PARA UN MUNDO COMPLEJO, UN PENSAMIENTO COMPLEJO.

PARA UN MUNDO COMPLEJO, UN PENSAMIENTO COMPLEJO.

La Sociedad, las culturas, el conocimiento, las religiones, el mismo pensamiento, están en una constante transformación que cada vez se vuelven más complejos, por la cantidad de información e interacciones que se dan en nuevas situaciones que tienen que enfrentar para su propio existir en un mundo de avances científicos y de una tendencia globalizadora.

El presente ensayo es una reflexión sobre este mundo cambiante y los retos que se enfrentan en todos los ámbitos de acción del ser humano principalmente para su formación y adaptación a este mundo.

Edgar Morín, un estudioso de este fenómeno natural de transformación, ha realizado diferentes estudios y sacado un sin número de conclusiones, tales como: “Las leyes de la organización de lo viviente no son de equilibrio sino de desequilibrio, retomado o compensado, de dinamismo estabilizado” o “ que la inteligibilidad del sistema no debe encontrarse en el sistema mismo, sino también en su relación con el ambiente y esa relación no es una simple dependencia, sino que es constitutiva del sistema”.

Por esa movilidad que tienen todas las cosas no hay un período largo de dominio de las mismas y eso sucede como parte de la misma naturaleza de lo viviente. Por lo tanto todo pensamiento toda acción que se quiera emprender en busca de soluciones a situaciones en los distintos ámbitos debe considerar esta naturaleza y reconocer que es compleja y se debe dominar considerando todas las posibilidades de solución, abordarlas desde distintos puntos de referencia o por distintos caminos.

De esta manera es que se han solucionado problemas gracias a las ciencias sociales y de humanidades tales como: la convivencia de distintas religiones y la tolerancia entre la diversidad de culturas mundiales y hacia el interior de países.

Las culturas, las religiones y las personas reconocen la diversidad como un derecho y como una oportunidad de crecimiento. Esto, requiere entonces de un nuevo tipo de persona que tenga características ideales para sobrevivir en este ambiente de cambios, de relaciones diversas, de avances científicos y de nuevas corrientes de pensamiento.

Es tarea de la educación, la formación de alumnos con un perfil acorde a esta naturaleza, capaz de adaptarse, desarrollando competencias para la vida, como lo dicen los nuevos planes de estudio:” para que pueda desenvolverse en una sociedad que le demanda nuevos desempeños para relacionarse en un marco de pluralidad y democracia, y en un mundo global e interdependiente” y como bien define estas competencias: competencias para el aprendizaje permanente, competencias para el manejo de la información, competencias para el manejo de situaciones, competencias para la convivencia y competencias para la vida en sociedad.

Para esto el maestro se ve en la tarea de crear los ambientes necesarios

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