Nota De Texto Sobre Boas
laura23427 de Noviembre de 2012
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Franz Boas (1858 – 1942) fue un antropólogo estadounidense de origen judío alemán. Al principio fue estudiante de física pero en 1886, durante unas investigaciones, viajó al norte de Canadá para estudiar distintos manantiales de agua. Se extravió y fue rescatado por los inuit. A raíz de este hecho decidió quedarse en los Estados Unidos y se convirtió en antropólogo. Boas le confirió a la antropología el estatuto científico que ésta ha conservado en su integridad, y la organizo a través de unos campos de conocimiento que, en la actualidad, siguen estando muy presentes. Él fue quien concibió una antropología que basculara sobre cuatro pilares: la antropología física, la arqueológica, la lingüística y la social.
Rechazó el evolucionismo y el difusionismo, ya que no creía que los mismos hechos en lugares y tiempos separados entre sí puedan provenir de leyes universales que dirigirían el espíritu humano. Fue representante de la escuela relativista y, a su vez, precursor del particularismo histórico.
Este autor me parece increíblemente práctico y realista, pues a pesar de estar en contra del evolucionismo, no llega a negarlo del todo pues comparte con ellos algunas ideas. En primer lugar aceptaba la evolución (biológica y cultural) y que era explicable en términos de procesos exclusivamente naturales, simplemente rechazaban todas las explicaciones de las diferencias culturales que se basaran en algún principio determinante, ya fueran geográficos, materialistas o cuales fueran. Para él que hubieran dos fenómenos similares en sitios diferentes no significaba que fueran a tener efectos similares, pues creía en la libertad del pensamiento humano, algo también innovador hasta el momento, pues se creía la cultura determinaba al individuo.
Además considero importante también el hecho de que quiso marcar unas nuevas pautas en la investigación: empezando siempre por el ámbito más reducido posible y estudiarlo de forma detallada, y después ir ampliando pero siempre con sumo cuidado. En éste sentido creo que estaba también de acuerdo con los evolucionistas, entendía que era necesario hacer generalizaciones y descubrir las leyes que gobiernan los fenómenos culturales, y para ello creía que el particularismo histórico y el relativismo complementarían los estudios del método comparativo. Por ello en el texto no se ve que rechace el método, sino que critica el uso que se le está dando, pues no está de acuerdo con los ejemplos que usan. Además desmonta con suma facilidad todos los argumentos deterministas que se habían dado hasta el momento.
Sin embargo el problema es que al centrarse tanto en hacer estudios minuciosos de las tribus, dejó pendiente la que consideraba la tarea más importante de la etnología: el estudio de leyes científicas. Pero deja claro que la búsqueda de estas leyes no halladas aún debería seguir siendo un objetivo primordial para los antropólogos.
El otro fallo que personalmente encuentro es que la tarea del antropólogo no es sólo estudiar los hechos y fenómenos culturales, aunque es una parte muy importante que gracias a Boas va a ser más tenida en cuenta, sino que también debe hacer explicaciones, generalizaciones o comparaciones que ayuden a progresar a la disciplina.
Lo mejor del autor es, bajo mi punto de vista, que rechaza del todo la idea de que todos los pueblos vayan a parar siempre al mismo punto, ni que ese punto provenga siempre de las mismas causas. Todo lo contrario, cree que cada grupo tiene su propia línea de desarrollo, única y diferente.
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