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MODELO PRODUCTIVO DE LA CLASE OBRERA

ORERRAM096 de Octubre de 2014

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“El modelo productivo y el papel de la clase obrera en la revolución bolivariana”

Coordinación General del I Congreso CBST-CCP – Agosto 2014 / Pág. 1

EL MODELO PRODUCTIVO Y EL PAPEL DE LA CLASE OBRERA

EN LA REVOLUCIÒN BOLIVARIANA

Acerca de la tarea histórica

Las deliberaciones, debates y conclusiones de este I Congreso de la Central Bolivariana

Socialista de Trabajadores de la Ciudad, el Campo y la Pesca (CBST-CCP) en el ámbito

económico deben partir inexcusablemente de una pregunta que en apariencia cuenta

con una respuesta continuamente repetida. El papel de la clase obrera en el marco de la

Revolución Bolivariana es inobjetablemente la construcción del socialismo, partiendo

como es lógico suponer de una profunda y radical transformación del modelo económico

socialista.

Nuestro comandante supremo Hugo Chávez Frías, ratifico con su proverbial claridad e

inigualable pedagogía política esa tarea para la clase, en su estremecedora alocución del

8 de diciembre del 2012 ante su pueblo. En ella reitero que se había puesto al frente de

la larga lucha por la liberación nacional y la había culminado exitosamente, por tanto

nos entregaba una patria; libre, soberana e independiente, nos tocaba ahora conquistar

el socialismo con la participación de la clase obrera en posiciones de vanguardia y en ese

preciso contexto se inclino por el camarada Nicolás Maduro Moros como el continuador

del proceso revolucionario.

La situación actual demanda un serio esfuerzo por elevar la conciencia revolucionaria y

socialista de la clase obrera y del pueblo en general. La lógica del capital en nuestro caso

es particular en tanto se trata de un capitalismo tardío, atrasado, fundamentado en la

realización internacional de la renta petrolera y su posterior redistribución, los lazos de

dependencia son aún muy sólidos, lo cual intensifica la contradicción con el imperio y

hace mayor su asedio al proceso revolucionario que se adelanta en nuestra patria. Esto

agudiza y problematiza la transición hacia el socialismo, no sólo en lo económico, sino

también en lo político, pues, arrecian los enfrentamientos con la contrarevolución

interna y externa, así como en lo ideológico la fuerte disputa por la hegemonía cultural

con los aparatos mediáticos, religiosos y educativos del status quo.

Hoy es una demanda cada vez más creciente la necesidad de una dirección colectiva de

la revolución, pues, durante todos estos años la dirección recayó en la figura del

comandante invicto quien fue absolutamente consecuente en su compromiso con la

clase obrera venezolana, reivindicando su protagonismo en el proceso productivo y

formulando permanentemente políticas dirigidas a mejorar sus condiciones

socioeconómicas. El comandante Chávez a propósito de una nueva jornada de los

trabajadores y trabajadoras en el marco de las celebraciones para el 1° de mayo

reflexionaba de la manera siguiente “… En ese proceso de darle forma concreta al

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socialismo, de construirlo como se construye un edificio (…), hay muchos factores que

deben jugar su papel, pero quisiera insistir en esto, (…), la clase obrera es imprescindible

en la construcción del socialismo. Es imprescindible.” (1)

Sin embargo, la participación real de la “vanguardia sindical” de la clase obrera en el

proceso de construcción de la Revolución Bolivariana en Venezuela, ha estado marcada

por una decidida actuación de defensa a la revolución en los momentos más cruciales de

su devenir y por una desgastante y recurrente lucha por reivindicaciones de carácter

economicista. Es oportuno señalar que la clase obrera ha limitado su lucha y debilitado

su misión histórica al apelar solo a los sindicatos como instrumentos contra las formas

económicas fundadas en la explotación del trabajo humano. Conscientes estamos pues,

que la construcción del socialismo debe hacerse desde el movimiento de los

trabajadores, más que desde el movimiento sindical. La clase obrera debe generar sus

propias formas de organización y participar de la vida del partido para cumplir un

conjunto de tareas que forman parte de su misión histórica en la transición que

adelantamos.

