PLANIFICACIÓN POR COMPETENCIAS

a) “Yo no necesito planear. El plan lo tengo en mi cabeza: tengo muchos años como docente y esta experiencia es más que suficiente”.

Los intereses de una educación de calidad se demuestran mediante el logro de los objetivos que se proponen para cada año escolar en función del desarrollo cognitivo del educando. En tal sentido, la planificación constituye uno de los elementos curriculares de gran significado en la acción pedagógica, donde el docente confronta mayores dificultades al realizarla si no conoce la estructura, el contenido, las formas y momentos de la misma. Planificar es una necesidad en todos los momentos del hecho educativo, por tanto no se puede decir que el plan se encuentra en la cabeza y/o se sabe de memoria. La experiencia que se adquiere en los años de trabajo docente son muy importante para el dominio de los contenidos, pero la planificación es necesaria ya que clarifica qué se quiere lograr, cómo se va a lograr y cómo se sabe que se ha logrado lo que se requiere para el lapso o curso.

En este sentido, no planificar sería dejarlo todo al azar y a la casualidad. El docente debe planificar para anticiparse a la acción. El conocimiento y práctica de la planificación hacen que la enseñanza se torne más objetiva y efectiva, pero no es solo mediante experiencia que se va a manejar el contexto educativo de la planificación; se necesita la adquisición y renovación sistemática de contenidos, estrategias de interacción, actividades y herramientas de aprendizaje para ir a la par de los nuevos procesos educativos y además con las innovaciones tecnológicas que han ido en aumento en los últimos años.

De esta forma, cuando el docente planifica puede dominar el conjunto de elementos que integran las acciones pedagógicas y no se encuentran limitados a proyectar solo lo que han adquirido a través de experiencia en sus años como docente, sino a un amplio desarrollo de las competencias necesarias para una excelente formación del estudiante.

b) “El desarrollo de una clase a veces no es completamente previsible; depende del interés que se logre despertar en los estudiantes, o de la falta de éste, inclusive de sucesos externos al aula. Sin embargo, el hecho de que el docente tenga un plan de clase facilita adaptarlo a los intereses de los estudiantes sin perder de vista las metas de aprendizaje”.

Realmente, se puede hacer una planificación perfecta y tratar de cumplirla a cabalidad, pero hay momentos en que la situación de la clase se dirige hacia otro lado, esto se da por la misma interacción docente – estudiante. También, depende de la dinámica y las estrategias que utilice el profesor para motivar a los estudiantes y que se encuentren centrados en el tema que se está tratando, ya que a partir de allí, los mismos estudiantes van a querer volver a la clase, porque se dan cuenta de que no es aburrida y monótona. De igual forma, la adaptación de los intereses de los estudiantes a la planificación coadyuva en la motivación e interés sobre la misma.

En la planificación, los indicadores de logro van a jugar un papel importante para saber si está dando o no

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