Los números Favorecen A Las Minorías

ESCUELAS RURALES DURANTE EL PORFIRIATO

La pobreza como principal problema de nuestro país ha tenido un fuerte impacto en la educación, pienso que un periodo fundamental donde se tomaron decisiones importantes en materia educativa fue el porfiriato, ya que durante esta etapa sólo algunos niños disfrutaban de ese privilegio, dependía de la posición económica de sus padres, había dos clases de escuelas públicas: las rurales y las urbanas, donde asistían los niños de acuerdo a su contexto social.

Hablare más de cómo fue la incorporación de las escuelas rurales a las rancherías y haciendas, en aquel momento los políticos, autoridades gubernamentales, pedagogos así como maestros buscaban instruir a casi todo el pueblo analfabeta, impulsaron las estrategias necesarias para lograr este cometido. Durante el primer congreso de instrucción se determinó que se debían establecer escuelas en haciendas, rancherías y agrupaciones de poblaciones las cuales no fueran cabeceras municipales, a estas se les denomino “Escuelas Rurales”.

Durante esta época se expandieron las escuelas por todo el territorio tanto en las zonas urbanas como en el campo, y lugares cuya población era de más de 500 habitantes se establecerían dos escuelas rurales una de niños y otra para niñas, en aquellas que tuvieran alrededor de 200 personas se pondría solo una escuela para todos los alumnos, los salones estarían divididos por filas según su sexo, así mismo tenían patios y servicios separados pues no debían convivir entre ellos. En comunidades más pequeñas acudirían maestros ambulantes, la indicación de las autoridades era que se educara a los más necesitados.

La aspiración de los padres era mandar a sus hijos a las escuelas por lo menos uno o dos años donde les enseñaran a leer, escribir y contar; dentro de los salones estaban los alumnos de seis a doce años los cuales compartían el mismo texto. Pienso que este era un factor determinante Por el cual los alumnos no asistieran a la escuela y le dieran prioridad al trabajo en el campo. Era más importante trabajar para alimentarse y no asistir a la escuela a instruirse. Esta idea fue reforzada por Trinidad Sánchez (1995) quien pensaba ‘Había que mejorar la condición del indio antes que mandarlo a la escuela’ (p.80).

A mi juicio no le servía de nada al indígena saber leer y escribir si no dejaba de hacer sus labores cotidianas, es decir, mientras no dejara de ser un sirviente sin embargo Justo Sierra (1995) pensaba ‘La educación por sí misma sería suficiente para integrar al indio a la sociedad y mitigar las desigualdades sociales” (p.81).

En el periodo del Porfiriato hubo una distinción del desarrollo educativo entre los estados del país, por un lado se encontraba el norte progresista, el sur atrasado y el centro, un mundo de transición entre una y otra región. Los estados del norte como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo

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