ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Resumen Tormento

tamara3863863865 de Mayo de 2014

3.678 Palabras (15 Páginas)341 Visitas

Página 1 de 15

Capítulo 1. Dos embozados se chocan al andar (D. José Ido del Sagrario y Felipe). Después de abroncar uno al otro se dan cuenta que se conocen. Van al café de Lepanto. Empiezan a contarse que tal les va. Felipe tiene un amo capitalista y dice que es el mejor del mundo. El otro hacía de escritor, su amo dictaba y él escribía, incluso acabó alguna obra él solo. Felipe se quiere ir porque se hacía tarde. Mientras Ido sigue hablando sin hacer caso. Insiste e Ido empieza a imaginar sobre la carta que tiene que llevar Fernando. La carta que tiene que enviar Fernando va destinada a unas vecinas de Ido. Ido le cuenta al oído un secreto. Luego se fueron los dos ya que llevaban el mismo camino.

Capítulo 2. Francisco de Bringas y Caballero, ya no es el mismo que era, ahora tiene cincuenta años. Era muy habilidoso, arreglaba cualquier cosa rota. Su mujer era Rosalía Pipaón, la cual le había dado tres hijos. El mayor de quince años que estudiaba bachillerato y era muy engreído. Completaban la familia una niña de diez años y un niño de nueve.

Al principio de noviembre se mudó por la creciente familia a la calle Silva.

Capítulo 3. Rosalía trabajaba limpiando sin descanso con la ayuda de una amiga, Amparo, y una criada, Prudencia. No dejaba de hablar durante el trabajo, así recriminaba a las otras dos. En otro lado de la casa el señor Bringas tampoco callaba, dando ordenes a Felipe, que era un criado prestado por un pariente de don Francisco. Quedaron los señores muy satisfechos de cómo había quedado la casa. Rosalía enseñó la casa a su amiga Cándida, y no paró de alagar a su propia casa, ya que para ella no había nada mejor que lo suyo. Sonó la campanilla mientras hablaban.

Capítulo 4. Amparo era familiar de Rosalía pero un familiar muy lejano. Cuando Amparo y Refugio se sentaban a la mesa con Rosalía, lo cual pasaba pocas veces, esta hacía ver su superioridad. El señor Bringas defendía a Amparo. Refugio, harta de esa situación se despidió un día para no volver. Así solo quedo una de las dos hermanas, la más débil.

Capítulo 5. Amparo solía ir al principal de la Cotanilla de los Ángeles. Rosalía unas veces no paraba de dar ordenes a Amparo, en cambio otras veces la hablaba de manera cordial, la proponía ser monja, lo cual lo podía conseguir gracias al primo Agustín. Este llegó de visita a la casa. Llevaba quince años sin mirarse a un espejo, y estuvo con un amigo dos años y medio sin ver a ninguna persona. Agustín traía entradas, pero trajo tres, la sobrante era para Amparo, por ello Rosalía le abroncó.

Capítulo 6. Cuando se iba Agustín Caballero, entraron los dos niños. Rosalía se arrepentía de que su hija Isabel no naciese antes, y así poder casarse con el primo Caballero, el cual era un gran partido. Otra idea le vino a la cabeza, que si faltase el señor Bringas ella se casaría con Caballero. Llegó el señor Bringas. El cual invitó a comer a Caballero, que dio como respuesta que no, que otro día. Mientras el hijo de Bringas y un amigo estudiaban en la habitación, ensayando discursos. Su padre estaba encantado de oírlo. La señora se retocaba y arreglaba en su cuarto. Y después de comer aprisa se fueron.

Capítulo 7. Fueron andando por no gastar en el coche. Al llegar allí todo era mirar quien estaba, como iban, etc. A Rosalía le gustaba aparentar. Aunque no tenían dinero para la clase social en que estaban, querían aparentar, así si tenían que recortar gastos de la casa lo hacían.

Capítulo 8. A los tres días se les ofreció otra vez entradas, pero dudaron en aceptarlas al estar uno de los niños enfermo. Al final las aceptaron. Se quedó Amparo a dormir para que no se preocupase la señora. Esta empezó a leer libros, la biblia, y llegó Caballero. Este esperaba que estuviese Amparo sola, hablaron de América, de sí Amparo iba para monja y Caballero le aconsejó que no se hiciese monja que era guapa y no debía.

Capítulo 9. La idea de Caballero era de ir poco a poco, primero se sienta, la da conversación, va enredando unas cosas con otras, que cuando llegó a Madrid se fijo en alguien, esta era Amparo, después de decir todo esto la propondría matrimonio. Pero no pudo decir nada de esto, se liaron las ideas. Ella preguntó que si iba a volver a Burdeos, y él contestó que solo cuando pierda toda esperanza, siendo ella monja. En ese momento sonó la campana, que eran los señores que regresaban del teatro.

Capítulo 10. Amparo esperaba la corta cantidad que todos los sábados recibía del señor Bringas. Pero ese día no recibió nada. Caballero estaba invitado en la casa. Mientras comían los señores Amparo subía triste las escaleras. Refugio criticaba a su hermana por servir a pobres como eran ellas. Amparo se enfadó con su hermana, porque tenía la casa desordenada, encima había empeñado y vendido diversas cosas. Refugio estuvo contando que el señor Ido había hecho una novela basada en ellas. Refugio iba al teatro, había arreglado un vestido y comprado unos zapatos, todo ello con el dinero que había ganado como modelo.

