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Medicion Y Sistema Metricos


Enviado por   •  8 de Julio de 2014  •  1.848 Palabras (8 Páginas)  •  365 Visitas

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1. Medición y sistemas métricos.

2. Las unidades de medida.

3. Los procedimientos de medida.

4. Los documentos de medida.

De todo lo que hemos visto en el capítulo 1 sobre como fueron los sistemas monetarios en sus orígenes y como deberían ser ahora, se deduce una afirmación fundamental: la naturaleza de todo sistema monetario es la de un sistema métrico para la medida del valor de cambio en el mercado de las mercaderías concretas.

De todo lo que hemos visto en el capítulo 2 sobre como se han transformado y como son actualmente los sistemas monetarios, se deduce también una constatación fundamental: el sistema monetario actual no es un buen sistema métrico, sino que mas bien es un sistema confusionista y confusionario.

En los capítulos que seguirán, plantearemos la necesaria reforma del sistema monetario vigente, la necesaria elaboración e implantación de un instrumento-documento monetario racional e informativo, integrado en el marco de un sistema monetario pro-científico8.

En esta tarea, debemos empezar por una reflexión general sobre cuales son las características que ha de reunir cualquier sistema métrico pro-científico. Seguidamente veremos como se concretan estas características en el caso de un sistema monetario.

1. Medición y sistemas métricos.

La medición es uno de los actos mas importantes de cualquier investigación «científica» que se quiera experimental.

El «científico», después de cuidadosas y exhaustivas observaciones de los fenómenos que estudia, emite una(s) hipótesis, que después habrá de contrastar con la realidad, a través de la preparación y realización de los oportunos experimentos.

Pero el experimento -que no es mas que una modificación a voluntad y controlada de la realidad, con vistas a obtener los resultados previstos por la hipótesis en juego- implica la captación, lo mas exacta posible de la realidad experimentada y de sus variaciones y modificaciones, para que la comparación con los datos previstos por la hipótesis sea lo mas ajustada posible.

Para conseguir esta exactitud, esta fidelidad a la realidad de los fenómenos observados, nos valemos de la cuantificación, por medición de dichos fenómenos. La cuantificación es un procedimiento de captación de datos que afina la aproximación a la realidad, pero además lo hace de una manera objetiva.

La cuantificación de los fenómenos -o mejor dicho, de cada una de las pervalencias 9 consideradas en los fenómenos- es una condición indispensable de toda «ciencia» experimental.

Para la cuantificación nos servimos de un instrumento que es el sistema métrico, conjunto de convenciones y procedimientos de medición que nos permiten observar la realidad bajo un aspecto cuantitativo.

Hay que señalar que la representación cuantitativa de la realidad no nos da ninguna verdad -ya que la cuantificación es una pura invención y convención abstracta del hombre. Sí que nos permite, en cambio, el acercarnos a la realidad con objetividad y en consecuencia, con eficacia. Ya que la formulación de leyes cuantitativas sobre los fenómenos es la base de la posterior actuación y modificación en propio beneficio de los citados fenómenos -modificación que llamamos técnica-.

Así pues, toda «ciencia» ha de disponer de sistemas métricos adecuados para la medición y cuantificación de las pervalencias que le interesa estudiar.

La Física, por ejemplo, dispone de sistemas para la medida de pervalencias tales como la longitud, la densidad, el tiempo, la temperatura...

Y en cambio, la ciencia de mercado, que nosotros llamamos Mercología, no dispone de ningún sistema métrico adecuado para la medida de una de sus pervalencias fundamentales: el valor de cambio en el mercado de las mercaderías concretas existentes. El sistema monetario ha de ser este sistema, pero actualmente no reúne ninguna de las condiciones indispensables para poder cumplir con eficacia esta función.

Todo sistema métrico pro-científico ha de constar, como mínimo de los tres elementos siguientes:

1. Una unidad de medida, rigurosamente definida, totalmente abstracta y convencional.

2. Un procedimiento de medida que permita, en la práctica, el acto de medición: eso es, que permita el contar cuantas de las unidades definidas contiene un fenómeno concreto observado.

3. Un documento de medida que deje constancia documentaria de cada acto de medición realizado, para poder proceder a un análisis y estadística de conjunto.

2. Las unidades de medida.

Las unidades de medida que se inventan para medir una pervalencia dada de un fenómeno determinado, son conceptos totalmente abstractos y su invención es totalmente arbitraria. La única condición es que su definición sea muy precisa y rigurosa.

Por ejemplo, la unidad de longitud es el metro; éste puede definirse como «la distancia de la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre».

En mercología, la pervalencia fundamental que nos interesa medir es el valor de cambio de las mercaderías concretas; la unidad de medida de esta pervalencia es la unidad monetaria, que recibe nombres distintos en cada Estado, ya que cada uno define su propia unidad monetaria (como antiguamente también cada país definía sus propias unidades de longitud, peso, volumen...).

Pero las unidades monetarias son una clase de unidades de medida muy especial, que no permanecen estables. Efectivamente, el valor de cambio de las mercaderías concretas no es siempre el mismo, no es idéntico en diferentes situaciones de espacio y tiempo. La distancia entre Barcelona y Madrid es siempre la misma; pero el valor de cambio de un litro de vino varía en el espacio y tiempo, en función de una serie muy compleja de causas, que aquí no analizaremos.

Como que la realidad que quiere medir es variable, la unidad monetaria también es variable: no hay ninguna constante exterior invariable en relación a la cual definir el valor de la unidad monetaria, de manera que la definición de esta unidad no es fija, sino que evoluciona correlativamente a las variaciones en el valor de cambio de las mercaderías concretas que mide.

Además, la unidad monetaria no puede definirse en relación a una única mercadería privilegiada, sino que, en un espacio geopolítico dado, ha de definirse

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