RESEÑA HISTÓRICA DE “LA EDUCACIÓN INCLUSIVA EN NUESTRAS AULAS”
zitrodorisReseña29 de Marzo de 2020
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MAESTRÍA EN EDUCACIÓN INCLUSIVA
RESEÑA HISTÓRICA DE “LA EDUCACIÓN INCLUSIVA EN NUESTRAS AULAS”
QUE PRESENTA
DIANA ORTIZ GALVÁN
ESTUDIANTE DEL PRIMER SEMESTRE DE LA MAESTRÍA EN EDUCACIÓN INCLUSIVA
ASESORA
MARÍA DEL ROSARIO IBARRA RUIZ
San Julián Jalisco, a 22 de noviembre de 2019.
RESEÑA HISTÓRICA
INTRODUCCIÓN:
“Donde hay educación, no hay distinción de clases”
-Fernando Sabater.
La presente reseña histórica está elaborada con base al libro “La Educación Inclusiva en Nuestras Aulas” de las autoras Ana Lucía Ávila Durán y Victoria E. Esquivel Cordero, las cuales dan un amplio marco conceptual y referente de lo qué es la Educación Inclusiva, sus orígenes y cambios que se han vivido para llegar a ella como ahora la conocemos, siendo el libro un documento de apoyo académico que introduce a lector en el tema para comprender teóricamente los principios de una Educación Inclusiva y la Educación en la Diversidad, además de que sugiere a los docentes estrategias para obtener prácticas eficientes en el aula de acuerdo a los desafíos presentes actualmente, para logar propiciar una sociedad equitativa con oportunidades para todos.
De la misma manera, el presente texto tiene como propósito principal informar al lector a grandes rasgos sobre datos relevantes de la Educación Inclusiva, como lo son conceptos básicos utilizados, datos históricos para dimensionar el proceso que ha sufrido ésta, así como explicar la importancia que tiene el aplicar estrategias interesantes para crear ambientes inclusivos basados en la diversidad y crear conciencia sobre el derecho de una educación de calidad para todos.
RESEÑA HISTÓRICA
“Incluir no es dejar entrar, es dar la bienvenida”
-Anónimo.
Hablar de inclusión educativa no solo se refiere al hecho de ser parte de un todo, sino que va más allá de eso, al hablar de inclusión estamos hablando que todos los alumnos con o sin necesidades educativas especiales reciban una atención de calidad de acuerdo a sus características y necesidades porque como lo menciona Arnaiz (2003): “falta crear una sociedad más justa, un sistema educativo equitativo, fomentar que las escuelas respondan a la diversidad para satisfacer las necesidades de los alumnos independientemente de sus características”. De acuerdo a lo anterior, podemos deducir que necesitamos transformar nuestra ideología y actitud hacia la sociedad, así como el sistema educativo para atender la diversidad por una comunidad con igualdad de oportunidades para TODOS, pero es cierto que el verdadero cambio comienza por nosotros como docentes y parte fundamental de la sociedad, al realizar pequeñas acciones dentro y fuera del aula que hacen el cambio.
El camino hacia la educación inclusiva no ha sido fácil, hablando desde sus inicios con la etapa de institucionalización o segregadora donde no existía posibilidad de desarrollo para las personas consideradas enfermas y llamadas en ese momento “retardadas mentales”, para luego avanzar a una etapa donde se conforman la Educación especial como un sistema paralelo al sistema educativo regular brindando atención psicológica, educativa y médica; a la etapa de integración al sistema educativo donde el profesorado funge como barrera excluyente y las personas con discapacidad ya son vistas como ciudadanos activos aunque solo físicamente.
Todo ello hasta llegar a la etapa de Inclusión, donde se habla de crear ambientes propicios y adaptados a sus características, condiciones y necesidades para que puedan desarrollarse plenamente al igual que las demás personas, donde el ser parte dé va más allá que estar físicamente en un lugar y donde se respeta el derecho de recibir una educación de calidad que desarrolle todas las facultades del ser humano.
Pero ello no ha sido suficiente, ya que queda más camino por recorrer, porque a pesar de las diferentes convenciones, declaraciones e informes internacionales, como el de Jomtien (1990), Salamanca (1994), Dakar (2000) y el de las Américas (por mencionar algunas) que han determinado aspectos importantes para dar paso a la Educación Inclusiva en distintos países, no se va a llevar a cabo si cada uno de nosotros no ponemos de nuestra parte, porque como se establece en el documento de la UNESCO, titulado Temario abierto sobre Educación Inclusiva:
La educación inclusiva supone un impulso a la agenda de la Educación para Todos, desarrollando formas de habilitar a las escuelas para que atiendan a todos los niños y niñas de su comunidad, como parte de un sistema inclusivo. La educación inclusiva se centra en todos los alumnos, prestando especial atención a aquellos que tradicionalmente han sido excluidos de las oportunidades educativas, tales como los alumnos con necesidades especiales y discapacidades, niños pertenecientes a minorías étnicas y lingüísticas, y otros. (2004)
De acuerdo con ello, lo esencial es que cada país una fuerzas con sus ciudadanos para que puedan avanzar hacia la eliminación de situaciones de exclusión, promoviendo así el derecho de todo niño a recibir una educación en ambientes inclusivos que se aprecie la diversidad como un valor. Para ello, como docentes podemos basarnos en lo estipulado por organizaciones como la UNESCO (2004) que proponen estrategias para facilitar la transición abordando tres grandes apartados: Iniciando el cambio, Cambio de estructuras administrativas y Movilización de Recursos; además de que hay variadas estrategias que podemos aplicar en el día a día para favorecer al cambio desde nuestras aulas.
Además, podemos contribuir brindando información, apoyo, acompañamiento y reconocimiento profesional requerido, de manera que nuestro aporte ayude a promover que más personas se sumen al cambio por una sociedad más justa y equitativa. Por ello, antes de continuar es preciso informar las diferencias que existen entre lo que llamamos Integración Escolar y Educación Inclusiva, tomando en cuenta lo que menciona Ávila y Esquive (2009) la primera va dirigida exclusivamente para las personas con discapacidad y surge desde la Educción Especial y nace de la necesidad de integrar (físicamente) al estudiante con discapacidad a la escuela regular, con un enfoque individualizado y basado en la homogenización.
Por otro lado, la Educación Inclusiva surge en la educación general y en la escuela regular, nace de la necesidad de una escuela de Calidad para Todos tomando en cuenta que es un derecho, así mismo da respuesta a las necesidades de todos los estudiantes con un currículo flexible, mediante el trabajo cooperativo y con una visión de la diversidad como valor (heterogeneidad) para valorarla y atenderla sin tener que pasar por la etapa de segregación; en pocas palabras y desde mi visión una educación más humanista y holística.
Lo anterior nos remite a aceptar los nuevo retos de la Educación especial como un recurso valioso que no debe desaparecer por ser la atención más adecuada para ciertas personas siempre y cuando se siga la propuesta de “Servicios en cascada y escalonados” por Reynolds (1962) cuyo objetivo es ubicar al estudiante en ambientes menos restringidos posibles y remitirlo a la educación regular siempre y cuando esto sea lo mejor para su desarrollo, siguiendo el principio “A menor limitación, mayor integración”.
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