Lectura: El Arte En La Educación

Lectura: El arte en la educación

Objetivos

Con esta lectura comprenderás muchos aspectos fundamentales relacionados con los errores educativos que se han cometido en la enseñanza de nuestra asignatura. Por otro lado, entenderás de una forma muy general lo que es la expresión plástica para nuestros alumnos, cómo puede contribuir a su desarrollo como personas y, por lo tanto, a la construcción de la sociedad. Además, verás por qué la mayoría de nosotros pensamos que no sabemos dibujar.

“La enseñanza formal es tremendamente importante (…) ya que nuestros hijos (…) están obligados por la ley y los requisitos laborales a pasar 10, 12, 16 o incluso 20 años en ámbitos escolares. Es una sentencia rigurosa sólo por haber nacido niño o niña (…). Hay alienación cuando los clientes no pueden escapar, como sucede en las escuelas y prisiones”

Lowenfield y Brittain, 2008.

He querido comenzar mi reflexión crítica sobre el capítulo del libro con esta cita porque me ha parecido muy impactante. En ella, los autores comparan los años de escolarización con una “sentencia” que todos los niños han de cumplir hasta convertirse en personas adultas supuestamente preparadas para su inserción en el mundo laboral.

A pesar del paso de los años y la creación de leyes educativas en las que se regulan nuevas metodologías de la educación plástica y visual, a día de hoy siguen quedando muchos profesores que fueron educados en la época de los trabajos manuales y el dibujo copiado que continúan enseñando tal y como se hacía en la vieja escuela. Dentro de este contexto nos encontramos con el problema de que la educación artística no debe ir acompañada de métodos de evaluación basados en la memorización ni procedimientos consistentes en copiar modelos, ya que así no se fomenta en absoluto la creatividad, la expresividad, la capacidad de abstracción o innovación de nuestros alumnos, que es de lo que se trata en realidad con esta asignatura.

Por todo ello, la escuela, y en concreto el aula de artes plásticas, no debe ser un lugar donde se impongan reglas, se penalicen los errores de no utilizar el color adecuado o de salirse de la línea al colorear. Como profesores de educación artística debemos fomentar la imaginación, la expresividad, el descubrimiento, la creatividad, eliminar el miedo a equivocarse y sobre todo a no producir interferencias que resulten en la pérdida de confianza del alumno con respecto a sus habilidades artísticas, porque sino, a la larga, crearemos generaciones de alumnos que se convencen de que no tienen ningún talento artístico debido a que no fueron educados en su desarrollo, como es mi caso, por ejemplo. Como reflexión a ello, añado la siguiente cita:

"Todos los niños nacen

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