivamente la ayuda

pedagógica con base a las características y necesidades del alumno, además es sustancial para el proceso

del aprendizaje y su retroalimentación, de igual forma para ver los logros, avances, debilidades, así como

sus fortalezas para poder alcanzar los aprendizajes esperados acorde a su edad. La inclusiva “todos los alumnos están en aulas ordinarias durante todo el tiempo, en consecuencia, todo el personal y todos los recursos pueden dedicarse a la educación en general” (p.25).

Hoy en día se habla de las aulas inclusivas y es importante mencionar que, para eso, el docente tiene que ser inclusivo, pero no solo de palabra, sino con acciones que involucren a sus educandos con el respeto, la sensibilización, la empatía, el aprendizaje y la enseñanza colaborativa promoviendo un trabajo global e integrado.

En mi experiencia laborando en distintas escuelas desde educación inicial hasta nivel primaria, puedo decir que, ninguna de ellas tienes las adecuaciones para atender a personas en situación de discapacidad, partiendo principalmente de la estructura de dichos establecimientos hasta la formación y preparación de las docentes para tratarlos.

Solamente en el CENDI militar donde realicé mi servicio social, la escuela si contaba con las estructuras correspondientes y materiales para los alumnos con alguna discapacidad pudieran recibir la educación adecuada, aparte, cada niño que lo necesitaba contaba con su propia maestra sombra para ser apoyado de la manera más precisa y adecuada, así mismo, cuentan con especialistas para apoyar, canalizar y atender las necesidades de cada alumno.

En lo personal, he tenido casos de alumnos con síndrome Dawn, Aspeger, Autismo y aunque primero tengo miedo por no saber tratarlos o no cubrir realmente sus necesidades, he optado

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