Proyecto De Inclusión

“UN MUNDO MEJOR, UNA INFANCIA IGUALITARIA”

Fundamentación:

Según Emmi Pikler, los niños que se desarrollan más lentamente que el promedio no sólo tienen el derecho de hacerlo sino que también tienen sus razones que deben respetarse.

El desarrollo del niño discapacitado se realiza como el del niño llamado normal en cuanto a las etapas de conquista de la autonomía y del conocimiento que se expresan en el mismo orden y por las mismas razones.

Es por eso, que surge la necesidad de incluir a niños con capacidades diferentes en las distintas salas del Jardín Maternal J-169, “Pintorcitos”.

La inclusión de estos niños favorece:

- Al Alumno con discapacidad, porque construye sus aprendizajes en un espacio social próximo, que le es familiar, al cual pertenece y donde están sus pares más cercanos. Porque el intercambio con otros sujetos, con mayores posibilidades, le permite un mejor desarrollo de las propias. Y porque aprende que, a pesar de sus dificultades, es aceptado en un espacio común, donde se irá constituyendo como sujeto, reconociéndose y afirmándose con sus posibilidades y limitaciones.

- Al Jardín Maternal, porque a los que transitan “normalmente” por él (docentes, auxiliares, cocinera y alumnos) les brinda la oportunidad de aprender a comprender, aceptar, conocer, compartir y vivir con las “diferencias”.

- A la Escuela Especial, porque abre sus puertas y sale a otras instituciones. Porque cuestiona y pone en crisis sus parámetros de “normalidad” y se enriquece con otros aportes. Y porque se integra con otros niveles del sistema educativo.

- A la Comunidad Educativa, que como pequeño todo social, aprende a reconocer y conocer las distintas partes que lo integran, pudiendo así comenzar a hacerse responsable de las personas diferentes que forman parte de ella.

Nuestra intervención como docentes estará basada en brindarles a los niños un espacio de juego, de relación de pares, prevaleciendo la seguridad afectiva, la cálida relación con el adulto, la actitud de paciencia, de confianza y de aceptación; al mismo tiempo que las posibilidades variadas de la actividad iniciada por sí mismo se reforzarán y se hará participar al niño como persona entera e interlocutor activo en todo lo que le ocurre, en todo lo que le concierne, lo cual le permitirá situarse mejor en el mundo que lo rodea.

Poniendo hincapié en que el niño con capacidades diferentes interesado en aquello que le corresponde a su nivel de maduración y no a los que debería adherirse de acuerdo a las tablas de desarrollo, se podrá favorecer su particular ritmo de desarrollo creando un ambiente afectivo que los contenga, y les permita ir conquistando una mayor autonomía en sus acciones, con seguridad y confianza en sí mismo y en los demás.

Objetivos:

 Posibilitar a los niños con capacidades diferentes el acceso al mundo de la actividad lúdica y el juego.

 Fomentar la inclusión social de estos niños y su incorporación al desarrollo.

 Desarrollar en la población escolar y extraescolar una cultura que prevalezca el reconocimiento de los derechos, el respeto y la equidad de los niños con capacidades diferentes.

Necesidades del niño:

 No ser discriminado por su propio ritmo de desarrollo.

 Ser aceptado.

 Explorar y conocer el mundo circundante a partir de su cuerpo relacionándose con los objetos, sus pares y los adultos.

 Ser autónomo en sus acciones.

 Confiar en sí mismo y en los demás.

Cómo lograrlo:

 Favorecer el establecimiento de buenos vínculos, facilitadores de una adaptación armónica.

 Propiciar un espacio de seguridad, contención, acompañamiento y respeto.

 Promover situaciones lúdicas de exploración y descubrimiento de sí mismo en un

...