Material Curricular De E.F.
LILIP75048 de Enero de 2013
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FUNDAMENTO TEÓRICO
El proceso educativo representa uno de los compromisos mayores que debe beneficiar a una sociedad, éste no sólo está identificado con el contexto social, los valores culturales, la situaciones económicas y políticas de un país sino que también concentran una gran estructura de progreso que en cada una de las esferas mencionadas debe existir como eje permanente para concebirlas acordes y rítmicas con la realidad que se desenvuelve al presentarse ardua, versátil y cambiante constantemente.
Esta realidad social que es amplia e inatrapable en su totalidad, nos compromete a distinguir nuestra realidad como campo educativo, donde al docente se le exige y compromete en sus acciones un compromiso moral hacia una practica fundamentada en la permanente actualización teórica, pedagógica y didáctica. Por esta prontitud de vida nuestros conceptos de actualizar, innovar y de creatividad han tomado variantes diversas en su concepto y que en muchas ocasiones no deja de vincularse con el predominante paradigma que en las ultimas décadas rigen las conductas de los humanos, como es el comercio, las ganancias económicas y las situaciones de mercado, es tanta la concentración de su dominio que se ha establecido, que la tendencia general se ha insertado en nuestros sentidos y conciencias ante los propios compromisos educativos, en muchas ocasiones como docentes las tendencias en su principio o fin de actualizarnos tienden a vincularse con las ingresos o logros económicos que podamos alcanzar, alejándose del propio hecho educativo como proceso de formación de sujetos sociales o como espacio para la trascendencia histórica de nuestra cultura .
Entre los retos más destacados como necesidad emergente en nuestro contexto escolar, se encuentra la recuperación o construcción de un sentido por educar desde la perspectiva innovadora, donde la búsqueda permanente, la preparación constante sea acorde a las necesidades de una realidad social e histórica que representa nuestro tiempo de acción en el ahora y en lugar que a cada uno nos corresponda como responsables de los campos educativos, sin embargo, esta no será una conducta que se genere desde la nada o la simples circunstancias de las relaciones comunes que concebimos con el entorno y los sujetos que en él participamos, más bien es una necesidad de formación, transformándose así en un hecho emergente, por eso coincidimos al reflexionar que “generar la capacidad de innovar en quienes están a cargo de concretar el hecho educativo, es una modalidad que se hace necesaria” ya sea desde la formación docente o desde la actualización que representa la formación permanente de estos.
Ante estas declaraciones de la necesidad de innovación que atrapa en su concepto el propósito de actualizar, de crear y de búsqueda inquebrantable se hace evidente la responsabilidad que conlleva al sujeto docente como su propio productor, impulso y generador, sin embargo en términos de concretar a la educación como un espacio integrado e integral cabe destacar que el docente por si mismo y en situaciones de aislamiento difícilmente logrará avanzar a los ritmos marcados por la realidad y las demandas que con ella actúan, es por lo tanto evidente que un trabajo colectivo, coordinado y orientado siempre, detone dentro de los proceso que los educadores manifiestan la base fundamental que movilice esas conciencias y los retos por asumir desde el propio sujeto, donde el intercambio con el Otro, que no solo es el alumno como principal interés y contacto, sino que también el compañero docente, el directivo, asesor, etc. realicen los métodos aliados , en coordinación y acuerdo donde se asuma el reto tan abstracto de innovar, actualizar y transformar desde los espacios que le toca asumir, donde el carácter participativo, no subordinado y de propuesta deben ser permanente para poder cambiar los conceptos estructurados en muchas ocasiones con un acento de infinitud, propician solamente un estancamiento en las formas de atrapar lo evidentemente necesario y real.
Anteponerse a esto ha sido uno de los principales adelgazamientos de nuestra participaciones en las políticas educativas y por lo tanto la debilidad que ha representado el cierre de espacios para construir una educación democrática, vista esta como una estructuración que encarne los verdaderos intereses educativos de los alumnos dado su contexto socioeconómico y las propias necesidades educativas derivadas del análisis, la evaluación y el seguimiento del docente con relación a los planteamientos teóricos pedagógicos, donde se obtengan los resultados necesarios que destaquen el enfrentar las demandas de este mundo de incertidumbres permanentes, y donde también no se presentan del todo las realidades existentes que en muchas ocasiones los programas educativos establecidos para combatir nuestras necesidades sociales se establecen con un tinte de “verdad”, que con el reposo de los años se tornan tradiciones escolares que pierde al docente en su concreción real educativa y lo encierra en la inercia misma de la repetición.
