Proyecto De Ropa

El proyecto Aropa2 ha conseguido recuperar más de 85.000 kilos de ropa y textiles desde su puesta en marcha en junio. Ya hay 45 contenedores y en 2014 se abrirá una tienda de segunda mano.

La ropa vieja y los zapatos usados pueden tener una segunda vida, proteger el medio ambiente y generar puestos de trabajo. Es lo que está consiguiendo el proyecto de reciclaje textil Aropa2, promovido por la empresa de inserción Tiebel y el Grupo La Veloz, en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza. Desde su puesta en marcha, el pasado mes de junio, ya ha recogido más de 85.000 kilos de ropa.

El primer punto de recogida de ropa se colocó en el albergue municipal a finales de junio y el proyecto ha ido creciendo con la instalación de nuevos contenedores en noviembre y diciembre. Con los últimos tres, que está previsto que se coloquen esta semana, Zaragoza ya cuenta con 45 contenedores de de recogida de ropa. La mayoría están en espacios públicos (centros cívicos, centros de mayores, pabellones deportivos), pero también en lugares privados (como gasolineras, el colegio Jesuitas o la planta de la GM).

"Estamos muy contentos porque el proyecto ha tenido muy buena acogida y está creciendo mucho. Hemos pasado de recoger 400 kilos diarios de ropa a 2.000. Con este proyecto demostramos que el reciclaje de ropa tiene efectos positivos en el medio ambiente, en la generación de empleo y en los futuros beneficiarios de las prendas", afirma Julio Cortés, coordinador de Aropa2. El proyecto ya ha generado 8 puestos directos en la planta de reciclaje y además emplea a otras 3 personas del Grupo La Veloz en la recogida de los contenedores.

Hasta ahora, el Ayuntamiento recogía ropa usada en los puntos limpios de la ciudad (110 toneladas el año pasado). También distintas entidades sociales recibían y repartían prendas usadas, como el albergue municipal, el Refugio, Cáritas o Remar. Pero no había un proyecto integral de reciclaje. Aropa2 es un proyecto ambicioso y quiere seguir creciendo. El Ayuntamiento financia este proyecto, con una partida de 250.000 euros en 2013 y 200.000 en 2014.

"El objetivo es que no se tire nada de ropa a la basura y podamos sacar el máximo beneficio de las prendas recicladas", subraya Julio Cortés. Los contenedores están diseñados para recoger ropa, calzado, toallas, sábanas, bolsos... Hay gente que también ha dejado juguetes, que se van a repartir esta semana entre familias de Zaragoza.

Las prendas y objetos se llevan a una planta de clasificación en el polígono de Cogullada. Ahí se registra, se selecciona y se clasifica la ropa. La que está en buen estado se limpia y se almacena para su posterior reparto. Ya hay más de 6.000 prendas reservadas para repartir entre familias necesitadas (la entrega se hará en los próximos meses). Y parte de esta ropa y calzado se destinará a una tienda de segunda mano que está previsto que abra en 2014 en Zaragoza.

Las prendas que no pueden reutilizarse como ropa se destinan a la fabricación de trapos y borra industrial (para aislantes, mullidos). Ahora la cooperativa catalana Ropa Amiga se encarga de este proceso, pero dentro de un tiempo podría hacerse también en Zaragoza. El proyecto creará más puestos de trabajo conforme crezca la cantidad de ropa recogida. Se estima que se puede crear un puesto por cada 50.000 kilos recogidos. Los promotores del proyecto consideran que en el futuro se podría llegar a recuperar 1.500.000 kilos de ropa al año en Zaragoza.

El ROPERO SOLIDARIO tiene como objetivo primordial la recuperación y reciclaje de ropa usada, en stock, o tela sobrante de empresas textiles, de modo que los beneficiarios de este proyecto puedan ser autosuficientes en un futuro próximo.

El ropero solidario, se abastece de las donaciones altruistas de fábricas textiles, ya sea de prendas elaboradas susceptibles de “pequeños arreglos”, de cantidades de ropa que no se vende en las tiendas (outlet), o bien de materia prima para trabajarla por los mismos beneficiarios en talleres de costura, donde se les enseñaría a confeccionar las prendas, para que posteriormente puedan realizar trabajos por sí mismos.

Nos encontramos ante un proyecto de inserción laboral mediante la reutilización de textiles. Posteriormente se proyectaría la venta al detalle creando puestos de trabajo.

Esta actividad tiene un doble impacto:

Social: La actividad crea puestos de trabajo para colectivos con dificultades para integrarse en la vida laboral del país (personas con poca formación, mujeres, ancianos …)

Medioambiental: La recuperación y el reciclaje evitan la acumulación en el territorio de residuo textil. Se calcula que el consumo anual por persona de textil es de entre 7 y 10 Kg, sin contar la cantidad de residuo de este tipo que genera la industria del sector textil y confección.

Así pues, este proyecto se materializará mediante tres líneas de trabajo:

• Proyecto de recogida de ropa usada, mediante la captación de donaciones de particulares.

• Proyecto de reciclaje y exportación, se crea una solución solidaria a la enorme cantidad de excedentes de ropa que no se vende en las tiendas y que se envía a vertederos. Mediante la planta de reciclaje se fabricarán productos utilizables por el sector textil.

• Proyecto de donación de la prendas, los beneficiarios de este proyecto solidario podrán adquirir su vestimenta con facilidad.

PRIMERA FASE:

Comunidad de Mangrullo: (año 2005) Realización del proyecto de ADECOI denominado

...