Materia Organica
wuisambient5 de Febrero de 2014
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Materia orgánica
La materia orgánica de los suelos es el producto de la descomposición química de las excreciones de animales y microorganismos, de residuos de plantas o de la degradación de cualquiera de ellos tras su muerte. En general, la materia orgánica se clasifica en compuestos húmicos y no húmicos. En los segundos persiste todavía la composición química e incluso la estructura física de los tejidos animales o vegetales originales. Los organismos del suelo descomponen este tipo de sustancias orgánicas dejando solamente residuos difícilmente atacables, como algunos aceites, grasas, ceras y ligninas procedentes de las plantas superiores de origen. El resto son transformados por parte de los microorganismos, reteniendo una parte como componentes propios (polisacáridos , por ejemplo). El producto de tal transformación es una mezcla compleja de sustancias coloidales y amorfas de color negro o marrón oscuro denominado genéricamente humus (Brady, 1984). El humus constituye aproximadamente entre el 65 y el 75 % de la materia orgánica de los suelos minerales. Los suelos minerales son los de un contenido de materia orgánica menor del 20 %, ocupando el 95 % de la superficie terrestre mundial. Los suelos con un mayor contenido en materia orgánica se denominan suelos orgánicos. El contenido medio aproximado de materia orgánica en los suelos de labor oscila entre el 1 y el 6 %.
La consecuencia radiométrica de mayor interés debido al contenido en materia orgánica es la pérdida de reflectancia del suelo en el espectro visible, que se manifiesta en un oscurecimiento característico de este tipo de suelos. Así, por ejemplo, los suelos desarrollados en condiciones de pradera semiárida suelen presentar altos contenido en materia orgánica, razón por la cual ofrecen una pigmentación muy oscura. En regiones templadas y húmedas la pigmentación es menos acusada y muy poco aparente en los suelos de las regiones tropicales y subtropicales (Brady, 1984).
Dicen aquellos que se encargan de analizar las propiedades y características de la materia que la de tipo orgánico se forma a partir de residuos de procedencia animal o vegetal. Se trata de sustancias que suelen distribuirse por el suelo y que ayudan a su fertilidad. De hecho, para que un suelo sea apto para la producción agropecuaria, debe contar con un buen nivel de materia orgánica; de lo contrario, las plantas no podrían crecer.
Diversos microorganismos son los encargados de descomponer la materia orgánica bruta y de convertirla en humus. Un suelo con presencia de humus no pierde nutrientes, posee una elevada capacidad de retención de agua y contribuye a mejorar las condiciones biológicas, químicas y físicas.
Resulta interesante mencionar que la materia orgánica es uno de los componentes más abundantes de los residuos domiciliarios. Los restos de comida, las cáscaras de frutas, las hojas que se recogen del jardín y los pañales sucios, por ejemplo, están compuestos por materia orgánica.
Una forma de aprovechar estos residuos es reservar la materia orgánica para fertilizar las plantas del hogar. Claro que, para tal fin, es fundamental que no exista ningún tipo de contaminación.
Los compuestos orgánicos (también conocidos como moléculas orgánicas) son, por otra parte, conjuntos formados por una serie de sustancias químicas donde se advierte la presencia de carbono y, en algunos casos, oxígeno, nitrógeno y fósforo, por citar algunos de los elementos posibles.
Estos compuestos orgánicos pueden dividirse en dos grandes tipos: moléculas orgánicas naturales (donde son los seres vivos los encargados de llevar a cabo el proceso de síntesis) y de carácter artificial (donde se agrupan aquellas sustancias que han sido fabricadas por el hombre, como el plástico).
Por lo general, la diferencia entre los compuestos de tipo orgánico y los inorgánicos está dada por la presencia de carbono con enlaces de hidrógeno en el primer grupo.
Granjas ecológicas y reciclaje de materia orgánica
El auge de las granjas ecológicas, en los últimos años, ha ayudado a la divulgación de la importancia de reciclar la materia orgánica y aprovecharla en los cultivos. En la mayoría de los establecimientos donde se producen alimentos en un clima de respeto con el medio ambiente, se utilizan los restos de desechos de seres vivos para elaborar abono, que más tarde servirá para reforzar las características de la tierra.
