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Matrimonio


Enviado por   •  10 de Julio de 2013  •  1.629 Palabras (7 Páginas)  •  216 Visitas

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APRENDIZAJE EN CRISTO Y EN EL MATRIMONIO

Por: WILFREDO PEÑATE BETTS

Wil De Dios Peñate de Padrón en Fe.

1 era PARTE

Referencia Bibliográfica: PALAU, Luis. ¿Con quién me casaré? Editorial Unilit. Edición 2011

Después de una larga espera…?

Buenos días: Que el Señor nuestro Dios bendiga tú vida, la de todas las personas que amamos en comunión y todas aquellas que de una u otra manera no nos desean lo mejor como pareja.

Después de varias charlas, exposiciones, comentarios, disertaciones, lecturas y escudriñar lentamente la palabra de Dios, es menester regalar algunas aseveraciones encontradas, perfectas para la vida de dos personas que quieran unirse en pareja para agradar y servirle a nuestro Señor Jesucristo.

Luis Palau, en el capítulo 2 de su libro ¿Con quién me casaré? nos enseña a identificar qué es eso que podemos determinar cómo enamoramiento y al mismo tiempo ¿Qué es amor verdadero?, una pregunta que por lo regular nos hacemos en momentos en los que creemos estamos en presencia de si lo que vivimos suele ser o no ser el camino correcto hacía una felicidad duradera y perpetua.

Pues bien, esas fórmulas de identificación no existen, pero obviamente en el trascurrir de nuestras situaciones, tal vez podamos aclarar nuestros sentimientos y reconocer la voluntad de Dios, pues siempre debemos primeramente hacer la voluntad de él, para así no poner nuestra voluntad por encima de lo que él en su palabra nos aconseja y nos asegura. Es así como en muchas veces ignorantemente ponemos las circunstancias de una discusión, una pelea tonta, una cara amarga, un llanto de desespero, una aparente traición (no probada), un chisme, por encima de lo que Dios nos enseña que debe ser el amor. Es por esto que si somos creyentes, nuestra voluntad sincera en el corazón debe proveernos con el Espíritu santo de Dios para que se ocupe de guiarnos en buena manera.

Por lo anterior Isaías 48: 17 señala: Esto dice el señor, tu redentor, El santo de Israel “Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes seguir”.

Hoy en día la larga lista de comentarios negativos de la gente, las personas malintencionadas con mentiras, adulaciones, traiciones, los malos consejos de psicólogos, psiquiatras, médicos, especialistas, brujos, chamanes, líderes hipócritas, hacen que nuestra percepción del AMOR hacia nuestra pareja se atrofie, se dañe, se congele en una atmosfera de mala fe, desconfianza y perdición, es por ello, que los teóricos han mencionado en muchos apartes que la palabra AMOR, se ha llevado a algo prostituido, pues en algunos casos confunden el sexo con el amor, los cuales lejos de ser sinónimos, debe entenderse que las relaciones sexuales son para expresar ese AMOR, pero debe dejarse en claro que no siempre este se manifieste a través del Sexo. Recordemos 1 Juan 4:8 donde nos enseñan sobre la esencia de este sentimiento tan vertiginoso algunas veces. Leer cita Bíblica

En Gálatas nos dejan en claro que el AMOR es servicio, y señalan que podemos ver ese amor verdadero en ese gusto paciente, por el que servimos a esa persona, no solo con acciones, sino en esa libertad de satisfacer no lo deseos de la naturaleza pecaminosa, sino para el servicio por el bien del otro. Es por esto que más que sentir la necesidad ineludible todo el tiempo de poseer el cuerpo de tu semejante, se debe sentir las ganas irremediables de que esa persona sea feliz, goce de tranquilidad, Paz, pero sobre todas las cosas, se aprenda a exaltar la sencillez con la que podría vivirse en el mundo, deteniéndose en los avatares positivos que pueden resultar de vivir sin lujos excesivos, sin gustos innecesarios, pero si con comodidad, confianza, seguridad, sencillez, minimalismo, y por qué no, en un equipo que generé más detalladamente cosas simples con ánimos de hacer un crecimiento, construir una realidad más favorable a los gustos en conjunto y la certeza de una comunión bendecida por el creador.

Siguiendo con las señales del AMOR verdadero, este se revela a través del servicio es ese sentido de buscar el bien de la otra persona, lo cual se convierte en el fundamento de la vida en la relación.

