POSTCONFLICTO EN COLOMBIA

EL PROCESO DE PAZ, FIN DE SIGLOS DE VIOLENCIA

La llegada de los europeos a tierras americanas trajo consigo la violencia, pues a pesar de existir en nuestro continente problemas entre las tribus, no tenían la trascendencia que llegó a tener hasta nuestros días. La conquista se logró a la fuerza, cambiando nuestra cultura, a extremos tales, como asesinar a los indígenas pobladores para que los demás se convirtieran a la nueva religión.

La colonia trajo consigo sus propios contextos, europeos y criollos, tenían la ambición por el poder, lo que segó los sueños de independencia en 1.810, cuando con el grito de Independencia a raíz de la solicitud de préstamo de una pieza de decoración (al parecer un florero) para la mesa, en un homenaje que se realizaría a Antonio Villavicencio, Comisario Regio del gobierno español. Los patriotas americanos tenían un plan diseñado para alborotar al pueblo, alegando que Llorente no quería prestar el florero y que no respetaba a los americanos.

Ya se había tenido otro connato de Independencia con los Comuneros, pero este fue el chispazo para lograr la libertad de los americanos frente a los españoles, quienes sostenían una guerra en Europa y no contaban con gran cantidad de fuerzas militares. Pero esta oportunidad se vino al suelo, ese mismo año los españoles hubiesen podido ser expulsados de nuestros territorios, pero las divisiones entre los patriotas, permitió que se propiciaran pugnas entre los mismos, trayendo como consecuencia que la corona española enviara a Pablo Morillo, “El Pacificador” y muchos de ellos fueran asesinados.

Las peleas internas se dieron porque había luchadores como Antonio Nariño que pretendían independizarse definitivamente de los reyes de España, mientras que otros como Camilo Torres, José Acevedo y Gómez… buscaban un puesto en el poder a órdenes de los españoles.

La independencia llegaría con las batallas de Boyacá y El Pantano de Vargas en 1819; nos liberamos de los españoles pero las pugnas internas por el poder continuarían, como lo vemos hasta nuestros días. En todo este periodo post español, hemos tenido muy pocos momentos de paz: se han presentado conflictos como la Guerra de los Mil Días, una de las más trágicas de nuestra historia.

La brecha social y económica, ha propiciado que estos problemas se perpetúen, llegando a extremos de asesinar a grandes líderes; y fue con la muerte de uno de ellos que la situación se agravó; el 9 de abril de 1948, el líder liberal y virtual presidente de la República, Jorge Eliécer Gaitán fue inmolado en el centro de Bogotá: esto trajo como consecuencia lo que se llamó El Bogotazo, miles de personas salieron a protestar, aunque se llegó al vandalismo. Vendría el golpe de Estado de Rojas Pinilla el 13 de Junio de 1953, estando de Presidente encargado, Roberto Urdaneta, en ausencia del Presidente Laureano Gómez, quien se había ausentado por causas de salud.

Los líderes políticos liberales y conservadores buscaron la solución con el Frente Nacional, un periodo de 16 años en que se rotarían el poder. En la madrugada del 10 de mayo de 1957, Rojas Pinilla decide abdicar y es sustituido por un gobierno militar de transición, partiendo ese día al exilio a España.

Este panorama propició el nacimiento de los diferentes grupos guerrilleros; en 1964, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC; El 7 de enero de 1965, el Ejército de Liberación Nacional ELN; en julio de 1967, el Ejército Popular de Liberación EPL; 17 de enero de 1974, producto del presunto fraude en las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970 en las que ganó Misael Patrana Borrero al General Rojas Pinilla, nace el Movimiento 19 de Abril M-19; en 1984, nació el Movimiento Armado Quintín Lame MAQL.

El 8 de marzo de 1990 el M-19 realizó la entrega de armas en su campamento de Santo Domingo, liderado por su comandante Carlos Pizarro León-Gómez. Con esta desmovilización se convierte en grupo político, tomando el nombre de Alianza Democrática M-19. Varios de sus líderes fueron asesinados después de la desmovilización, entre ellos su líder y candidato presidencial Carlos Pizarro. El Presidente de la época era Virgilio Barco. También durante ese gobierno se desmovilizó el Grupo Quintin Lame y parte del EPL.

Las conversaciones que se han realizado con las Farc y el ELN desde la década de los 80, han sido infructuosas y se han retomado varias veces. El peor momento para lograr un acercamiento se presenta durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, quien recibió el poder a Andrés Pastrana Arango, quien había realizado un esfuerzo de negociación con el despeje del Caguán. Estas conversaciones fracasaron, especialmente cuando se presentó el atentado a las Torres Gemelas en EE.UU. y se le diera el estatus de terroristas a las guerrillas; esto quería decir que a los combatientes se les quitó el estatus de beligerancia, lo que hacía casi imposible una desmovilización.

Colombia, un país que pregona la paz, permitió que esta se politizara, y en 2002, Álvaro Uribe Vélez, gana las elecciones con un discurso de guerra, en el que prometía derrotar a las guerrillas colombianas en el corto tiempo. Pero como era de esperarse, y a pesar de pregonar el debilitamiento de estas, no se logró con este objetivo. Es más, se presentó a la reelección, estuvo otros cuatro años en el poder, es decir, 8 años en total y no se acabó con la insurgencia.

En 2010, llega a la presidencia Juan Manuel Santos; se empiezan unos diálogos serios con las FARC, los que se concretan en La Habana - Cuba, donde ya se han llegado a unos puntos de acuerdo. Estas negociaciones tienen muchos contradictores, especialmente en las huestes uribistas, quienes están criticando a toda hora.