Es necesario tener presente, que este tipo de aprovechamiento no sólo puede darse en grandes establecimientos, sino también en los domicilios particulares. Los pasos a seguir para manipular los residuos provenientes de materia orgánica son:
1) Acumular los restos de productos derivados de seres vivos en un espacio limpio de otras impurezas como plásticos, vidrios o materia inorgánica de cualquier tipo. Es importante que no se mezclen restos de comida con grasa o aceite y restos de carne, porque tardan mucho en descomponerse;
2) Destinar un cubo con tapa, que tenga una capacidad mínima de 1m3, y colocarlo en una zona del jardín donde le dé sol y sombra durante todo el día;
3) Colocar una capa de tierra o aserrín de unos 6cms en el fondo del cubo;
4) Diseminar los desechos orgánicos, cubrirlos con una capa de tierra y regarlos un poco (es necesario que siempre se mantenga la humedad). Luego, espolvorear el interior con cal para prevenir los malos olores y tapar el cubo nuevamente;
5) Cada vez que se vuelquen nuevos desechos debe revolverse el interior con una varilla, de modo que todos los materiales se ventilen.
Al cabo de un tiempo, a partir del mes aproximadamente, ya no se podrán distinguir de forma individual los residuos, salvo aquéllos que se hayan depositado recientemente. El resultado es lo conocido por el nombre de composta y se considera un abono sumamente rico para la tierra; con una gran variedad de microorganismos que se encargan de sintetizar enzimas, vitaminas y hormonas y que colaboran notablemente con el equilibrio biótico de la tierra.
Si la mayoría de las personas hiciéramos composta con la materia orgánica proveniente de nuestra basura, se podría disminuir considerablemente la contaminación, ya que los restos orgánicos depositados en los basurales, al calentarse con el sol, eliminan gas metano (CO2), uno de los componentes más nocivos para el calentamiento global.
Tipos
La materia orgánica puede estructurarse para su estudio en diversas clasificaciones estas incluyen:
• Materia orgánica no transformada, representada por la biomasa vegetal, animal y microbiana en estado fresco.
• Materia orgánica semitransformada, compuesta por restos orgánicos en proceso de transformación, poco parecidos al material original.
• Materia orgánica transformada, dentro de la cual está el humus en sentido estricto que se encuentra ligado a la parte mineral formando los complejos arcillo-húmicos.
Procedencia de los componentes orgánicos del suelo:
El suelo recibe una gran cantidad de restos orgánicos por diferentes vías y orígenes. En primer lugar, los de las plantas y animales que llegan al suelo por depósito directo en la superficie o porque quedan atrapados su masa como es el caso de las raíces, la biomasa microbiana y otros organismos que viven normalmente en el suelo. El hombre durante el proceso de uso y manejo del suelo aporta un gran número de materiales orgánicos beneficiosos como estiércoles, restos de cosechas, compost, etcétera, si como otros productos orgánicos perjudiciales (herbicidas, plaguicidas, hidrocarburos, etcétera). Sustancias húmicas proceden de la degradación química y biológica de los residuos de plantas y animales, si como de las actividades de síntesis, polimerización y poli condensación llevadas a cabo principalmente por los microorganismos del suelo.
Importancia de la materia orgánica del suelo
El desarrollo de los cultivos se sustenta en la capacidad que tiene el suelo de proporcionarle las cantidades necesarias de nutrientes para su correcto desarrollo. La disponibilidad de dichos nutrientes depende de varios factores, siendo el contenido y calidad de la materia orgánica presente uno de los más determinantes. Un suelo fértil tiene que poseer necesariamente un adecuado contenido de materia orgánica, el que oscila entre un 2% para suelos arenosos hasta un 6% para suelos húmicos.
Propiedades físicas
• Mejora la estructura del suelo, principalmente a través de la formación de agregados estables.
• Disminuye la densidad aparente del suelo, por tener una menor densidad de la fracción mineral.
• Aumentar la porosidad del suelo, mejorando la aireación, penetración y retención de agua.
• Reduce los efectos negativos de la acción mecánica del paso de maquinaria sobre el suelo, por ser menos compactables que el constituyente mineral.
• Contribuye al aumento de la conductividad hidráulica del suelo como consecuencia de los espacios vacíos que se forman en la interfase entre las partículas orgánicas y minerales.
• Contribuye a reducir las pérdidas de suelo por erosión gracias a su capacidad de cohesionar las arcillas.
• Favorece el mantenimiento de temperaturas constantes en el suelo, al tener una conductividad térmica más baja que la fracción mineral.
Propiedades químicas
• Influye directamente en la disponibilidad de nitrógeno, ya que la mayor parte de este elemento se encuentra almacenado en el suelo en forma orgánica.
• Mejora la nutrición fosfórica de las plantas ya que favorece el desarrollo de microorganismos fosfosobulizadores que actúan sobre
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