Protocolo De Trabajo En Espacios Reducidos

PROTOCOLO DE TRABAJO EN ESPACIOS CONFINADOS

1.- CONSIDERACIONES PREVIAS

Según la NTP 223 se entiende por espacio confinado como:

a “cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador.”

Existen dos tipos de espacios confinados:

1. Abiertos por su parte superior y de una profundidad tal que dificulta su ventilación natural: fosos de engrase de vehículos, cubas de desengrasado, pozos, depósitos abiertos, cubas.

2. Espacios confinados cerrados con una pequeña abertura de entrada y salida: reactores, tanques de almacenamiento, sedimentación, etc; salas subterráneas de transformadores, gasómetros, túneles, alcantarillas, galerías de servicios, bodegas de barcos, arquetas subterráneas, cisternas de transporte.

Por lo tanto, este protocolo de trabajo se centra en el segundo tipo, ya que se trata de la realización de trabajos en alcantarillas de 60 a 200 cm de diámetro.

Los motivos de acceso a espacios confinados son diversos y se caracterizan por la infrecuencia de su entrada, realizada a intervalos irregulares y para trabajos no rutinarios y no relacionados con la producción, tales como los siguientes:

• Construcción del propio recinto

• Limpieza

• Pintado

• Reparación

• Inspección

Como conclusión, el objeto de este protocolo es informar a los trabajadores, de forma breve y sencilla, sobre las medidas de seguridad que deben ser tomadas para desarrollar el trabajo en espacios confinados.

1.- FORMACIÓN Y ADIESTRAMIENTO

Uno de los principales factores causantes de accidentes de trabajo en espacios confinados es debido a la falta de conocimiento sobre el riesgo, por lo que es primordial formar a los trabajadores para que sean capaces de identificar lo que es un recinto confinado y la gravedad de los riesgos existentes.

Estos trabajadores deberán ser instruidos y adiestrados en:

• Prevención de Riesgos Laborales y la específica en Espacios Confinados

• Riesgos potenciales y medidas de seguridad

• Procedimientos de rescate, evacuación de víctimas, así como en primeros auxilios

• Utilización de equipos de salvamento y de protección colectiva e individual.

• Sistemas de comunicación entre interior y exterior

• Utilización de equipos de ensayos de la atmósfera

• Tipos y usos de equipos de extinción de incendios.

Es de vital importancia la realización de prácticas y simulaciones periódicas de situaciones de emergencia y rescate.

3.- IDENTIFICACIÓN Y EVALUCIÓN DE RIESGOS

Antes de una rigurosa identificación de riesgos, es necesario disponer de la máxima información sobre los posibles espacios confinados existentes en la empresa, con especial atención en las alcantarillas; para ello se elabora una ficha-registro, teniendo en cuenta el historial de incidentes, accidentes o trabajos realizados en la empresa en lugares que presenten las condiciones que se dan en los mismos y en los que se tenga en cuenta, los datos fundamentales, referentes al propio espacio confinado o su entorno, así como:

• Accidentes, incidencias

• Resultados de evaluaciones ambientales

• Proximidad de líneas de conducción de gas, electricidad, etc.

• Inundaciones súbitas

• Vertidos peligrosas en la zona

• Características propias del espacio confinado

• Trabajador cualificado en la empresa que pueda ser autorizado.

Estas actividades al ser de carácter previo y dentro de la gestión preventiva de la empresa, se engloban en la parte de identificación de riesgos que posteriormente formará parte en su caso si no son eliminados de la evaluación de riesgos de acuerdo con lo previsto en el art 15.1 a) de la LPRL. Por lo que en algunos casos se podrán eliminar las actividades que se deben realizar en los mismos y clausurarlos.

3.1. GENERALES

Como riesgos generales se consideran aquellos debidos a las deficientes condiciones materiales del espacio como lugar de trabajo, dejando aparte la peligrosidad de la atmósfera interior. Destacan:

• Riesgos mecánicos

o Equipos que pueden ponerse en marcha intempestivamente.

o Atrapamientos, choques y golpes, por chapas deflectoras, agitadores, elementos salientes, dimensiones reducidas de la boca de entrada, obstáculos en el interior, etc.

• Riesgos de electrocución por contacto con partes metálicas que accidentalmente pueden estar en tensión (falta de protección diferencial o defectos de aislamientos).

