¿Por qué no es correcto afirmar que los estudiantes de secundaria, por ser adolescentes, están en situaciones de riesgo?

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¿Por qué no es correcto afirmar que los estudiantes de secundaria, por ser adolescentes, están en situaciones de riesgo?

A lo largo de lo que hemos aprendido tanto en las materias de nuestra formación docente como en nuestras jornadas de observación y práctica docente, nos hemos dado cuenta de la manera en cómo los adolescentes están en constantes cambios físicos, psicológicos y sociales, mismos que resultan confusos y contraproducentes al momento de desarrollar actividades dentro y fuera del aula.

Si bien, se puede decir que los alumnos poseen sus estilos de pensamiento y aprendizaje, aunque es factible decir que estos estilos se van deteriorando conforme van cambiando en la adolescencia, sobre todo en los aspectos psicológicos y sociales. Catherine Steiner-Adait (1990) menciona que los y las jóvenes tienen que enfrentar situaciones diferenciales en el proceso de "cambio" que implica la etapa de la adolescencia. Es por eso que nosotros decidimos la estrategia, si hacer que él trabaje sobre sus propios pensamientos o que le ayudemos sentimental o emocionalmente para que se les facilite sus trabajos, aunque estoy más de acuerdo con la primera opción. A todos esos cambios se les refleja y se les denomina como necesidades básicas de los alumnos, mismas que como docentes hemos de prestarles atención para el propósito de desarrollar sus procesos cognitivos, integrarlos como aula y corregir conductas inapropiadas para el buen reforzamiento de valores.

Con este planteamiento, podemos deducir que cada uno de los adolescentes estudiantes de las escuelas secundarias están en situaciones de riesgo. Conflictos es sus entornos familiares, escolares, sociales, físicos, sexuales, drogadicción, etc. Las Naciones Unidas (1997) señalaron que los, embarazos, abortos, maternidad en mujeres, paternidad, vicios en alcohol o drogas en hombres, delitos sexuales, etc., son temas polémicos formando parte de la cotidianeidad en su etapa.

Sí, el propósito de esto es determinar por qué no es correcto decir que los estudiantes de secundaria estén en situaciones de riesgo. Es por eso que los docentes tenemos mucha carga para evitar que esto suceda. Los cambios hormonales, generadores de estos cambios visibles, invisibles, gestuales, no gestuales, son sumamente influenciados en su trayectoria de vida, al menos en su proceso de niñez y adultez. Pero con ello debemos partir en lo que no queremos que ocurra, una propuesta como tal; que no estén en una situación de riesgo, lo podemos evitar, claro está. El ser vulnerables o susceptibles a ello, no es afirmación a que estén en riesgo de padecer o vivir alguna situación en donde peligre su rendimiento, nivel o vida de manera parcial o total.

Podemos partir en un propósito: sabemos que los adolescentes buscan lo novedoso y querer resaltar ante los demás, buscando caminos fáciles y tener permanencia. Pero el tener seguridad varía dependiendo la seguridad que reflejen, así como la autoestima que demuestren, mismo que se tiene un estudio complejo para determinarlo. También un punto que siempre lo he pensado, es que la sociedad como tal es un factor importante que debemos tomar en cuenta ya que, desgraciadamente (lo llamaremos así) pone las “reglas”, “normas” o “lineamientos” que los adolescentes creen los ideales para ser “importantes”, “únicos” o diferentes al resto. Otros solamente buscan aceptación y respeto a lo que quieren hacer, a lo que desean realizar y a lo que creen.

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