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La enfermedad de Von Gierke

katherine817Tesis15 de Septiembre de 2014

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Enfermedad de Von Gierke

Enfermedad de Von Gierke

Molécula de glucógeno simplificada.

Clasificación y recursos externos

CIE-10

E74.0

CIE-9

271.0

OMIM

232200

DiseasesDB

5284

MedlinePlus

000338

eMedicine

ped/2416

Sinónimos

Glucogenosis tipo I

Enfermedad de Von Gierke

Glucogenosis hepatorrenal

Deficiencia de Glucosa-6-Fosfatasa

Glycogen storage disease type I

Aviso médico

La enfermedad de Von Gierke o glucogenosis tipo I (GSD-I) es una enfermedad metabólica poco frecuente, hereditaria autosómica recesiva, provocada por un acumulación anormal de glucógeno. La deficiencia de la glucosa-6-fosfatasa (G-6-fosfatasa), que es la enzima que interviene en el último paso en la producción de glucosa a partir de las reservas de glucógenohepático y de la gluconeogénesis, causa una grave hipoglucemia. Fue diagnosticada por primera vez en 1928 por Simon Van Creveld y estudiada histológicamente por Edgar Von Gierke en 1929.1

Epidemiología[editar]

Se estima que la incidencia es del orden de 1/100.000 nacimientos y se transmite de forma autosómica recesiva.1 La herencia de enfermedades genéticas se describe tanto por el tipo de cromosoma en que se encuentra el gen anormal, como por el hecho de que el mismo gen sea dominante o recesivo. Si es dominante, el gen anormal de uno de los padres es suficiente para provocar la enfermedad y, si es recesivo, es necesario que ambos genes sean anormales para que se produzca la enfermedad. Por tanto, la GSD-I está presente tanto en hombres como en mujeres y es necesario que ambos padres transmitan el gen mutado para que ésta se manifieste. Estadísticamente, si ambos padres son portadores del gen mutado, cada uno de sus hijos tiene el 25 % de probabilidad de heredar la enfermedad, el 25 % de ellos de ser sanos y el 50 % de ser portadores.2

Mortalidad

Las principales causas de muerte son convulsiones hipoglucémicas y/o acidosis grave. En la GSD-Ib, las infecciones pueden ser la causa más probable de muerte. Es posible por otra parte, que se produzca hipoglucemia profunda sin síntomas clínicos. En la actualidad, este fenómeno se explica mediante la elevación de la concentración de cuerpos cetónicos en la sangre, que sustituye a la glucosa como fuente de energía para el cerebro. La mortalidad, frecuente en otras épocas, se ha tornado ahora en rara si el control metabólico es el adecuado.

Etiología

En esta forma de glucogenosis, el principal defecto es que el paciente tiene una deficiencia en el enzima glucosa 6-fosfatasa y no puede convertir el glucógeno en glucosa libre (sustancia de la que el organismo obtiene la energía). El principal problema son los bajos niveles de azúcar en la sangre. Algunos pacientes, por ejemplo: niños; tienen serias hipoglicemias. La enzima es escasa en el hígado, riñones e intestino delgado, donde funciona y abunda normalmente. El problema metabólico está centrado en el hígado.

El hígado normalmente almacena glucosa como glucógeno (usualmente hasta 5 g de glucógeno cada 100 g de tejido hepático). Normalmente, cuando el azúcar en sangre disminuye, este glucógeno se convierte en glucosa libre conservando el nivel de azúcar normal en sangre (glicemia).

Como los pacientes con GSD-I pueden almacenar glucosa como glucógeno pero no pueden liberarlo normalmente, con el tiempo se acumulan grandes cantidades de glucógeno en el hígado. Ciertas hormonas, particularmente el glucagón, se incrementan en el cuerpo intentando hacer crecer el nivel de azúcar en la sangre pero eso resulta imposible. También se incrementa considerablemente el ácido láctico (intenta romper el glucógeno en glucosa) y las grasas en la sangre. Las grasas están movilizadas y se almacenan en el hígado con el glucógeno, esto conduce a agrandar el hígado (hepatomegalia). Por lo demás, el hígado funciona con normalidad. Los depósitos de grasa pueden ocurrir en elcorazón—enfermedad de Pompe—y en los músculos esqueléticos—enfermedad de McArdle.3

Clasificación

Dentro de la GSD-I se han identificado en un principio dos subtipos, el GSD-Ia y el GSD-Ib. El tipo Ia se debe a una deficiencia de actividad de G-6-fosfatasa hepática y renal. Por otra parte, se han descrito una serie de pacientes con características clínicas relativamente indistinguibles de las GSD-I, pero con niveles normales de actividad hepática de G-6-fosfatasa. Se ha demostrado una deficiencia del transporte de la glucosa-6-fosfato en pacientes clasificados como GSD-Ib o pseudotipo I. Más tarde, se han descrito otros dos tipos más raros (Ic y Id) que presentan algún déficit suplementario.