Pablo enseña en un cantico lo siguiente:

Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar las montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Ahora bien, pues permanecerán siempre 3 virtudes: FE, ESPERANZA Y AMOR.

Si observamos el anterior pasaje que resume con majestuosidad lo que debemos considerar el AMOR verdadero, debemos insistir en lo que se es capaz cuando se AMA con la voluntad de Dios, es allí cuando debemos recordar que estas características que señala Pablo, son las que nos van a determinar la distinción entre el enamoramiento y el AMOR; el enamoramiento no deja de ser una simple atracción, quizás momentánea, otras superficial, pasajera y sexual únicamente, mientras que el AMOR, el verdadero es profundo, multifacético, es permanente y lleno de sacrificios por la persona que se ama, el amor siempre buscará el bien del otro (aunque yerre en el intento), y a veces, muchas veces, piensa más en el otro que en sí mismo.

Por todo lo anterior, hay que tener claridad sobre estos aspectos que nos enseña Pablo, ya que allí está la clave de un noviazgo duradero y un matrimonio feliz.

AHORA… ¿COMO SABER SI ES O NO AMOR? ¿CÓMO RECONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS?

Palau enseña 12 preguntas que debes hacerte y te ayudarán a saber lo íntimo de tu corazón, si es amor o no es lo que sientes por esa persona, o si es o no es la voluntad de Dios, es así como debes responderte a ti mismo con mucha sinceridad, pues es la única forma en la que descubrirás la voluntad de nuestro Dios. Por eso es bueno tener en cuenta a Juan 7:17 “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá”

1) ¿La persona con la que quiero casarme es o no un verdadero creyente en Cristo?

Leer 2 Corintios 6:14-18

Debes asegurarte que esa persona que vas a escoger para casarte, es un verdadero creyente, alguien que acepta la voluntad de Dios y que no asiste a una iglesia solo por agradarte a ti, sino por agradar a Dios primero y principalmente. Debes reconocer en esa persona que lo que hace, lo hace por el amor que tiene a Cristo y que no hace las cosas en Dios, solo para que tú lo aceptes y le creas; no dejes que ese Cristiano Hipócrita se involucre en tu vida porque para Dios no hay territorio neutral. Se cree o no se cree.

Debes hacer las cosas en obediencia a Dios, debes casarte con alguien que tiene tu misma fe en Cristo; Si desobedeces a Dios en esto, desperdiciaras mucho en tu vida, no tendrás una felicidad duradera y mucho menos sincera; ten seguro que así no veras la plena felicidad que te tiene el creador reservada para ti.

Dios nos enseña en su palabra que casarse con un inconverso, con alguien que no tiene tu misma fe en Cristo, es un pecado contra ti mismo, pues casarse fuera del plan divino es un asunto de suma gravedad. Por eso nunca hagas las cosas a la ligera.

Pero, ¿cómo puedo saber si esa persona de verdad es creyente o no?

Pues bien, todos somos hijos de Dios si hemos invitado a Cristo a ser parte de nuestra vida, es decir, si lo hemos aceptado como nuestro señor y salvador. Pero igualmente no podemos considerarlo del todo porque vayamos únicamente a una iglesia o leamos la biblia diariamente, oremos sin cansancio, realicemos brigadas de obras sociales, seamos bautizados, ni mucho menos porque seamos buenas personas. Eso no es lo que determina del todo tu cristiandad, pues quien tiene a Jesucristo en su totalidad, es aquel que lo tiene para toda la vida, quien pide perdón por sus faltas y pecados, y quien acepta el sacrificio enorme que Jesucristo hizo en la cruz. El apóstol Juan Enseña seis evidencias así: Primera carta de Juan

1. Confiesa su pecado cada día con humildad. 1:9

2. Obedece la palabra de Dios 2:3-6

3. Ama a su hermano 2:10

4. No ama al mundo ni lo que este le ofrece 2:15

5. No practica el pecado 3:9

6. Vence al pecado 5:4

Pero no solo debes tener en cuenta el hecho de casarte con un verdadero cristiano. Debes casarte con alguien que crezca a tu lado en el conocimiento del Señor Jesús, con ese que estimule tu crecimiento espiritual, te anime, te inspire a crecer en tu fe. Debes anclar tu vida en ese compañero con quien puedas buscar el reino de Dios y su justicia y tienes que creer en que este camino, no siempre es el de la confianza y seguridad material y efímera del mundo, pues eso siempre no dura, pero Dios en cambio, permanece y no muta jamás.

Primera parte… Continuará mañana.

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