Quinta Sacuragua

Introducción:

La escogencia de este caso no fue tarea fácil, cada uno de nosotros expuso experiencias de negociaciones, en su mayoría laborales y una que otra personal. Acordamos reunirnos para definir el caso a desarrollar y tras discutir las ideas, decidimos tomarnos un tiempo para estructurarlas. De esta primera reunión, resultó la preparación de un borrador por cada miembro del equipo, que sería discutido en una segunda sesión.

Luego de analizar las propuestas, decidimos someter a votación la escogencia del caso. La opción victoriosa fue “Quinta Sacuragua”, una parcela de 1.000 metros cuadrados ubicada en la urbanización Altamira de la ciudad de Caracas, perteneciente a la sucesión González.

El objetivo del equipo era elegir el caso que más completo estuviera conforme con los conceptos vistos en clase, aunado a que es una situación no particularizada, de fácil entendimiento, de la vida cotidiana y si se quiere, vigente a través del tiempo. Otro de los drivers de decisión fue el tratarse de una experiencia familiar, si bien es cierto, en nuestro día a día, nos enfrentamos a constantes negociaciones en distintos ámbitos de nuestra vida, de alguna manera, quisimos plasmar la dificultad que en su momento tuvo esta negociación por existir un vínculo familiar, en donde se mezclaban emociones e intereses.

Contenido:

La “Quinta Sacuragua” pertenecía a la familia González desde mediados de los años 50. Este fue su hogar y el de sus siete hijos. A medida que los hijos fueron casándose se pensó en vender la casa y adquirir algo más pequeño, sin embargo, para los padres sería un proceso muy doloroso desprenderse del hogar en el que habían vivido durante 30 años.

A principios de los años 90, fallece el señor Pedro González. En medio del dolor de perder a su compañero de vida, la señora María de González y sus hijos, conversaron respecto de la conveniencia de continuar viviendo en la casa, ya era suficientemente grande para ser habitada por dos personas, mucho más, para una. Finalmente les pide a sus hijos que le permitan continuar en su casa, que comprendieran el dolor que atravesaba en este momento para causarle otro más.

Con el pasar del tiempo su hija mayor enviudó y decidió irse a vivir con su madre para hacerle compañía. Un par de años después uno de sus hijos se divorcia y se va a la casa de su madre. De tal manera que ya la casa grande que todos criticaban, al final estuvo con las puertas abiertas para todo el que la necesitaba. Esto lo repetía a diario la señora María.

En septiembre de 2010 fallece la señora Maria. En diciembre de ese mismo año se reúnen los hermanos y toman la decisión de vender la casa. Ya fallecidos los padres, no hay ninguna razón para mantener la vivienda. Al fin y al cabo todos necesitan el dinero.

En enero del 2011 se contacta a una vendedora de la inmobiliaria Century 21, acordaron un precio de 700.000,00 dólares. La casa fue visitada por varias personas que se mostraron interesadas. A mediados de año recibieron una oferta de 600.000,00 dólares. Esta oferta se analizó pero quedó descartada. Todos estimaban que podía conseguirse el precio acordado.

Llegó el mes de diciembre y aún la casa seguía en venta. Esto hizo que un grupo de hermanos conversaran y reflexionaran un poco acerca de la posibilidad de bajar el precio. Acordaron reunirse los 7 herederos y conversar. En esa reunión, 3 herederos se mostraron dispuestos a bajar el precio. 4 mantuvieron la posición que de que se podía conseguir el precio inicial.

El año 2012 fue similar al 2011. Había muchas personas interesadas pero al final ninguna oferta real ni concreta. Recibieron una llamada de la misma persona que había ofertado el año anterior diciendo que había reconsiderado el precio y les hizo una nueva oferta, esta vez por 650.000,00 dólares. Los hermanos se reunieron de inmediato y conversaron. Ya la casa tenía un año y medio en venta y esta había sido la única oferta firme. En ese momento 5 estuvieron dispuestos a vender y 2 mantuvieron el precio inicial. Convinieron verse al día siguiente para tomar la decisión. Llegado el día, se encuentran y conversan por unos minutos pero no logran acuerdo alguno.

El grupo que estaba dispuesto a vender decidió contactar a un abogado para que los asesorara. Una vez conocido el caso el abogado les informó que al tratarse de una herencia, se debía vender con la aprobación de todos los herederos. Con la opinión del experto se reunieron nuevamente los 7 hermanos esperando que el comprador que ofreciera la cifra de 700.000,00 dólares.

Pasó exactamente un año hasta que llega nuevamente una persona que hace una oferta. La casa se había deteriorado significativamente desde la muerte de la señora María. Esta persona ofreció 500.000,00 dólares. Ahora fueron 6 herederos los que estaban dispuestos a vender y sólo uno aspiraba recibir los 100.000,00 dólares que representaban el precio inicial para cada uno, esto era su condición, de lo contrario

...