Reseña: El criterio Capítulo 2: La atención

Reseña: El criterio

Capítulo 2: La atención

En el segundo capitulo de la obra el criterio de Jaime Balmes se nos habla acerca de la atención y como esta pretende conducirnos al conocimiento verdadero, por lo tanto, cuando no prestamos la atención necesaria es como si nos encontráramos ausentes de la situación, aunque nuestro cuerpo este ahí, esto nos quita la posibilidad de procesar la información de manera apropiada. La desatención está ocasionada algunas veces por nosotros mismos debido a que con nuestro afán de prestar atención podemos interrumpirnos con cuestionamientos, gestos o hasta perdiendo el contacto con lo que se nos esta intentando compartir, esto ocasiona una falta de meditación acerca de la información que estamos recibiendo y esta falta de meditación nos imposibilita a llegar al conocimiento que se nos esta intentando dar a entender; aunque si nos queda una idea falta de hechos de lo que suponemos tenemos todas las premisas, lo cual en ocasiones puede llevarnos a formar juicios erróneos y consecuentemente al error.

Solemos confundir atención con el mirar fijo hasta el cansancio una cosa o lugar y esto un puede estar mas alejado de la realidad, la atención va más allá de esto y no debe causarnos un cansancio.

En conclusión, la atención debe de ser lo suficientemente fuerte para lograr mantener el hilo de lo que se piensa, a pesar de que la dejemos descansar un momento, para permitirnos analizar, razonar y entender la información que estamos intentando adquirir.

Capítulo 13: La buena percepción

En este capitulo se nos describe la percepción como el acto interno de hacerse cargo de un objeto, siendo la idea su representación y aunque no podemos saber con certeza lo que es una idea debido a la subjetividad del término.

Para pensar bien no es necesario saber si la idea es distinta de la percepción pues si nos concentramos en nuestra manera de pensar y de concentrarnos perdemos el objeto que supone ser el foco de nuestra atención y solo pensamos en si estamos haciéndolo de manera correcta. Sólo podremos percibir bien si estamos atentos a lo que debemos.

También debemos diferenciar las percepciones pues hay ideas que se perciben prácticamente solas debido a su obviedad y existe una diferencia cuando la imaginación se vuelve parte de la ecuación para llegar al entendimiento.

Ahora que, si lo que buscamos es dar precisión y claridad a una idea podemos comenzar por descomponerla, pero sin olvidar que nuestra mente concibe una idea como un todo y no como la suma de muchas cosas diferentes que juntas forman algo.

Nos puede parecer útil tener una percepción rápida de las cosas, pero no debemos caer en una inexactitud solo por no tomarnos el tiempo requerido para analizar bien las cosas, porque la mejor parte de una información la obtienen quienes se concentran a tal magnitud en una idea y no quienes apenas logran rasgar la superficie.

Concluyendo con este capitulo la percepción completa implica no quedarse únicamente con la primera parte de lo que se ve, sino que debemos adentrarnos a profundidad en el objeto o, en todo caso, la idea.

Capítulo 14: El juicio

Para lograr juzgar bien debemos tener claro lo que buscamos, ya sea que el juicio sea diferente a la percepción o si solo vamos a comparar dos ideas.

Por lo general nos tomamos muy a la ligera la emisión de juicios y podemos caer en cosas tan simples como el “es así” o “no es así”, esto es emitir un juicio sin siquiera saber si es verdadero o falso y depende únicamente de la buena o mala percepción de cada persona.

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