Capítulo 11. Amparo se queda sentada, y empezó a meditar. Sonó la campana de la puerta. Era Felipe que traía una carta de su amo. La carta contenía billetes. Invitó a Felipe a sentarse y este explicó lo bueno que era su amo, lo bien que tenía su casa. Allí van a pedir limosna todo tipo de gentes. Felipe se fue porque se le hacía tarde.

Capítulo 12. El dinero que recibió era mucho mayor que el que recibía de los Bringas los sábados. Empezó a pensar como reaccionar cuando viese al señor Caballero. Luego regresó su hermana, con la cual prometió compartir el dinero, pero solo si trabajaba. Refugio intentó fallidamente que su hermana la diese algo de dinero, pero al final y tras mucho insistir, Amparo cedió. Luego Refugio se sentía mal y con necesidad de perdón.

Capítulo 13. Al día siguiente Amparo fue a la casa de Bringas, como siempre, y a la hora a la que acostumbraba ir el señor Caballero, no sabía si quería verle o no. En vez de ir él, fue un amigo de la familia que era muy cargante. No pasó nada más. Al volver a su casa, Amparo recibió una carta en la portería, y al ver la letra la rompió. Leyó algunos de los trocitos de la carta. No paró de pensar que hacer. Decidió salir, no iba a ir a la casa de los Bringas, y tenía que decir alguna mentira para excusarse. Al final llegó a su destino, tras cruzar todo Madrid. Una anciana la atendió, y luego al ver al enfermo, un señor, empezó a llorar. La llamaban Tormento los dos. La casa estaba llena de polvo, y Tormento, quería arreglarlo. Así que bajó a comprar comida, y otras cosas necesarias para la casa.

Capítulo 14. Don Pedro Polo era un sacerdote que impartía clases, tenía mala fama al maltratar a los niños, pero no todo lo que se decía era cierto. Este temperamento obligó a dejar el capellanazgo. Discutió con su hermana Marcelina, ya que esta encontró unos papeles donde se hacía ver faltas graves de su hermano. Desde entonces se enfrió la relación entre ambos. El cura fue dejándose y perdiéndose cada vez más, hasta que le quitaron las licencias, y estaba en la miseria.

Capítulo 15. Ahora, cuando Tormento volvió de la compra, se le alegró la cara al señor Polo. Tormento no paraba, ordenaba todo, limpiaba, mandó afeitar a Pedro. Este estaba contentísimo. Después de comer, Tormento decidió irse, pero don Pedro le ordenó que se quedase, ella no quería, y se arrepentía de haber ido.

Capítulo 16. Una idea le vino a don Pedro, que quería irse a una isla de Asía o a California, a un lugar nuevo. Pero quería llevarse con él a Amparo. Esta se negó. Después Amparo puso un billete en la mesa, ya que don Pedro se quejaba de que no iba a tener dinero, porque la mina de sus deudores se acababa. Dijo que el dinero lo había ganado en una obra. Y que se tenía que ir ya que la señora Bringas la había ordenado ir sin falta. Así consiguió escaparse. Decía para sí que ya no se llamaba Tormento.

Capítulo 17. Al quedarse solo, don Pedro, empezó a imaginarse un caballero, un líder. De este sueño se despertó sobresaltado por Celedonia. Volvió a sumergirse en sus sueños, y Celedonia trajo el periódico. Al día siguiente fue don Juan Manuel Nones, que era el mejor amigo de don Pedro. Y contó don Pedro a don Juan una cosa. Don Juan escuchó con atención, y al terminar dijo que le tocaba a él hablar.

Capítulo 18. Don Juan no pareció sorprenderse, y dijo que había visto casos peores, que había que resignarse, fastidiarse y auxiliarse en la fe y la razón. Para salvarse, concluyo don Juan, debía hacer lo que él quisiese. Lo primero, iba a ir a Toledo, a una finca, ya que él no se encontraba con fuerzas para ir. Allí se curaría de todo mal y de mientras él buscaría un lugar en Filipinas para don Pedro. Al día siguiente don Pedro se fue al Castañar.

Capítulo 19. Cuando Amparo llegó a su casa era tarde y no quiso ir a la de Bringas. Aquel día que Amparo no fue a la casa de Bringas, fue Caballero. Los señores Bringas tenían que ir a un baile a palacio, y eso suponía mucho gasto. Agustín volvió a la casa por la tarde, y encontró a Amparo en la sala de costura. Y allí rompiendo su timidez la dijo que si se casaba con él. Sonó la campana, y Amparo fue a abrir. Al volver se encontraron otra vez en el pasillo, y él insistió pero Amparo no sabía dar una respuesta, ella decía que se lo tenía que volver a pensar que ella era pobre y no sabía como se había fijado en ella. Sonó la campana era Bringas. Agustín se despidió y se fue.

Capítulo 20. Amparo se fue de la casa, no sin antes haber escuchado los recados ordenados por Rosalía. Al salir notó una sombra que la seguía, es sombra se dirigió a ella, era son Agustín.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (20 Kb)
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com