Lectura: El valor del arte en la educación infantil

Lectura: El valor del arte en la educación infantil

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ALUMNA: SANDRA DE LA VARA

PROFESOR: ALBERTO TORRES

DIBUJO INFANTIL

UNIR

Tras haber realizado la lectura del artículo de «Los educadores y el reto permanente del arte», de Carmen Alcaide, me gustaría comenzar mi reflexión haciendo énfasis al concepto de que es la expresión artística y el arte, ya que basándome en mi experiencia en el mundo educativo, me he llegado a encontrar con familias que creen que el arte y la expresión debe quedar en segundo plano ya sea por falta de información y creencias, para muchas familias el arte es visto como un talento, donde obtienes resultados o no vales, y no es visto como una forma de sensibilizarse con el entorno, una forma de conocer y de relacionarse con la vida. El trabajo de los docentes/maestros/as no sólo debe incluir esfuerzos en las áreas de educación tradicionales sino también en otros campos, como el artístico, en los que los niños puedan desarrollar sus capacidades expresivas. Durante su proceso, los niños/as van haciéndose una representación mental del mundo que les rodea o lo van idealizando de forma simbólica, construyendo y encontrando en ellos su propio canal de expresión, que más tarde les ayudará a "comportarse" por la sociedad y por el entorno.

Como decía la autora Tita Maya:  El arte, con ayuda de la imaginación creadora es el medio más propicio para preparar a los niños en la conquista de su futuro, ya que los dota de iniciativas, recursos y confianza para enfrentar y resolver problemas más allá de la información (2007: 14).

A continuación expondré una serie de capacidades que trabajaremos con los peques a través de la expresión artística y que les servirán para su formación integral:

• Desarrollo social: Se favorece de esta manera el desarrollo moral del que nos habla Piaget. La paradoja que Piaget trata de resolver es cómo se desarrolla la moralidad autónoma individual en contraposición con la moral impuesta por el mundo de los adultos. La moral de la cooperación y de la autonomía supone el cambio de una moralidad absoluta y egocéntrica a una moral basada en una concepción relativa, en la que el niño es capaz de situarse en la perspectiva de los otros. La autonomía surge cuando el niño descubre la importancia de las relaciones de simpatía y respeto mutuos. La reciprocidad y la cooperación entre los iguales es el factor determinante de la autonomía moral. Los aspectos sociales y, más en concreto, las relaciones con los iguales, son los elementos imprescindibles para progresar en la autonomía moral.

• Desarrollo físico: los músculos más pequeños, la coordinación mano-ojo, la lateralidad y el sentido del ritmo se desarrollan gracias a las diversas formas de expresión artística. Las actividades artísticas, favorecen y estimulan el desarrollo de la psicomotricidad fina y gruesa.
• Desarrollo del lenguaje: el arte es una forma de expresión que no se basa en la habilidad verbal, sin embargo, el lenguaje y el vocabulario infantil experimentan un enorme desarrollo a medida que los niños hablan de sus trabajos. Además, el dibujo contribuye al desarrollo de la escritura en los más pequeños.
• Desarrollo socioemocional: El arte beneficia también el desarrollo socioemocional del niño al propiciar la aceptación de sí mismo con sus posibilidades y límites. Esta aceptación va íntimamente ligada al concepto que tenga de sí, el cual determinará su comportamiento presente y futuro: el niño se conducirá de acuerdo con quien cree que es. Desgraciadamente, muchos padres les reflejan a sus hijos una imagen negativa de su persona y, en este sentido, el arte juega el papel de un reparador para esta imagen deteriorada, manifestándose así una de sus grandes cualidades que es la terapéutica.
• Desarrollo sensorial: Mediante la experiencia artística se cultivan y desarrollan también los sentidos del niño, promoviéndose así el desarrollo perceptivo. El espacio, las formas, los colores, las texturas, los sonidos, las sensaciones kinestésicas y las experiencias visuales incluyen toda una variedad de estímulos para la expresión. Los niños que rara vez se sienten influidos por las propias experiencias perceptivas, demuestran poca habilidad para observar y poca agudeza para apreciar diferencias entre los objetos.

Por último, el arte favorece enormemente el desarrollo creador del niño, motivándolo a la flexibilidad, la fluidez, la originalidad, la independencia, la crítica y la autocrítica. Al crear se ponen en juego habilidades de análisis, de selección, de asociación y de síntesis, así como las experiencias y conocimientos del niño. Es importante mencionar que la educación artística, con todos los beneficios que aporta al desarrollo del niño en sus diferentes aspectos y en especial al desarrollo de la creatividad, se encuentra en estrecha coincidencia con los objetivos que plantea Piaget para la educación: El principal objetivo de la educación es crear hombres que sean capaces de hacer cosas nuevas, no solamente de repetir lo que han hecho otras generaciones; hombres que sean creativos, inventivos y descubridores. El segundo objetivo de la educación es formar mentes que puedan criticar, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrezca.

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