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Renta Petrolera


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2013  •  Informes  •  3.298 Palabras (14 Páginas)  •  289 Visitas

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Renta Petrolera:

Luego de finalizada la Primera Guerra Mundial, el interés de las compañías internacionales por el petróleo venezolano aumentó debido a que en el transcurso del conflicto el hidrocarburo mostró todo su potencial como recurso energético.

El afán por el control de los espacios en donde existía petróleo o se presumía su existencia llevó a las compañías petroleras a enfrentarse por el dominio de los mercados, lo cual se tradujo en la vigilancia de los intereses de los países de los cuales provenían: Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Holanda. Esta franca rivalidad hizo que las élites políticas nacionales vieran el negocio petrolero como una inversión y como una actividad que podía generar un porcentaje importante de divisas si se lograba evitar el entreguismo.

Para la década de 1930, el debate acerca de cómo se podía incorporar la renta a la economía nacional fue iniciado por el ministro de Fomento, Gumersindo Torres, quien fue el promotor de la creación de la primera Ley de Hidrocarburos en el año 1920. Con este compendio de leyes se separaron los hidrocarburos del resto del sector minero; las regalías que debían pagar las compañías europeas se incrementaron al 10% y se creó la reserva nacional. Para Torres la renta no representó un esfuerzo efectivo, porque la economía del país no podía absorber este capital de la misma manera que ocurría en los países desarrollados.

Torres insistió en que debía ser el Estado el encargado de administrar la renta, tal como había sucedido durante la Colonia, en donde la Corona española era la dueña del suelo y del subsuelo. Luego, el Estado sería el encargado de redistribuir los beneficios a partir del impulso de la economía y de la creación de una industria fabril.

Por otro lado, el presidente del Banco Central de Venezuela, Jesús María Herrera Mendoza, planteó que los terratenientes privados fueran sus administradores, teniendo presente el modelo estadounidense, según en el cual se era propietario del suelo y del subsuelo al mismo tiempo, y las compañías petroleras debían pagar una renta al dueño. La idea fue que los terratenientes se convirtieran en la clase capitalista que luego invertiría en diversas áreas productivas, como por ejemplo la agricultura.

Las circunstancias le dieron la razón a Gumersindo Torres, pues los terratenientes estaban muy lejos de convertirse en la burguesía capaz de impulsar la economía venezolana. Sin embargo, los debates sobre la renta petrolera continuan dándose en Venezuela.

La aparición de la renta petrolera alteró la realidad venezolana. Su importancia fue tal que no solamente se evidenció en los considerables volúmenes de dinero percibidos por el país desde principios del siglo XX, sino en las estructuras políticas, económicas y sociales del país.

En los primeros años, el dilema acerca del papel de la renta, su administración y la manera en que el dinero debía ser redistribuido en la sociedad, para poder impulsar un crecimiento efectivo de la misma, ocupó la mayoría del debate en diferentes esferas del gobierno.

Ya durante el gobierno de López Contreras la recesión en la economía agrícola venezolana era bastante más palpable, y el petróleo poco a poco se estaba convirtiendo en el mayor ingreso de la nación. Alberto Adriani, ministro del gabinete de López Contreras, pensaba que era importante reinvertir el ingreso obtenido de la venta de este hidrocarburo en la reactivación del cultivo del café, del cacao y de otros rubros que históricamente caracterizaron la economía venezolana. Adriani trabajó, entre otras cosas, para convertir el Banco Agrícola y Pecuario en una institución que protegiera la agricultura, especialmente lo concerniente al otorgamiento de créditos. Propuso que el usufructo que se obtenía del petróleo contribuyera a mejorar las condiciones de aquello en lo cual los venezolanos habían fundamentado sus ingresos durante cuatrocientos años: la agricultura.

Primeros pasos del negocio petrolero

Aun cuando a finales del siglo XIX el gobierno venezolano otorgó algunas concesiones petroleras, fue a partir de 1907 cuando los consorcios internacionales comenzaron sus actividades en Venezuela. Fue en las primeras décadas del siglo XX cuando las compañías petroleras se expandieron en todo el mundo, paralelamente al auge de las economías capitalistas de los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Francia.

En Venezuela, la primera concesión para explotar asfalto se otorgó en el año 1854, pocos meses después de promulgado el primer Código de Minas. Once años más tarde, en 1865, el Estado otorgó la primera concesión petrolera, que caducó antes de cumplir un año. Luego de constituirse la primera compañía comercial venezolana de petróleo, con el nombre de Petrolia del Táchira, en el año 1878, se dieron algunas concesiones en forma ocasional hasta finales del siglo XIX.

Mientras tanto, en los Estados Unidos y en Europa se desarrollaron dos gigantescos monopolios petroleros con los nombres de Standard Oil Company y Royal Dutch Shell, respectivamente. De ellos surgieron un conjunto de filiales que penetraron en las principales zonas petroleras del mundo, incluyendo a Venezuela. En ese sentido, a partir de 1907, estos dos grandes consorcios petroleros internacionales comenzaron sus actividades en territorio venezolano de forma intensiva, compitiendo agresivamente por lograr las mejores negociaciones, en el marco de la nueva Ley de Minas. Esta ley otorgaba las concesiones por un período de cincuenta años, con el compromiso de que las compañías comenzaran a explotarlas dentro de los cuatro años siguientes al otorgamiento del título.

Resumen histórico

En 1958 el partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y un sector de las Fuerzas Armadas Nacionales derrocan al dictador Marcos Pérez Jiménez. Después del derrocamiento, AD se alía con el partido demócrata cristiano COPEI para permitir la gobernabilidad, formando así una alianza llamada Pacto de Punto Fijo; en la práctica, sin embargo, ambos partidos se alternaron en el poder y el sistema se volvió bipartidista. Esto, según alega la izquierda, fue en parte consecuencia de la fuerte presión estadounidense que en plena guerra fría trataba de asegurarse el control de América Latina impidiendo que accedieran al poder tendencias izquierdistas.

Ante lo que los sectores más radicales de la izquierda ven como una coartación democrática se inician las actividades guerrilleras, promovidas por el PCV y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), desprendimiento de la juventud de AD. Después de casi una década de esas actividades, se logra un diálogo

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