La necesidad de innovar no solo corresponde o se relaciona con la preparación profesional, más bien se torna una transformación conciente y voluntaria del sujeto como conducta de vida y se relaciona con la personalidad misma, el buscar las problemáticas educativas y reconocerlas nos invitan definitivamente a no vivir una vida de indiferencia ante esta demanda, el descubrimiento de un problema pedagógico o el hallazgo de una nueva estrategia de solución son decisivos procesos que intervienen con la propia motivación del sujeto y mucho de esta motivación renace del grado de compromiso hacia su labor, sin embargo desarrollar la actividad creadora en la practica y la preocupación innovadora básicamente se dará en un marco de participación colectiva, convirtiéndose en una acción básica el intercambio y las propuestas para los otros como el hilo conductor para llegar a los fines o resolver los problemas planteados. En torno a esta reflexión cabria plantearnos nuestros propias interrogantes y preguntarnos ¿Qué tanto compromiso tenemos nosotros hacia nuestra labor? ¿Me interesa tanto mi espacio laboral que permanentemente busco respuestas y estrategias nuevas, innovadoras para el colectivo? ¿Reconozco mi función y la influencia de ésta en la formación de los demás? Creo que serian las interrogante primeras para atender y entender que proceso de actualización pretendo establecer como fundamento del crecimiento profesional.
FUNDAMENTO METODOLÓGICO
Educación Preescolar es uno de los niveles educativos en los que su preocupación por integrar permanentemente nuevos elementos que consoliden las practicas de las docentes, se vean enriquecidas como el mayor numero de elementos que trabajen en conjunto y colectivo, dando la oportunidad conformar los centros de trabajo con personales tanto del área de Educación Especial, Acompañamiento Musical y de Educación Física lo que ha impulsado a ejercer practicas coordinadas entre estas áreas a fin de lograr los propósitos que se persiguen en la conformación de una educación integral.
Por la búsqueda permanente que se destaca al conformar colectivos educativos dentro de los niveles, educación física en el ciclo escolar 2002-2003, sigue participando como uno de los elementos de intervención activa, en donde las propuestas, necesidades, estrategias, tanto pedagógicas como didácticas han sido el compromiso permanente de los espacios de asesoría, donde definitivamente el trabajar en conjunto con las docentes desde le espacio del asesoramiento no solamente ha significado el intercambio de experiencias, conocimientos teóricos y prácticos, sino que éstos al concretarse presentan propuestas de trabajos acordes a las necesidades de nuestro entorno y al cual hemos abierto paulatinamente espacios dentro del currículo con un trabajo especifico que atienda los componentes y elementos que en este nivel se encuentran en las fases de aprendizaje mas sensibles a desarrollarse y establecerse como bases de movimiento posteriores.
En el ciclo escolar 2001-2002, el área de asesoría de educación física, definió un programa que como resultado del trabajo con las docentes y necesidades que ellas mismas detectaban eran necesarios atender en los aspectos psicomotrices, principalmente con respecto aquellos elementos que de una manera coordinada, dinámica fueran atendidos por ellas mismas, lo cual no solo era un proyecto educativo que beneficiaba al alumno en su proceso educativo, sino que también, sirvió como base para ampliar los conocimientos de las educadoras que le permitirían por lo tanto proponer e interactuar con el plan de manera innovadora y creativa, a la vez que orientaba la práctica en el rumbo a seguir sin desvincularse de las etapas de aprendizaje del alumno, ni contraponer en cuanto a aprendizajes motrices en la formación de los mismos.
Tal proyecto, se ha convertido en una propuesta que las docentes de las zonas XIX y IV de Educación Preescolar de la Región Noroeste, aplican como guía didáctica para su práctica en el área de educación física, sin embargo creemos necesario que esta propuesta no debe tener grado de inmovilización ni mejoramiento permanente, sino que paulatinamente y durante nuestra participación conjunta incrementemos su eficiencia, calidad y compromiso para mantenerla actual, de manera que transforme su potencial como instrumento educativo.
Ante este compromiso asumido de permanente calidad, el presente
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