Debe el movimiento de los trabajadores asumir la formación como praxis

revolucionaria, participando en la articulación de los campos de acción y lucha de todos

los oprimidos, reconstruir el Bloque histórico-Social para la nueva hegemonía y hacer el

control obrero de la gestión productiva tanto en la industria, como en los campos y en

las instituciones públicas. La clase obrera está obligada históricamente a crearlo todo de

nuevo, tiene que hacerlo todo de manera original, debe rebasar al Estado Burgués, es su

destino “… engendrar de su seno instituciones de tipo nuevo en el campo obrero…” tal

como lo sentenciara Antonio Gramsci por allá en 1920 en su periódico L’ Ordine Nuovo,

debe en consecuencia superar sus estrechos márgenes y mostrarse como clase

revolucionaria al fundar su propio Estado.

Ante lo arriba expresado, es oportuno recordar a Trotsky cuando apuntaba que “Los

sindicatos en la época actual no pueden ser simplemente los órganos de la democracia,

como lo fueron en la época del capitalismo de la libre empresa y no pueden, además,

seguir siendo por más tiempo políticamente neutrales. Es decir, no se pueden limitar a

servir las necesidades cotidianas de la clase obrera, no pueden seguir siendo

anarquistas. Es decir, no pueden seguir ignorando la influencia decisiva del Estado en la

vida de los pueblos y las clases. No pueden seguir siendo reformistas, ya que las

condiciones objetivas no dejan ningún lugar para cualquier reforma seria, duradera. El

papel de los sindicatos en nuestro tiempo es, pues, o el de servir como instrumento

secundario del capitalismo imperialista para la subordinación y el disciplinamiento de

los obreros y para obstruir la revolución, o, por el contrario, el sindicato puede

convertirse en el instrumento del movimiento revolucionario del proletariado.” (2)

Descomunal tarea esta para una clase obrera que recién está saliendo de un prolongado

período de penumbra política, atraso teórico, pragmatismo reivindicativista y

desorientación ética. Por tanto, es preciso un conocimiento profundo de nuestro país, de

sus realidades y asimetrías, es prioritario seguir descubriendo su historia tal como

siempre no los demandó el comandante Chávez, es urgente caracterizar con absoluta

(1) Chávez Frías, Hugo Rafael; Discurso pronunciado con motivo del Día del Trabajador. 2008.

(2) León, Trotsky; Los sindicatos en la época del imperialismo.1940

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rigurosidad científica la etapa actual de desarrollo de la revolución que transitamos. Es

esto imprescindible para poder estar en capacidad, responsablemente, de elaborar y

proponer orientaciones que desde nuestra perspectiva como clase, obrera será de

utilidad en el rumbo actual de la política nacional.

Acerca de la crisis general del capitalismo

La profunda crisis general del capitalismo, crisis cíclica de sobreproducción y estructural

de acumulación que en el caso de los Estados Unidos ya prefigura como una severa

recesión económica. Crisis que pretende ser resuelta a costa de la clase trabajadora,

incluyendo ahora a la de sus propias naciones, a través de una dudosa ingeniería

financiera y una rapaz guerra contra los pueblos que luchan por su liberación. Las

aventuras guerreristas en Irak, Afganistán, Libia y más reciente en Siria son elocuentes

al respecto, la contradicción imperio-nación se halla en el centro de los acontecimientos

y representa la primera fase de una escalada dirigida a detener el avance de los pueblos

que luchan por su soberanía y autodeterminación. Esta situación de guerras no se halla

exenta de contradicciones, evidentes choques entre la Alianza Atlántica liderizada por

los EE.UU. y la Federación Rusa en torno a las áreas de influencia en Asia Central, el caso

de Ucrania es paradigmático al respecto, la batalla económica con China cuyos

epicentros son Pacífico, el Sureste Asiático y América Latina, así como la pugna por el

acceso al petróleo barato que se escenifica en África, Medio Oriente, Este de Europa y

América Latina son elementos de una misma ecuación internacional por la imposición

de su visión unipolar, hegemónica, imperial. Solamente en lo que respecta a Venezuela

indica una fuente que… “Las inversiones chinas en ese país acumulan 40 mil millones de

dólares desde 2007. PDVSA exporta 430 mil barriles diarios de petróleo a China, pero las

estatales chinas CNPC y Sinepec planean multiplicar por diez su bombeo de crudo en el

país hasta

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