MEJORA DE LA PRACTICA DOCENTE

PLAN DE MEJORA DE LA PRACTICA DOCENTE

PLAN DE MEJORA DE LA PRACTICA DOCENTE

Definitivamente hablar de Educación actualmente en nuestro país representa un gran reto para mí. México está viviendo un cambio que era necesario y que de llevarse de forma exitosa, dará a la niñez mexicana nuevas armas para superarse y promover el progreso tan anhelado por generaciones enteras.

Al hablar de este gran cambio me refiero a la Reforma Educativa, donde el desarrollo integral del alumno será el centro del proceso educativo, en donde el maestro pase a ser un miembro más del proceso de enseñanza-aprendizaje, dentro del cual su función será guiar, orientar y facilitar las herramientas de aprendizaje de los alumnos y en donde la planeación educativa ya no se basará en el desarrollo de un contenido temático, sino en el desarrollo de competencias para la vida.

Es aquí donde encuentro el primer aspecto que el estudio de las fuentes de currículum puede ayudarme a mejorar mi práctica educativa. Antes de planear mis clases es necesario que revise el currículum, para analizar e identificar sus objetivos desde la perspectiva: ¿qué enseñar? ¿por qué y para qué? ¿cuándo enseñar? y ¿cómo enseñar? Aspectos que deben convertirse en la base del proyecto escolar emprendido por mí.

Sin embargo todo lo teóricamente estudiado dista mucho de la realidad educativa, lo que enfrenta al maestro al gran problema, ¿cómo trasladar lo teóricamente planteado a la realidad inmediata? Es ahí donde considero debe entrar la sensibilidad del maestro y su amplio conocimiento sobre los diferentes estilos de aprendizaje, tema que ahora me motiva a diseñar y desarrollar clases en donde la diversidad de métodos, estrategias y recurso sea mi principal fortaleza, ya que anteriormente consideraba que mi estilo natural de aprendizaje “cuidadoso y procedimental” según Ned Herrmann, era el más correcto para que mis alumnos aprendieran, pero ahora reconozco que es un error y que debo promover en mis alumnos su estilo natural de aprendizaje ya sea racional, cuidadoso, experimental o emotivo.

Considerar estos cuatro estilos naturales de aprendizaje de mis alumnos mejorará mi práctica educativa ya que podré ofrecerles verdaderas situaciones y herramientas de aprendizaje que cubran sus necesidades, expectativas y que los motiven a seguir aprendiendo.

Por último el otro aspecto de mi práctica que podré mejorar es el de estimular la memoria de mis alumnos, pues ahora entiendo que nuestro cerebro realiza infinidad de procesos antes de incorporar un dato más a nuestra memoria y que son diferentes circunstancias las que determinan que un aprendizaje ya sea conceptual, procedimental o actitudinal, según César Coll, quede conservado indefinidamente en nuestro cerebro para ser evocado y utilizado cada vez que se requiera.

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