PAPEL DEL DOCENTE EN EL SIGLO XXI Y LAS COMPETENCIAS QUE DEBE CONTAR

PAPEL DEL DOCENTE EN EL SIGLO XXI Y LAS COMPETENCIAS QUE DEBE CONTAR

Profr. Hermilo Martínez Vázquez

Antes de hacer referencia a lo que desde mi punto de vista debiera de ser el rol que debe jugar el docente en este siglo en que ya nos encontramos, se debe de partir del sistema donde se desenvuelve ese docente, para no perder el contexto; elemento importante para hacer esta reflexión.

El sistema educativo existe dentro de una sociedad concreta que, por supuesto, también es un sistema complejo. La educación como tal es uno de los múltiples subsistemas del todo social, fuertemente conectados. En la actualidad el Sistema Educativo Mexicano está en crisis, son muchos los problemas que adolece, desde la corrupción a nivel sindical y oficial hasta, las deficientes instituciones que se dedican formar docentes, caso especifico sería el estado de Veracruz, pasando desde luego por la formación y actualización de los docentes, y de lo poco remunerado que es esta profesión, y que para estos años se habla ya de una devaluación de la profesión docente.

Lo anterior puede ser de manera muy general, el bosquejo de nuestro Sistema Educativo, ahora hablemos del otro, del que se requiere para este Siglo, para finalmente plantarse la transición de uno a otro.

Un sistema educativo orientado hacia las necesidades del siglo XXI debe incorporar una definición de ciencia (conocimiento) que la entienda con el enfoque de investigación y desarrollo, o sea como la actividad humana que explica los diferentes campos de la realidad y genera teoría, tratando de producir cambios en ellos. En este enfoque, el fin fundamental de la ciencia es operar sobre la realidad para transformarla. Este no es un cambio menor, porque supone pasar de una actitud pasiva y contemplativa, a una activa y de intervención sobre la realidad. Es la redefinición que subyace y da razón a la idea de que la escuela no se debe centrar ya sólo en los saberes, sino que debe poder dar cuenta de la formación de las competencias para el hacer. En otras palabras también podemos decir que el conocimiento no se ha promovido, está estancado, somos usuarios de lo que se logró en el pasado pero no se ha recreado, por esa actitud pasiva, contemplativa, hacemos dizque investigación y sólo es hablar de lo que vemos pero no hay propuestas para transformar las inercias.

Aun en estos tiempos, y a pesar de que se han demostrado sus desventajas, se sigue aplicando el paradigma de educación que hemos heredado, que define el aprendizaje como la resultante de un proceso de estímulo-respuesta, en el que tiene un papel preponderante el esfuerzo individual, el estímulo de los textos y la acción de transmisión del docente sobre el alumno.

Un sistema educativo orientado hacia las necesidades del siglo XXI debe entender el aprendizaje como el resultado de la construcción activa del sujeto sobre el objeto de aprendizaje. Supone un aprendiz activo, que desarrolla hipótesis propias acerca de cómo funciona el mundo, que deben ser puestas a prueba permanentemente. Supone la generación de operaciones mentales y procedimientos prácticos que permitan seguir aprendiendo solo, durante el tiempo de vida que está dentro del sistema educativo y también una vez que egresó del sistema educativo formal. Supone también que el maestro y el alumno exploran y aprenden juntos, pero que esta exploración y aprendizaje mutuo puede revestir diferentes formas, desde las más presenciales hasta las más remotas. Ya lo decían aquellos grandes pensadores,”No hay que educar para la escuela, hay que educar para la vida”

Ante esta situación hay que reconocer que la transformación integral que requiere el sistema educativo no solo es modificar los programas de estudio, aumentar los turnos de trabajo, inclusive dotar de tecnología a las escuelas. Para competir en la sociedad del conocimiento no basta con saber las reglas de ortografía, el teorema de Pitágoras o las fechas fundamentales de la historia. Ni siquiera basta con escribir bien, manejar las operaciones matemáticas y conocer los procesos históricos. Es más, ni siquiera basta utilizar enciclomedia, porque cabe decirlo se ha utilizado, en muchos de los casos como un recurso que sirve sólo para transmitir información, que a veces como docente no se tiene, esto no quiere decir que los programas de estudio no sirvan o que los recursos tecnológicos no son eficientes, no, lo que pasa es que se quiere depositar solo en ese manejo, el todo que es a educación, porque ha faltado y hay que empezar a decirlo la formación y la actualización pedagógica de estos recursos, para de verdad obtener mayores provechos.

La sociedad del Siglo XXI requiere de algo más complejo que los meros saberes o conocimientos. Requiere competencias. El viejo paradigma centraba sus esfuerzos en que los chicos supieran. Una buena escuela era aquella capaz de garantizar conocimientos a todos sus alumnos. Hoy pedimos a la escuela no solo saberes, sino competencias. Pero ¿qué estamos entendiendo por competencias? El término competencia hace referencia a un conjunto de propiedades de cada uno de nosotros que se están modificando permanentemente y que tienen que someterse a la prueba de la resolución de problemas concretos, ya sea en la vida diaria o en situaciones de trabajo que encierran cierta incertidumbre y cierta complejidad técnica. La gran diferencia es que la competencia no proviene solamente de la aprobación de un curriculum (plan de estudios), sino de la aplicación de conocimientos en circunstancias prácticas. Los conocimientos necesarios para poder resolver problemas no se pueden transmitir mecánicamente; son una mezcla de conocimientos previos y de la experiencia que se consigue con la práctica, muchas veces conseguida en los lugares de trabajo. Es la capacidad de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones.

Como lo dice nuestro documento de estudio; una competencia es un conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos. dejando claro que las competencias no son en si mismas conocimientos, habilidades, actitudes o destrezas.

Las competencias, son la integración de lo que se, saberes, de lo que puedo hacer, habilidades (motrices, cognitivas, etc.), de mi comportamiento, actitudes. Entonces, las competencias, son un conjunto de propiedades inestables de las personas, que se someten a prueba permanentemente. Lo importante hoy es ser competente, que quiere decir saber hacer cosas, resolver situaciones. Pero como las situaciones son cada vez más complejas, ser competente requiere por un lado de muchos

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