• Caídas a distinto nivel (escaleras desprovistas de aros protectores, escaleras en deficiente estado) y al mismo nivel por resbalamientos, etc.

• Caídas de objetos al interior mientras se está trabajando, por desprendimientos en proximidades a los accesos (herramientas).

• Malas posturas (trabajos de rodilla, en cuclillas...).

• Riesgos por golpes con elementos fijos o móviles, debido a la falta de espacio.

• Ambiente físico agresivo. Ambiente caluroso o frío. Ruido y vibraciones (martillos neumáticos, amoladoras rotativas, etc.), iluminación deficiente.

• Un ambiente agresivo además de los riesgos de accidente acrecienta la fatiga.

• Riesgos derivados de problemas de comunicación entre el interior y el exterior.

• Atropellos por vehículos debidos a la ubicación del espacio confinado (registros en vías con tráfico rodado).

• Riesgos por contacto con sustancias corrosivas, caústicas.

• Riesgos biológicos (virus, bacterias).

En la evaluación de riesgos, se establecen medidas específicas para que sean protegidos igualmente teniendo en cuenta que en algunos casos esta evaluación se verá influida por las condiciones del espacio confinado, por ejemplo la utilización de determinados aparatos que no produzcan chispas en una atmósfera explosiva.

3.2. ESPECÍFICOS

Como riesgos específicos se consideran aquellos ocasionados por las condiciones especiales en que se desenvuelve este tipo de trabajo, las cuales quedan indicadas en la definición de recinto confinado y que están originados por una atmósfera peligrosa.

Por lo que se pueden dar riesgos de:

a) Asfixia

La asfixia aparece como consecuencia de la falta de oxígeno y ésta es ocasionada al producirse un consumo de oxígeno o un desplazamiento de éste por otros gases.

Hay que tener en cuenta que el aire contiene un 21% de oxígeno. Por debajo de ese porcentaje se producen síntomas de asfixia, que se agravan conforme disminuye ese porcentaje, encontrándonos con atmósferas sub-oxigenadas.

A continuación se indica la relación entre las concentraciones de oxígeno, el tiempo de exposición y las consecuencias.

b) Incendio o explosión

Cuando la concentración de oxígeno supera el 23,5% la atmósfera está sobre-oxigenada, volviéndose inestable, aumentándose la posibilidad de incendios y explosiones.

La atmósfera explosiva debe entenderse como la mezcla con el aire de sustancias inflamables en forma de gases, vapores, nieblas o polvos combustibles o inflamables, en condiciones en las que, tras la ignición, la combustión se propaga a la mezcla no quemada, siendo necesario que la concentración de estos contaminantes esté comprendida entre los Límites inferior y superior de Explosividad (LIE y LSE).

Existen multitud de causas para que se forme un atmósfera inflamable, como evaporación de disolventes de pintura, restos de líquidos inflamables, reacciones químicas, etc. Por lo tanto, como medida de seguridad, se considera que un espacio confinado es muy peligroso cuando exista concentración de sustancia inflamable por encima del 25% del límite inferior de inflamabilidad, dado que es posible que se produzcan variaciones de la concentración ambiental por razones diversas.

c) Intoxicación

Las sustancias tóxicas en las alcantarillas pueden ser gases, vapores o polvo fino en suspensión en el aire.

La aparición de una atmósfera tóxica puede tener orígenes diversos, ya sea por existir el contaminante o por generarse éste al realizar el trabajo en el espacio confinado. La intoxicación en esta clase de trabajos suele ser aguda ya que la concentración que la produce es alta. Si la concentración es baja las consecuencias son difíciles de detectar debido a la duración limitada de este tipo de trabajos. Si son repetitivos pueden dar lugar a enfermedades profesionales.

Por lo tanto, existen riesgos por toxicidad cuando se superan los valores límites ambientales o los límites de exposición profesional establecidos por el INSHT anualmente. También pueden existir igualmente riesgos por exposición a atmósferas corrosivas e irritantes, así como a riesgos por agentes biológicos.

Hay que tener en cuenta que a veces se combinan los riesgos de toxicidad y explosión e incendio indicados anteriormente.

Se debe llevar a cabo una exhaustiva evaluación de riesgos, la cual consiste básicamente en estimar la gravedad en función de la probabilidad de que los riesgos se materialicen en accidentes y de la severidad de los daños esperables de los mismos (determinación de medidas de seguridad a llevar a poner en práctica se planificarán con la urgencia y rigurosidad

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