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PUEBLOS GUERREROS PROVOCADOS HASTA EL GENOCIDIO


Enviado por   •  18 de Junio de 2015  •  Tesis  •  2.387 Palabras (10 Páginas)  •  135 Visitas

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Memorial de los vecinos del departamento de Tacna:TESTIMONIO:

PUEBLOS GUERREROS PROVOCADOS HASTA EL GENOCIDIO

Por: Marco A. Huaco P.

Lo que relataré a continuación proviene de mi propia experiencia como asesor legal de comunidades Awajún y Wampís del Cenepa, en Amazonas, y es un testimonio directo que a mi juicio, muestra indicios políticos –todavía no pruebas jurídicas- que apuntarían hacia una deliberada estrategia de provocación estatal y empresarial contra las naciones Awajúns y Wampís con dos claros objetivos: en lo estratégico, aplastar la protesta y el movimiento indígena nacional; en lo táctico, desprestigiar ante el país a esos dos pueblos y así facilitar el ingreso de empresas extractivas transnacionales en sus territorios.

Que cada quien sea libre de sacar sus propias conclusiones. La golpeada y sufrida familia policial peruana ya está comenzando a sacar las suyas, rompiendo con su tradicional y disciplinado silencio, en aras de la verdad y la justicia (véase el testimonio de un mayor retirado sobre la muerte de su hermano policía en el que se refuerza la hipótesis de una provocación deliberada).

Lo que altos funcionarios y ejecutivos del Gobierno y de empresas mineras sí saben, pero no sus subordinados enviados como carne de cañón.

“¿Usted sabe quiénes son los Awajún, conoce algo de su historia, señor Vigil?” le pregunté al ejecutivo de la empresa minera Afrodita (o Dorato Resources Inc., que es lo mismo) retenido por indígenas de varias comunidades en Huampami, distrito de El Cenepa en enero de 2009 . Yo había viajado hasta allá para persuadir a los nativos de que accedieran a liberarlos y que la sangre no llegara al río con el consiguiente luto de 06 familias y el desprestigio de la legítima y justa lucha indígena por la vida y salud de sus familias… Me respondió que no sabía nada especial sobre ellos. “…Pero cualquiera se entera leyendo en internet, señor. ¿Y Afrodita no tiene antropólogos contratados que los asesoren y les expliquen cuál es la cultura de los pueblos donde piensan hacer minería?”, la respuesta fue nuevamente negativa. “¿Pero al ser designado como supervisor de esta zona, sus jefes (Jorge Bedoya, Valentín Paniagua Jara, Carlos Ballón) no le dijeron nada sobre cómo fue mutilado un Parque Nacional que contaba con apoyo indígena para favorecer a su empresa?”. Nuevamente no…

Estas preguntas se las hacía al finalizar 06 días psicológicamente extenuantes, impredecibles y sumamente tensos en los que seis personas (este ejecutivo de aprox. 60 años, con un bypass en el corazón e hipertenso, un joven empleado, dos agentes de seguridad –uno de ellos con una camiseta que decía “FBI”- y dos guías indígenas) estuvieron retenidos por 300 indignados pobladores –cantidad que aumentaba con el correr de los días- que ya habían expresado al Estado mediante numerosos comunicados públicos, cartas y memoriales su total rechazo a la actividad minera desde más de una década atrás. Ni el Gobierno, ni los dueños de la empresa minera Afrodita/Dorato, ni los indígenas eran actores que se desconocieran entre sí.

La empresa minera Afrodita estaba muy bien advertida por los dirigentes aguarunas de que no eran bienvenidos en sus tierras y de que no podían responsabilizarse de cualquier cosa que pudiera suceder en adelante. El último aviso les llegó mediante una carta fechada 17 de diciembre de 2008 (ver páginas uno y dos), pero los Altos Ejecutivos tampoco hicieron caso. Pusieron en aprietos a los Apus locales y en riesgo de una inminente tragedia a sus empleados. Esto no podía entenderse sino como una total irresponsabilidad hacia la vida de indígenas y de la comitiva enviada.

a. El Gobierno sabía que las naciones Awajún y Wampís fueron -y todavía son- cultural y militarmente indoblegables y pueblos particularmente orgullosos.

Mi desacuerdo con la retención de esta gente fue expresado con el debido respeto a la autoridad y soberanía de la Asamblea Comunal (tengo pruebas y el hecho de que fui el único foráneo que llegó a la comunidad hasta que se logró la liberación); pero con el mismo respeto fui refutado con respuestas que nos ilustran sobre las consecuencias de violar el derecho a la consulta contenido en el Convenio 169 de la OIT: “doctor, ellos han violado nuestro territorio como tú muy bien sabes”, “es la única manera para que el Gobierno nos responda, nos escuche y nos explique de por qué aprueban minería en nuestro territorio sagrado donde están enterrados nuestros viejos y del cual vivimos”. “Pero hermanos, por principio los Gobiernos no tienen la política de dialogar bajo presiones…”. Una madre responde: “Entonces serán mártires de la minería y nosotras mártires de nuestro pueblo”.

¿Mera palabrería?. El Instituto de Recursos Naturales (hoy SERNANP), organismo del Ministerio de Agricultura, sabía muy bien que estos pueblos no pueden ser traicionados, que la palabra empeñada con ellos es inviolable, que mejor es no prometer nada antes que mentirles o hablarles con ambigüedades engañosas, que los indígenas son celosos de su autoridad consuetudinaria sobre su rico territorio, que en particular los Awajún y Wampís nunca fueron conquistados por los sanguinarios Mochicas, por el arrasador Imperio Incaico, por los colonialistas españoles ni por los codiciosos explotadores del oro y del caucho de la época republicana. Y que fueron entusiastas y habilísimos soldados en las guerras limítrofes contra Ecuador, donde ellos murieron mientras sólo los oficiales mestizos y blancos eran condecorados. Además con una cultura riquísima, compleja y milenaria, motivo de admiración de todos aquellos que la han estudiado. Y con una sabiduría ancestral francamente sorprendente. Con vicios y defectos como todo grupo humano (no hablamos de extraterrestres ni de ángeles, nadie pretende mitificarlos), pero pueblos admirables.

Aunque dudo de que su valor humano sea apreciado por los Altos niveles del Gobierno, de lo que sí estaban al tanto era de la tradición guerrera Awajún y Wampís. El Poder Ejecutivo sabía bien de qué se trataba aquél 05 de junio en Bagua. En la primera parte de este artículo cité algunos extractos oficiales de INRENA, enviados a diversos Ministerios del Poder Ejecutivo y a la Presidencia del Consejo de Ministros en 2007. Aquí ofrezco más de ellos:

“Estos grupos indígenas han mantenido su identidad ajustando los diversos desequilibrios que se iban produciendo. Supieron defender fieramente sus tierras de los invasores: Incas, españoles, exploradores y colonos. Poseen una fuerte identidad y se sienten orgullosos de ella”.

“Los awajún y wampís tienen una gran capacidad

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