Aprovechando estas negociaciones, el candidato-presidente, Juan Manuel Santos, logró su reelección el pasado 15 de junio, pues él logró llevar al candidato de Uribe Vélez, Óscar Iván Zuluaga, a tener como centro de discusión el tema de la paz, un oportunismo político que le funcionó, pues la mayor parte de los colombianos que votaron por Santos, lo hizo en contra del guerrerismo uribista y no por considerar que Santos sea el dirigente que necesita el país.

Lo anterior demuestra que el pueblo colombiano no tiene una cultura política consistente porque elección tras elección dejan que las mismas se polaricen y finalmente los medios de comunicación les manejen la idea que sólo hay dos candidatos, a pesar de contar con otros que pueden tener mejores intenciones y capacidades. En los últimos años a través de las Pruebas Saber, se ha querido fortalecer las Competencias Ciudadanas, para cambiar esa situación.

Algunas opiniones referentes al Proceso de Paz:

“Cada vez que hay ceses bilaterales, hemos aprendido que lo hacen para tratar de reponerse y fortalecerse, lo hacen para eso y por eso no vamos a permitir eso. Acá no se persigue a nadie porque tenga simpatías con un grupo, eso lo establece la Constitución y la Ley, habrá gente que no le guste, pero a las personas de las Farc que se persiguen no es porque hagan parte de un grupo sino por terrorismo, narcotráfico, homicidio, reclutamiento de menores”, señaló el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. COLPRENSA. (16 de 05 de 2014). PERIÓDICO EL UNIVERSAL. Recuperado el 30 de 06 de 2014, de http://www.eluniversal.com.co/colombia/cese-al-fuego-pone-al-proceso-de-paz-en-la-agenda-electoral-159832

La palabras del Ministro Juan Carlos, que parecería el Ministro de Guerra, no hacen bien a un proceso de paz, pues sus intervenciones en los medios de comunicación son continuas y en un tono desafiante y amenazante frente a los grupos guerrilleros, lo que en un momento determinado podrían torpedear las negociaciones.

“Después de que este martes se anunciara el inicio de diálogos de paz con la guerrilla del ELN, las reacciones no se hicieron esperar. El ex guerrillero León Valencia aplaudió la apertura de una nueva mesa de diálogo y calificó el tema como un “gran anuncio histórico para el país”. “Le contaron al país que las victimas van a ser el centro, le contaron al mundo que venían dialogando desde hace algún tiempo y esto es legítimo. Esto dice mucho de Juan Manuel Santos y su proyecto político”, señaló Valencia, añadiendo que “Santos se la jugó a fondo con el tema de la paz y este ya no tiene reversa”. (Política, 2014) Política, R. (10 de 06 de 2014). El Espectador. Recuperado el 30 de 06 de 2014, de elespectador.com: http://www.elespectador.com/noticias/paz/santos-se-jugo-fondo-paz-leon-valencia-articulo-497471

León Valencia, es uno de los analistas políticos más importantes del país, y hace un buen pronóstico de cómo van las conversaciones en la Hábana, a tal punto, que el ELN, el segundo grupo guerrillero de Colombia, está en diálogos serios y adelantados para unirse al proceso de paz.

“Una vez se haya logrado un acuerdo, Colombia podrá ponerse a la tarea de sanar las heridas invisibles de las memorias trágicas y de las narrativas que generan el odio y la violencia, dice Camilo Azcárate, experto en resolución de conflictos con estudios en la universidad de Massachusetts. Porque con el reconocimiento a las víctimas viene el pedir perdón; y con ello, la reconciliación; y con ella, la paz. Los colombianos debemos acostumbrarnos a pedir perdón cuando nos equivocamos. Por ahí se tiene que empezar. Todos en Colombia tienen que mirar a quiénes han victimizado y decir: cometimos un error y esto es lo que vamos a hacer para que no vuelva a suceder en el futuro, y para resarcirlos. La reconciliación consiste en que después de mirar hacia atrás, hay que mirar hacia adelante”. (Vargas, 2014) (Política, elespectador.com, 2014) Política, R. (07 de 06 de 2014). elespectador.com. Recuperado el 30 de 06 de 2014, de http://www.elespectador.com/noticias/paz/santos-reitero-importancia-de-acuerdo-habana-articulo-497047

En este sentido, es necesario que las víctimas sean tenidas en cuenta, pues en el país hay millones de desplazados y miles de personas que han perdido a sus familiares por cuenta del conflicto armado, no tanto por las acciones directas de la guerrilla, sino por los enfrentamientos con las Fuerzas Armadas de Colombia, la acción de otros grupos como los Paramilitares creados con la excusa de combatir la guerrilla.

Pues bien, si los diálogos de paz son importantes para el país, no basta con reconocer a las víctimas, ni devolver tierras; esto debe venir acompañado de una política social y económica que permita combatir las causas del problema, los mismos que se tenían en los comienzos del conflicto y la realidad actual: la desigualdad social.

Por esto, para que el futuro sea mejor, se requiere que se tenga una política seria para combatir el desempleo, una política de salud para todos, educación, vivienda, Reforma Agraria… es decir, oportunidades para cada uno de los colombianos. Sólo si se logra crear un contexto que brinde seguridad social y económica a los ciudadanos la paz será duradera, porque el hambre, las penurias, el maltrato, la discriminación, la exclusión… son el abono para el surgimiento de grupos guerrilleros y paramilitares.

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