Pasión: Una Herramienta De Consumo Y Despojo

Pasión: una herramienta de consumo y despojo

“Hoy el futbol es una mercancía, creada, calculada, una mezcla de capital trasnacional e identidades colectivas que producen ganancias, es una vía del despojo por otros medios

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Hoy somos individuos para elegir, sujetos para consumir y personas para producir. No hay objeto, animal, vegetal, sentimiento, idea y cuanta cosa se nos ocurra, que no sea potencialmente una mercancía, un bien de consumo susceptible de ser comprado por quien pueda pagarlo. Capitalismo, es el nombre que lleva un modelo económico donde el valor supremo es el dinero, donde todas la personas somos mercancías y tenemos un precio.

Cada día hay cosas nuevas para comprar, para consumir. Las necesidades se crean y se inventan diariamente. Hoy, no imaginamos la vida sin celular, sin computadora, sin televisor, sin lavadora, sin autos, sin loción, sin crema para peinar, sin shampo, sin crema de dientes.

Como si no fuera poco con el bombardeo diario de “necesidades” inventadas, las industrias de consumo recurren a la sensibilidad humana, a los sentimientos con tal de vender. Se recurre a los sentimientos desbordados para promocionar el consumo, por ejemplo mujeres casi desnudas para vender cualquier cosa –desde zapatos hasta sobreros, de dulces para niños hasta bebidas refrescantes-; del deporte se hace un motivo para matar y morir; de las fiestas un escenario de alcohol y violencia. Deseo, odio, sexo, alegría, tristeza y amor son las estrategias publicitarias más efectivas.

Nadie se detiene a pensar la magnitud del impacto negativo que han causado las industrias de consumo sobre una amplia variedad de aspectos sociales, culturales, económicos, ambientales, morales y políticos. Caca cola, la FIFA, McDonald, Monsanto, Bayer, Natura, Avon, Bavaria y muchos nombres más día a día acumulan una incuantificable deuda con la humanidad a medida que los ceros aumentan en sus ganancias.

Se preocupa Coca-Cola por las miles de toneladas de botellas platicas arrojadas la mar? Se preocupa Monsanto por los millones de litros de agua contaminados por su famoso herbicida? Se preocupa Avon por un trabajo digno para las mujeres? Le importa a Bavaria los cientos de Alcohólicos que caminan en las calles? Se preocupa McDonald por los cientos de gases de efecto invernadero provocado por su sistema de cría intensiva de vacas? Le preocupa a APPLE, Samsung y Sony los miles de muertos por las guerras del coltan en África para sus equipos de última tecnología? Nos preocupa eso a quienes consumimos?

Todo parece indicar, que si deseas tener éxito en un negocio se debe invertir en productos ligados estrechamente a la pasión. Venderlos de tal manera que se presenten como un fenómeno tan fuerte que no hay voluntad, razón o actitud que se interpongan entre la mercancía y el deseo

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