POLÍTICA Y GESTIÓN INSTITUCIONAL EN EDUCACIÓN.
Silvia40Trabajo29 de Octubre de 2016
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U.N.R
FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTES
Postítulo de Formación Universitaria en
POLÍTICA Y GESTIÓN INSTITUCIONAL EN EDUCACIÓN
Seminario:
“EVALUACIÓN”
– Examen Final –
2011
INDICE
Indice 2
Presentación 3
Marco Teórico 4
Evaluación de los alumnos en la E.G.B. 10
Identificadores de calidad educativa institucional 11
Valor como producto educativo
Satisfacción de los alumnos 12
Satisfacción del personal de la institución educativa
Impacto del producto educativo
Diseño metodológico 13
Fases del proceso evaluativo institucional
Contexto de la institución elegida 17
Datos generales
Definición misión institucional 18
Finalidad y objetivo de la evaluación 20
Problemática 24
Redacción del Informe 25
Referencias Bibliográficas 27
PRESENTACIÓN
El presente trabajo desarrollado dentro del marco de la cátedra de Evaluación de la carrera de postítulo de Política y Gestión Escolar de la UNR, tiene por objeto plasmar un Proyecto de Evaluación Institucional, tomando tres ejes básicos que se desarrollaron durante el cursado de la materia.
Ellos son:
- Basamento teórico en virtud de los materiales investigados en el transcurso de las clases que serán citados en la bibliografía descripta.
- Proyecto Educativo Institucional real perteneciente a una Escuela de Rosario.
- Modelo de Proyecto Evaluativo que se pretende desarrollar en la mencionada Institución
Para ello se ha organizado el presente escrito priorizando desde un primer momento aspectos del marco teórico que fueron trabajados durante la cátedra y que a nuestro entender son fundamentales como sostén de nuestra idea de Proyecto Institucional ya que muestran cómo en el transcurso del tiempo se ha trabajado en las diferentes Instituciones con las propuestas Evaluativas de cada época, teniendo en cuenta el pensamiento de los diferentes autores que investigaron sobre procesos evaluativos institucionales.
También fueron extraídos del Proyecto Educativo Institucional datos relevantes que nos presentan a la Unidad Educativa en toda su dimensión.
La tarea realizada cobra significatividad a los efectos de mostrar el campo en el cual nuestro Proyecto Evaluativo será puesto en práctica.
Finalmente hemos creado un modelo de Proyecto Evaluativo basado en aspectos formales utilizados en distintas épocas pero en condiciones de ser aplicado en la Institución elegida para tal fin.
El mismo, no se introduce en parámetros innovadores sino que pretende respetar los pasos o fases clásicos de un proceso evaluativo institucional que ponga de manifiesto aspectos de valoración al futuro desarrollo de la Institución teniendo en cuenta su propia historia.
MARCO TEÓRICO
Juan Antonio Torres Gonzalez considera que evaluar al alumno es importante, pero que esto debe realizarse al amparo de la institución, su profesorado, los programas, los medios y los recursos. Y que esto permitirá recoger información variada y útil en la toma de decisiones para aumentar la calidad del sistema educativo en general y particular.
Agrega que en evaluación educativa nada es definitivo, todo es momentáneo, sujeto a cambios y transformaciones internas y externas. Que hay fuertes desigualdades entre los individuos, pueblos, naciones. Que la globalización afecta a la identidad de los sujetos ya que todos no ocupamos el mismo lugar en la sociedad y la cultura y ello puede generar exclusión y desigualdades en aquellos que no tienen posibilidades de acceder a la red económica, política y cultural globalizada, así como importantes desequilibrios sociales.
El mismo autor realiza un recorrido por la historia a fin de mostrar los procesos por lo que ha atravesado la evaluación y las corrientes que intervinieron en su organización.
Comienza situando a la evaluación positiva desde la visión psicológica en los siglos XVIII y XIX y primeros años del XX, con la aplicación y el desarrollo del método científico en las ciencias naturales y su traslación a otras del ámbito social. Con lo cual, las primeras traslaciones que se hacen de ahí, al campo educativo, consisten en elaborar pruebas y mediciones sobre aspectos psicofísicos y psicobiológicos relacionados con las capacidades sensoriales, mentales y los resultados de aprendizaje fundamentados en mediciones, control de variables, experimentación y cuantificación de aprendizajes: coeficientes intelectuales, memoria, fatiga, escalas de vocabulario, ortografía, escritura, lectura y los rendimientos académicos.
Para 1950, con Tyler[1], se realiza la evaluación positiva desde la visión pedagógica. En este período la evaluación, dice Torres Gonzalez, por primera vez es considerada como un proceso consistente en determinar hasta qué punto los objetivos han sido alcanzados. Y trabajar con objetivos supone establecer primeramente criterios, a partir de los cuales es más fácil emitir juicios de valor.
Ya en los sesenta, considera que se desencadenaron acciones de distinto rango encaminadas a mejorar y potenciar el sistema:
- Repercusión en la socialización, democratización y desarrollo de un país (EEUU)
- Promoción de grandes proyectos para desarrollar y mejorar planes de estudios
- Intervención federal frente a las administraciones locales y estatales
- Aparición de los conceptos: valor y toma de decisiones
Cronbach pone énfasis en la toma de decisiones. Dice que la evaluación debe entenderse como un proceso interno al desarrollo de los programas sin esperar que estos se acaben.
Glacer mantiene la importancia que tienen los objetivos incidiendo más en cómo medirlos y no tanto en cómo se establecen o formulan.
Scriben dice que lo primero que hay que debe determinar la evaluación es si los objetivos que se proponen tienen valor. Diferencia evaluación intrínseca: se valora el objeto en sí mismo y extrínseca: evalúa los efectos que este produce.
Propone la evaluación formativa, dirigida a los responsables educativos con la intención de mejorar, cambiar, modificar, el diseño y la sumativa: como modo de justificar los aprendizajes, servir de certificación de los mismos, dejando constancia tanto para el alumnado, la administración y los profesionales.
Esta cuestión provocó la proliferación de modelos evaluativos enraizados en los anteriores enfoques.
Siguiendo la línea de Tyler, Torres Gonzalez, cita a Suchman en 1967, como representante de esta corriente, según la cual la evaluación debe supeditarse a la lógica del método científico, el modelo se caracteriza porque el evaluador debe ser un investigador y aquí la evaluación incluye los valores personales.
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