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Medicamento Antibiotico

24 de Junio de 2013

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Los estudios florísticos y la etnobotáni

1. Facultad de Ciencias, Universidad Nacional de Colombia.

Resumen

Se presenta un estudio general de la etnobotánica desde una perspectiva histórica hasta lo que es esta ciencia actualmente, su relación con la conservación del medio ambiente (Schultes, 1994), y la importancia del conocimiento tradicional de las comunidades indígenas y campesinas asociado a los estudios florísticos y los beneficios sociales-económicos.

Palabras clave: Etnobotánica, chamán, estudio florístico, conservación, ecotipos.

Abstract

We present a general study of ethnobotany from a historical perspective to what is currently the science, its relationship to environmental conservation (Schultes, 1994), and the importance of traditional knowledge of indigenous and peasant communities associated with studies floristic and social-economic benefits.

Key words: Ethnobotany, shaman, floristic study, conservation, ecotype.

Introducción

Por su gran riqueza florística y diversidad cultural, América Latina constituye una de las regiones del mundo más importantes desde el punto de vista etnobotánico. Presenta centros de megadiversidad reconocidos mundialmente (la Amazonía y los Andes, principalmente) y un alto número de especies de plantas vasculares y no vasculares, siendo una de las regiones ecológicas más ricas del planeta. Culturalmente se hablan 64 lenguas indígenas y se ha demostrado la existencia y diversidad de grupos étnicos que interactúan con las plantas, lo cual se lleva a cabo a través de complejas relaciones entre el conocimiento tradicional y el uso y manejo de los recursos florísticos, bajo condiciones climáticas y socioeconómicas limitantes (Lagos-Witte, et al., 2011).

Durante las últimas décadas, la etnobotánica ha adquirido importancia científica por su interdisciplinariedad y aplicabilidad, especialmente en el desarrollo de procesos investigativos y productivos en los campos del conocimiento, uso, manejo y conservación de los recursos vegetales. En este sentido, ha estado ligada a la complejidad histórica del antes y el después de la conquista española de las Américas y de sus consecuencias históricas, sociales y culturales, relacionadas con la apropiación, marginamiento o persistencia de los recursos vegetales procedentes de otros continentes y culturas. Precisamente es con el auge de los nuevos conocimientos sobre las plantas nativas del Nuevo Mundo y del variado uso que de ellas hacían los grupos indígenas americanos sumado a la riqueza florística encontrada en este territorio, que aumentó el interés extractivo y posteriormente el científico de europeos y estadounidenses por el estudio de la herbolaria, obtención y mejoramiento de productos alimentarios, condimentarios, medicinales y forestales, que más tarde se convirtieron en materias primas comercializadas a escala mundial (Lagos-Witte, et al., 2011).

En este orden de ideas, la etnobotánica no es una disciplina reciente. Su historia se remonta a las relaciones entre los grupos sociales y plantas, y los enfoques de su estudio se sitúan en diferentes dominios de la botánica, como la botánica económica (De Candolle 1886), la etnografía botánica (Rochebrune 1879) y los estudios arqueobotánicos de finales del siglo XIX. La botánica económica y la etnobotánica se desarrollaron en América como resultado de las exploraciones de extranjeros para el reconocimiento del potencial económico vegetal, como parte del dominio y expansión de las colonias europeas (Ford 1978). El botánico estadounidense Richard Evans Schultes (1941) planteó la etnobotánica como una ciencia intermedia entre la botánica y la antropología que, con el auxilio de otras disciplinas como geografía, química, farmacología y agricultura, estudia las relaciones entre el ser humano y su ambiente vegetal y, en un sentido más restringido, el uso de las plantas cultivadas y silvestres entre los pueblos aborígenes. De esta manera, los ejes componentes del estudio de la etnobotánica son las plantas como recursos naturales, el ser social conocedor y transformador del medio, y la apropiación del recurso mediante las actividades productivas (Sanabria 1998).

