PROBLEMÁTICA DEL TRABAJO PROFESIONAL DOCENTE

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INFORME FINAL

PROBLEMÁTICA DEL TRABAJO PROFESIONAL DOCENTE

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PROFESOR:DIUMACÁN CLAUDIO

TRABAJO REALIZADO POR:

CHRISTIAN CECCHINI Y MATÍAS MINGARDI MINETTI

Noviembre del 2017

Introducción

La vida de las aulas difícilmente podemos señalarla como objetiva, lo que ocurre en ella es interpretada por los diferentes actores implicados en la misma. La idea que se tiene de lo que allí ocurre (construida por profesores, alumnos, equipos directivos, padres y personal que tiene que ver con estas Instituciones Educativas), no es homogénea. Sin embargo, individual y grupalmente, por una parte guía el proceder de todos ellos de acuerdo con su responsabilidad y compromiso y proyecta una imagen social de lo que allí ocurre.

EL TRABAJO EN LA NUEVA ESCUELA

En todos los colegios tenemos una organización en la cual debemos trabajar en una práctica de una forma de mirar, clasificar, tipificar la realidad que la normativiza, en el sentido que se impone sobre los hechos una norma que regula y ordena. Pero el problema es que se piensa a las escuelas como parecidas entre sí, los alumnos como parecidos entre sí, los docentes parecidos entre sí. Esta norma define criterios que se fijan como objetivos y como principios reguladores de las prácticas; claro ejemplo son los alumnos desviados que no dan con el perfil esperado, esos docentes que no hacen lo que deben, esas familias que no responden como deberían responder. Pero esto suscita una pregunta, la cual a que pensemos en quién define lo “normal”, quien puede asegurar que mantenerse en el marco de algunas de estas “normalidades” no implica simplificar la cotidianeidad de la escuela.

Nos encontramos en momentos de descolectivización y desligadura, rasgos propios de estos tiempos. No es menor hablar de procesos de ayuda y acompañamiento institucional en contextos de este tipo, cuando quizás como una manera de alejar una amenaza o un riesgo que nos puede alcanzar a todos, a veces es difícil aceptar que se atraviesan situaciones de dificultad, como también no se cuentan con condiciones apropiadas para promover el trabajo con otros, el pensar juntos, el ensayo y el error como pasos previsibles en el trabajo institucional. Así lo que no se puede, lo que está mal queda encapsulado en un grupo, en un colectivo, en un sujeto.

El trabajo escolar no sólo implica una manera de llevar adelante una acción, resolver una situación o dar determinada respuesta sino que significa además maneras de relacionarse, vincularse, posicionarse con otros. Requiere para su desarrollo de un conjunto de estipulaciones y reglas que se ajustan, revisan, vuelven a mirar lo ya conocido, con diferente grado de regularidad. Entre la realidad del trabajo institucional y lo que en esa misma organización se prescribe, hay una distancia y es quien lleva adelante ese trabajo quien se ocupa de saldarla. Con lo dicho vemos que surgen reglas que responden a intentos de encontrar nuevas estrategias, reglas “a medida” de los fenómenos escolares. El avance en las instituciones implica que docentes y autoridades en conjunto desarrollen proyectos para la mejora institucional en convivencia y aprendizaje. Un plan de seguimiento debe ser diseñado para monitorear el proceso tanto en las acciones desarrolladas, como en los recursos humanos responsable de ejecutarlas que sean capaces de apropiarse del mismo y de líderes institucionales que lo acompañen tanto a nivel personal como técnico.

Se debe considerar la implementar un sistema de seguimiento y monitoreo basados en el ser y el saber, donde se va constatando logros y desaciertos de un plan, recopilando información para lograr las correcciones necesarias que hagan llegar al cumplimiento de metas propuestas. Los indicadores a monitorear son el tiempo, el uso de recursos, espacios, impacto de los resultados en diferentes áreas. El Seguimiento como un proceso de acompañamiento que se basa en evidencias concretas que nos hace copartícipe de logros y fracasos para alcanzar con mayor éxito metas y objetivos propuestos y reflexionar sobre los resultados obtenidos.

El responsable del seguimiento y monitoreo debe tener ciertas características que permitan con más eficacia ejecutar el proceso de evaluación, tanto en el ámbito de los conocimientos y habilidades como actitudes. El seguimiento y monitoreo, nos proporciona datos e información para la adecuación necesaria del plan de mejora o proyecto educativo. Este proceso permite la toma de decisiones y el control de logros sobre la base de indicadores que evidencian el nivel de los objetivos alcanzados. Un sistema de seguimiento y monitoreo establece indicadores de desempeño de acuerdo a los recursos disponibles, al tiempo, el o los responsables de sus resultados y los medios de verificación.

Esto tiene importancia en casos de situaciones de riesgo. Por medio de una guía federal de orientaciones para la intervención educativa en situaciones complejas, se propone establecer criterios de intervención en problemáticas complejas, debido a que afecta las interrelaciones cotidianas de las comunidades e impacta muchas veces en la convivencia escolar. Entre las acciones de prevención propone una escuela institucionalmente comprometida configurando un espacio para mejorar la calidad de vida, que tendrá como resultado el fortalecimiento de vínculos individuales y sociales, argumentando que la estrategias de prevención deben ser propuesta por cada escuela en particular debido a que la guía no puede ofrecer recetas generalizadas para realidades diferentes.

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