La educacion inclusiva.

LA EDUCACIÓN INCLUSIVA

Quiero empezar  esta reflexión a partir de mi pregunta constante ante los chicos con quienes me encuentro constantemente en el colegio en donde desarrollo mi tarea de “docente”.  El %90  de estos estudiantes se encuentran allí  debido al fracaso escolar que han tenido en la escuela regular, por diferentes motivos: dificultades en los procesos académicos, dificultades a nivel comportamental, dificultades económicas que los llevaron a aplazar sus procesos académicos.  La gran mayoría son chicos que se encuentran en  extra edad escolar y por tanto su INCLUSIÓN a la escuela regular es mínima o son “marcados” con la imagen de mucho@s con problemas y por tanto contaminan a las demás  personas.  En este contexto me encuentro constantemente con la pregunta ¿cuál es mi rol? ¿cómo enseño en este medio? ¿cómo ayudo al estudiante a encontrar amor al conocimiento? La respuesta la encuentro en diferentes campos, uno de ellos es la escuela inclusiva, el aprendizaje significativo y una serie de aprendizajes  que se alcanzan en la vida cotidiana de un grupo de docentes y administrativos preocupados con estos mismos interrogantes.

LA EDUCACIÓN INCLUSIVA

En definitiva nos encontramos en una sociedad marcada por la discriminación en muchos aspectos.  Se ha trabajado, por lo menos en la reflexión, en disminuir la discriminación racial y homofóbica, sin embargo continuamos en muchos campos con continuas acciones de discriminación  que surgen de nuestros aprendizajes culturales y vivencias personales.  A nivel escolar se encuentra   como algo aceptado y necesario el marcar al mal estudiante y más si está apoyado esto con su situación comportamental que como generalidad está marcada por una continua burla y desconocimiento de la autoridad, este tipo de personas son vistos con recelo debido a que están menospreciando el valor de la educación y se convierten en la manzana dañada que puede dañar al resto, por tanto es mejor que esté fuera…  

Encuentro allí una de las acciones discriminatorias más marcadas y poyadas por la mayoría de nosotros quienes nos encontramos con estas situaciones que no sabemos resolver; es allí donde la reflexión de la educación inclusiva debe hacerse realidad, empezando con el cuestionamiento de la historia de cada ser, este hecho es casi imposible en espacios en donde se encuentran 40 o 50 estudiantes y en donde el cumplimiento de un currículo es importantísimo para darle calidad “al colegio”, no a la educación.  Precisamente encuentro coherencia a la reflexión brindada por Cynthia Duk H. quien afirma que “No todos los alumnos se enfrentan a los aprendizajes establecidos en el currículo con el mismo bagaje de experiencias y conocimientos previos, ni de la misma forma. Las necesidades educativas individuales hacen referencia a las diferentes capacidades, intereses, niveles, ritmos y estilos de aprendizaje que mediatizan el proceso de aprendizaje haciendo que sean únicos e irrepetibles en cada caso”.

Una propuesta marcada en la inclusión y en la aceptación de la diversidad si es necesario en nuestra sociedad, no solo como aguantar a la persona diferente, sino  vista como el espacio de construcción mutua de conocimiento esto necesario y aunque difícil de construir,  es posible;  estos espacios permiten que la persona se encuentre con sus valores, sus posibilidades, crea en si misma, reconozca su historia, su realidad y busque proyectarse de alguna manera.

Esta experiencia la encuentro en nuestro colegio, estamos creciendo y ha representado una experiencia a la cual debemos darle mayor forma, consistencia y peso, basados en esquemas de aprendizajes reales y que ayuden a la construcción del conocimiento.  De igual manera esta experiencia de la educación inclusiva necesita de docentes con  convicción de su labor, no solo que busquen en su labor una forma de sobrevivir.  Una reflexión serie y concianzuda sobre las metodologías que deben usarse y los programas a desarrollar permitiría que nuestros estudiantes desarrollen sus procesos cognitivos y encuentren una forma de ubicarse en el mundo, por ello lo afirmado por la autora es fundamental cuando habla de la labor del docente: “Es necesario ayudar a los educadores a modificar sus esquemas previos mediante los cuales conciben las NEE como problemas a resolver por medio de la intervención de especialistas, a fin de que éstas sean percibidas como oportunidades de desarrollo profesional, en la medida que constituyen una valiosa fuente de información y retroalimentación para la revisión y mejora de sus prácticas docentes”

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