Las diferencias entre el tipo Ia y el Ib no son significativas, con la particularidad de que los afectados por el tipo Ib presentan infecciones bacterianas recurrentes (en vías respiratorias altas e intestino) y neutropenia (niveles anormalmente bajos de neutrófilos, un tipo de células blancas de la sangre). También pueden desarrollar pancreatitis crónica einflamación crónica del intestino.

La enfermedad de Von Gierke o glucogenosis tipo I, puede incluirse en cualquiera de las siguientes categorías:

• Glucogenosis.

• Errores innatos del metabolismo.

• Enfermedades de depósito de glucógeno.

• Enfermedades genéticas.

• Enfermedades raras.

Síntomas[editar]

La enfermedad puede manifestarse en los primeros meses de vida, o bien, en los casos menos graves, hacia finales del primer año. Los recién nacidos pueden presentar hepatomegalia, insuficiencia respiratoria, cetoacidosis y convulsiones hipoglucémicas.

En la niñez

• Hipoglucemia: niveles de azúcar en la sangre muy bajos.

• No respuesta a la prueba de glucagón o adrenalina: Se incrementa el ácido láctico en sangre en lugar de los niveles de azúcar.

• Hepatomegalia: agrandamiento del hígado.

• Aspecto de “muñeca”: mejillas hinchadas, extremidades y tórax delgados y un vientre protuberante.

• Intolerancia al ayuno, necesidad de alimentaciones frecuentes.

• Niveles altos de ácido láctico, colesterol y grasas en sangre (principalmente triglicéridos).

• Retraso en el crecimiento lineal y del desarrollo motor.

• Sangrados frecuentes y xantomas (moratones) por deficiencias plaquetarias.

• Neutropenia e incremento en el riesgo de infección y úlceras en la boca o los intestinos por el mal funcionamiento de los leucocitos (en el tipo Ib).

En la pubertad[editar]

• Retraso de la pubertad y desarrollo insuficiente.

• Nivel elevado de ácido úrico que puede provocar episodios de gota.

• Adenomas hepáticos. Si no se tratan pueden derivar en malignos.

• Cálculos renales o insuficiencia renal.

• Osteoporosis, consecuencia de un equilibrio de calcio negativo.

• Proteinuria y microalbuminuria.

Diagnóstico

Las técnicas utilizadas para el diagnóstico prenatal de otros trastornos, como la amniocentesis y el estudio de vellosidades coriales, no sirven para detectar el déficit de la enzima Glucosa-6-fosfatasa (causa de la glucogenosis tipo I).

La hipoglucemia en ayunas con hepatomegalia, hiperlipidemia, acidosis láctica y una respuesta disminuida de la glucemia a la adrenalina y al glucagón, sugieren fuertemente el diagnóstico. La perfusión intravenosa de galactosa aumenta más el nivel de lactato en sangre que el de glucosa. El diagnóstico incluirá siempre estudios de la sangre, radiografías(hígado y riñones) y pruebas de ultrasonido de hígado.

En la actualidad se han localizado varias mutaciones genéticas que originan esta enfermedad (heterogeneidad genética), lo cual ha favorecido el estudio pre y postnatal sin tener que recurrir a técnicas invasivas como la biopsia hepática para el diagnóstico enzimático. Brody y colaboradores en 1995 identificaron el gen de la G-6-Fosfatasa en el cromosoma 17q21.

Ante la imposibilidad de realizar un estudio genético, el diagnóstico definitivo se lleva a cabo mediante la determinación de los niveles de la enzima G-6-Fosfatasa y la presencia de depósitos de glucógeno en el hígado.

Tratamiento

Tipo Ia y Ib[editar]

El objetivo del tratamiento consiste en reducir al mínimo la acidemia orgánica y conservar los niveles de glucemia por encima de los 70 mg/dl, evitando con ello la hipoglucemia secundaria a una ingesta insuficiente de glucosa.

En el caso de producirse convulsiones hipoglucémicas, será necesario no solo recuperar los niveles normales de azúcar en sangre, sino también, recuperar el equilibrio metabólico mediante la administración de aminoácidos por vía intravenosa.

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