Marketing Personal

La actividad de la comercialización o del intercambio, es una de las actividades más antiguas e iniciales del ser humano. Con el transcurrir de los años esta relación de intercambio se ha vuelto cada vez más compleja. El márketing, como lo conocemos hoy, comenzó en la década de 1970 con el nacimiento de la "orientación al marketing". Durante la primera etapa del capitalismo, la empresa tenía una orientación a la producción. La empresa se preocupaba de asuntos relativos a la producción, la fabricación, y la eficacia. A mediados de la década de 1950, emergió una segunda etapa, la etapa de la orientación a las ventas. La primera preocupación de la empresa se convirtió en vender lo que producía.

A principios de la década de 1970, emergió una tercera etapa, la de orientación al marketing cuando las empresas se dieron cuenta de que los deseos y necesidades del consumidor conducían todo el proceso. La investigación de mercados llegó entonces a ser importante. Los negocios se dieron cuenta que era inútil invertir un gran esfuerzo en la producción y venta de productos que la gente no deseaba. Algunos especialistas dicen que ahora estamos al borde de una cuarta etapa, la de orientación al marketing personal. Creen que hoy en día existe la tecnología disponible para comercializar productos sobre una base individual. Sienten que no es necesario pensar más en términos agregados como segmentos de mercado o mercados objetivos

El marketing personal, se ha ido forjando en relación al desarrollo de la personalidad de cada individuo. Todo esto ha conllevado a un giro rotundo sobre la precepción de la persona con su entorno profesional y personal. No solo hay que tener las habilidades, y los talentos que se requieren para el trabajo que hacemos, sino hay que tener una imagen y una reputación que responda a eso y que esté bien inscrita en los contactos y relaciones que se tienen. Todos dependemos de los demás y de la opinión de los otros. La marca personal refleja una estrategia basada en talento, reputación en contactos y primordialmente basada en valores. Para tener una marca personal que perdure en el tiempo debemos tener unos valores que nos soporten.

Como seres humanos, debemos ser capaces de conocernos, de lo contrario no podremos transmitir o potenciar nuestras cualidades, que es el fin del marketing personal. Luego, es importante tener una información rigurosa de cómo nos ven los demás y de cómo queremos que nos vean. Es por ello que la importancia del marketing personal radica en cómo nos percibe el entorno y cómo podemos mostrar lo mejor de cada uno de nosotros, pero para esto se necesita conocer una serie de principios y técnicas.

En nuestra vida diaria, así como en nuestra vida profesional o académica, hemos visto la necesidad de sobresalir y que se reconozca lo que hacemos. Si pensamos en la manera de conseguir un empleo, vemos por importante resaltar que cada aptitud nuestra se haga atractiva ante un posible empleador. O para cuando se quiera iniciar un negocio, la imagen que mostremos de nosotros mismo marque la diferencia.

Queremos que las personas adopten una perspectiva distinta sobre lo que sus cualidades pueden hacer si se empieza a practicar un marketing personal que haga su vida sostenible. Así mismo, buscamos que esto sea parte del día a día, en el que siendo conscientes de su potencial, puedan lograr sus objetivos de manera adecuada.

Buscamos también mostrarles las técnicas necesarias para aplicar el marketing personal y, de igual modo, brindarles la información oportuna de esta importante rama del marketing.

Es importante entonces el conocimiento del marketing personal para mejorar nuestro papel profesional.

El marketing personal desarrolla las habilidades necesarias para explotar las cualidades de cada persona.

Podemos plantear entonces que, el marketing personal es un factor importante para el éxito profesional. Por ello, consideramos que en un mundo tan exigente como en el que vivimos, y donde el valor de nuestras habilidades y aptitudes juegan un papel determinante para nuestro desarrollo, debemos centrar toda nuestra atención a oportunidades como las del marketing personal, que nos proporciona herramientas de crecimiento y éxito en cuanto objetivo queramos proponernos.

Todos hacemos marketing personal, muchas veces sin saberlo, ya que todas nuestras acciones influyen en la imagen y concepto que tiene la gente (nuestros clientes) de nosotros, es decir, generamos el posicionamiento de nuestra propia marca, con la forma en que somos percibidos por los demás.

La diferencia está, en que así como hay marcas buenas y marcas malas, también hay personas buenas y de las otras. Entonces, el marketing personal depende de las acciones y comportamientos que tenemos en nuestra vida diaria que son aprobados o no por el entorno y eso ayuda o dificulta lograr el éxito profesional.

Así como se debe conocer un producto para poder venderlo, las personas deben conocerse a sí mismas para venderse como ‘producto’, y mostrarlo a los demás presentando su mejor cara. Pero aquí no se trata de mentir, sino de resaltar nuestros puntos fuertes justo en los procesos de selección de personal, que por lo general enfrentamos al momento de buscar un empleo.

“Se trata de vivir ética, correcta y respetuosamente, para así merecer el respeto y la confianza de quienes nos rodean. De eso depende el que nos refieran, recomienden, contraten, promocionen o compren nuestros servicios y productos.” (Temple, 2013).

Ahora, según los especialistas en marketing personal, la imagen se crea a partir de cómo vestimos, hablamos, miramos, caminamos, escribimos, gesticulamos y actuamos. Todo esto se debe combinar de forma coherente. Y es que un empleador sabrá identificar las incoherencias, por ejemplo, cuando una persona intenta vender una imagen seria y responsable, pero llega tarde a la entrevista de selección de personal. Este error, en definitiva, sólo demostrará

...