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Macroeconomia


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2013  •  3.819 Palabras (16 Páginas)  •  281 Visitas

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Política fiscal en Nicaragua

Hoy día que los pocos medios de comunicación que aún investigan, discuten e informan y le quedan a Nicaragua, es interesante opinar para hacer oír otras voces, que no sean las enlatadas que no dicen nada y que tampoco quieren decir algo. Me refiero al tema público de la política fiscal, que algunos llaman política tributaria.

Se dicen muchas cosas sobre la política fiscal en Nicaragua, algunos se rasgan las vestiduras afirmando inconsistentemente que defienden a los pobres y la ciudadanía; dicen que desean que todos ganemos; que todos vivamos felices, contentos con los impuestos y con la entrega de nuestro dinero al Estado nicaragüense. Desafortunadamente la conversación teatral sobre la política fiscal está concentrada entre el Cosep y el MHCP. Es decir, entre los empresarios grandes y el Gobierno central. Pareciera que solamente ellos existen, que no existimos otras personas, otros sectores sociales, otros contribuyentes en Nicaragua. Solamente ellos mueven el país, son ellos los únicos nicaragüenses. Y, el Fondo Monetario Internacional (FMI) exige a Nicaragua que busque dinero para que pague deuda externa.

En Nicaragua lo que necesitamos la ciudadanía en general es un cambio total en la política fiscal. La política fiscal debe ser progresiva. La política fiscal debe eliminar su base política de ser regresiva. Cuando esto suceda sabremos que estamos viviendo en un Estado justo, equitativo, revolucionario, y dispuesto al camino del progreso, del bienestar y la paz en la comunidad nicaragüense. ¿Por qué? Por una simple razón, cuando la política fiscal sea progresiva, en este país los que ganan menos pagarán menos, y los que ganan más pagarán más. Es decir, totalmente contrario a lo que sucede ahora en Nicaragua. Los ricos no pagan impuestos y los pobres sí pagan.

La reforma fiscal o reforma tributaria es solamente un parche. La reforma es una muestra que la administración pública no quiere chocar con los diferentes sectores sociales y humanos nicaragüenses. Y, además, desea quedar bien con aquel sector influyente que más cabildeo hace, y que más demanda realiza, y que más habla y manifiesta su posición y exigencia. Debemos recordar que somos mucho más los sectores sociales y humanos en Nicaragua. Este país no solamente tiene empresarios y gobierno, hay otros sectores productivos, comerciales, industriales, desempleados, migrantes, receptores de remesas, religiosos, servidores públicos, académicos, políticos, y todos consumidores.

En el Estado nicaragüense en su conjunto debemos recordar que el capitalismo produce pobreza, pero al mismo tiempo necesita compradores, de lo contrario la economía no se activa, no crece. Por lo tanto, el desempleo no daña solamente al que no tiene trabajo, sino a todo el sistema económico en una sociedad. Los más ricos del país, junto al Gobierno, deben preocuparse porque haya empleo, mayor producción, alta productividad en Nicaragua, para que haya riqueza, desarrollo, y más, muchos más consumidores, de lo contrario su sistema económico se verá disminuido y en franco retroceso. Empresarios y Gobierno, no se preocupen por hacer regalías, dádivas, acciones caritativas o filantrópicas. Preocúpense porque hayan en Nicaragua ciudadanas y ciudadanos con capacidad de compra y de pago, eso será rentable a sus negocios y a la administración pública.

La política monetaria en Nicaragua

Más de lo mismo, es la cotidiana frase cuando me refiero al manejo de la variables monetarias y cambiarias del país, lo cual significa “esterilización” de dinero o retiro de córdobas en circulación con el progresivo endeudamiento del Banco Central con la excesiva colocación de Letras Estandarizadas -las mal llamadas operaciones de mercado abierto-, para aumentar las reservas internacionales oficiales más allá de la condicionalidad establecida con el Fondo Monetario Internacional (FMI que es de 2.2 veces la base monetaria, o sea 2.2 veces la suma del saldo de la emisión de dinero y del saldo del depósito de encaje legal en moneda nacional -cabe mencionar que la tasa de encaje legal es de 16.25% del saldo de los depósitos en córdobas en el sistema financiero nacional, pero la tasa de encaje efectiva observada al 31 de diciembre de 2009 fue de 30.2% por la excesiva liquidez resultante del frenazo crediticio con crecientes tasas de interés activas en el mercado financiero local-.

El año pasado ingresaron tardíamente los préstamos multilaterales de divisas líquidas de libre disponibilidad, US$38 millones del FMI y US$40.5 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -quedó pendiente la entrega de este tipo de préstamo por parte del BID- debido al incumplimiento de las reformas estructurales, por lo cual el FMI limitó a la implementación de una reforma tributaria a partir de 1 de enero de este año, así como un aumento de un punto porcentual, de 5% a 6%, en la tasa de cotización de los empleadores al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, con el fin de incrementar el superávit de ese organismo en C$300 millones (equivalentes a US$15 millones) en este año.

Debido al ingreso tardío de dichos préstamos, además de la suspensión de las donaciones de divisas líquidas de libre disponibilidad para apoyo presupuestario -sólo la Unión Europea donó US$15 millones a la educación pública-, nuestros servidores del Banco Central de Nicaragua endeudaron a los nicaragüenses mediante colocaciones netas de Letras Estandarizadas y Títulos Especiales de Inversión por un monto de C$1,619 millones, equivalentes a US$78 millones, con tasas de interés dolarizadas a un año plazo que disminuyeron desde 10.4% en enero a 4.0% en diciembre del año pasado, y que facilitaron en 2009 el aumento US$268 millones en el saldo de las reservas internacionales brutas, excluyendo el fondo contingente de US$164.4 millones que entregó el FMI de acuerdo con la resolución del Grupo de los 20 en su Cumbre de Londres de abril de 2009.

Como decía el fraile Luca Bartolomé Pacioli, que realizó grandes aportes a la contabilidad, “No hay almuerzo gratis, siempre hay un debe y un haber”, ya que el “éxito” del incremento de las reservas internacionales en 2012 tiene el costo de un mayor endeudamiento a los nicaragüenses y cuyos intereses tendremos que pagar con nuestros impuestos, y para ello el Banco Central está solicitando el pago de esas pérdidas en su propuesta de ley orgánica que pronto discutirá la Asamblea Nacional. No se requiere pensar mucho acerca de qué hacer con tantas reservas, que exceden la condicionalidad macroeconómica

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