En los últimos 20 años, la etnobotánica ha surgido como una nueva alternativa metodológica y un referente conceptual ligado al desarrollo de las comunidades sociales y de los procesos que involucran conservación y mejoramiento de recursos vegetales. Según Caballero (2002), es posible reconocer tres dominios básicos del quehacer etnobotánico: la percepción cultural y la clasificación de los organismos, los aspectos biológicos y culturales de la utilización de plantas, y las bases culturales y consecuencias biológicas del manejo de los recursos naturales por los seres humanos a lo largo del tiempo.

Resultados

Conocimiento tradicional

Los indígenas de las regiones amazónicas son como los jardineros con su jardín, conocen todas sus plantas y saben cuidar lo que tienen, y este es un conocimiento ampliamente adquirido de sus ancestros, por lo cual ostenta de gran valor potencial para la ciencia, por desgracia estos conocimientos están siendo condenados a la extinción debido a la rápida industrialización de las muchas partes del mundo donde los pueblos indígenas todavía pueden vivir en paz sin interrupciones por construcción de infraestructuras, la presión del misionero, la guerra, el turismo, la codicia local por parte de los colonos en varios esfuerzos de "civilizar" a los nativos (Schultes, 1994).

Un ejemplo del valor de la conservación de los conocimientos etnobotánicos de los indígenas se encuentra en el estudio de su relación con las propiedades bioactivas de las plantas y sus numerosos ecotipos (Schultes, 1994); donde el conocimiento tradicional abarca más allá de la capacidad de nombrar y utilizar las plantas según sus necesidades, lo que realmente importa es la adecuada convivencia con las mismas y en general con la naturaleza que es lo que les permite tener y preservar a lo largo de las generaciones esos conocimientos.

El conocimiento tradicional incluye los usos y métodos de manejo que hacen los pueblos de sus plantas y la riqueza del conocimiento, Johnson (1992) concibe el conocimiento tradicional como el cuerpo de conocimientos de un pueblo que ha vivido en contacto con la naturaleza a través de generaciones, para ello se incluye un sistema de clasificación, una serie de observaciones empíricas sobre el medio ambiente en el que viven; el conocimiento tradicional es, a su vez, acumulativo y dinámico, y se ha construido sobre la experiencia de generaciones ancestrales y los nuevos cambios tecnológicos y socioeconómicos del presente, que constituyen importantes factores para la conservación de la diversidad de los cultivos. La etnobotánica constituye un identificador y un indicador de las rutas de conocimientos locales de las culturas para el desarrollo de los cultivos, los criterios de selección de las especies y la clasificación para el uso de las plantas de alto valor sociocultural.

Estudios florísticos

En un estudio realizado en los cerros calizos costeros de la reserva de la Biosfera Baconao, Cuba; el 50% de la flora registrada para el área (363 especies), presenta alguna utilidad en cuanto a necesidades maderables, medicinales, alimenticias, ornamentales, industriales, tóxicas y con otros usos, de éstas, el 37 y el 38% son consideradas maderables y medicinales, respectivamente.

Se destaca que el 75% de las especies útiles son por sus potencialidades maderables y medicinales, lo cual incrementa los riesgos de disminución de la diversidad vegetal por el nivel de uso por parte de las comunidades locales. Esto se hace significativo si se considera que el 17% de la flora potencialmente útil constituyen endemismo y el 3% presenta algún grado de amenaza. En base a estos datos se puede observar la utilidad de la etnobotánica en los estudios florísticos, como ciencias que pueden ir ligadas con el fin de dar una realidad de la flora de un territorio y así mismo las utilidades de las especies ya sea para un bien común o para conocer el grado de perturbación que dicho terreno presenta o puede llegar a presentar en un futuro. En muchos estudios florísticos los estudios etnobotánicos demuestran que la mayoría de las plantas son útiles, principalmente por sus potencialidades medicinales y maderables. Ello ha incrementado el nivel de impacto de las comunidades locales sobre la flora, fundamentalmente en las de gran importancia económica (Figueredo et al., 2009).

Gran parte de la composición florística de un territorio no solo se basa en datos taxonómicos provenientes de botánicos sino que muchas veces y debido a su misma complejidad morfológica tienen que tener en cuenta el criterio de las comunidades allí presentes; se han encontrado verdaderos enigmas que no son fáciles de explicar para los botánicos; en la India el reconocimiento de los algunos “tipos”

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