Rol De La Mujer En La Policia

EL ROL DE LA MUJER EN LA POLICIA.

Participación social de las mujeres en Honduras

La historia de la participación social de las mujeres, sufre las consecuencias y efectos de una sociedad convulsa, violenta y carente de gobernabilidad. Si bien en los años 1876, 1894 y 1921 hubo iniciativas legislativas para reconocer sus derechos políticos, las mujeres carecieron durante largo tiempo, incluso del elemental derecho a la nacionalidad, que no fue reconocido sino en 1937, El voto y la participación electoral fueron reconocidos en 1955, y durante las administraciones de Lozano Díaz y Villeda Morales, se ratificaron varios Convenios con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que mejoraron las condiciones económicas, sociales y laborales de las mujeres hondureñas.

El momento legal de mayor trascendencia para la participación de las Mujeres en la vida económica, social y política ocurrió cuando Honduras ratificó la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer (CEDAW).

Desde tiempos remotos, a la mujer sólo se le consideró capacitada para ser hija, esposa, madre y amiga, además de que se le atribuían algunas debilidades, como mal humor e hipersensibilidad. Afortunadamente, tras librar muchas batallas sociales, la población femenina ha conseguido reconocimiento gracias a sus habilidades intelectuales y humanas, situación que ha permitido que se desempeñe de manera adecuada en puestos importantes, Que antes eran exclusivos de los varones.

Ahora se reconoce a la mujer por importantes dotes, como inteligencia y amplio criterio, así como por saber trabajar bajo presión y tomar decisiones, además de mantener el control de las situaciones, lo que le ha dado seguridad en sí misma

• El 25 de enero de 1954 cinco diputados presentaron una moción reclamando el sufragio femenino, reconocido por unanimidad, por lo que se decretó, entre otras cosas, el día de la mujer hondureña.

• simboliza la primera conquista política de la población femenina, al lograr que en ese año les reconociera el derecho de las mujeres a ejercer el voto, a participar en la actividad política del país y trascender del ámbito doméstico a un ámbito público.

Hoy en día vale resaltar el rol de la mujer en diferentes instituciones tales como la institución policial, que vela por la población en situaciones de violencia o inseguridad, con iguales agallas a las de un hombre.

En esta profesión, que se caracteriza por la preeminencia de hombres, también hay mujeres que ponen el cuerpo y la cabeza para cubrir horas que parecen interminables, de guardias y procedimientos de mucho riesgo.

“Tienen que competir en todo momento con los hombres” “por el trato de igual a igual”.-En este trabajo no hay horarios, padre, madre o hijo que valga; cuando hay procedimientos hay que estar en el lugar, en caso de que el Oficial Principal dé la orden. “todas ellas tienen que ser madres, hijas y hay ocasiones en las que tienen que dejar todo de lado”.

En esta profesión, que también tiene como tarea reivindicar los valores éticos y morales del ser humano, no sólo son formados para combatir a la delincuencia, sino también para tratar con personas. Es por eso que son preparadas en diferentes áreas, más allá de la defensa personal.

Ingreso de la mujer a la Policía Nacional

Según los datos facilitados por la Unidad de Género de la Policía Nacional de Honduras Mientras el 93% de los oficiales son hombres, apenas el 7% son mujeres.

La presencia más significativa se encuentra en la suboficialidad, donde las mujeres alcanzan el 16,4% contra un 83,6% de suboficiales varones. En la escala básica, las mujeres apenas alcanzan el 8,8%.

El ingreso de las mujeres a la institución policial tiene al menos tres antecedentes, que datan de mediados de los años setenta:

1. El primero de ellos, es la incorporación de las primeras mujeres militares a la rama policial. El hecho de que durante los años setenta la Policía fuera una rama de las Fuerzas Armadas permitió una alegre curiosidad. Las entonces Tenientes Militares de Sanidad, Argentina Núñez Montes y Ana Graciela Funes (también las primeras mujeres oficiales de las Fuerzas Armadas) fueron trasladadas al servicio policial convirtiéndose en las primeras mujeres oficiales en la institución policial. La Teniente Núñez Montes, fue la primera Directora de la Policía Auxiliar Femenina (1977-1978) y posteriormente la precedió en el cargo la Teniente Ana Graciela Funes (1978-1982).

2. El segundo, se corresponde a la graduación de la primera promoción de mujeres policías hondureñas en Chile. En la década de 1970, la FUSEP firmó un convenio con Carabineros de Chile mediante el cual Chile ofreció formar a las primeras cuatro mujeres hondureñas oficiales de policía. El proceso consistió en una serie de rigurosos exámenes de aplicación que duraron alrededor de cuatro meses. A través de una convocatoria pública en diarios y periódicos de alta circulación nacional, la respuesta al parecer fue masiva, según recuerda una de las oficiales que participó en esa primera experiencia y quien fue entrevistada para esta investigación. Ella calcula en cientos el número de mujeres que aplicaron al proceso y fueron evaluadas psicosométricamente, en cultura general, en matemáticas, historia, etc. Al final del proceso, sólo cuatro aspirantes fueron seleccionadas. Las becarias culminaron con éxito su capacitación en 1978 y retornaron al país como las primeras oficiales de policía.

3. El tercero, fue la creación del escuadrón de Policía Auxiliar Femenina el 3 de enero de 1977, por iniciativa del entonces Comandante General de la FUSEP y el Jefe de Estado General, y mediante la sanción del Acuerdo Nº 059. A este cuerpo policial se le asignaron inicialmente tareas de regulación de tránsito, vigilancia de aduanas aéreas, y servicio policial en la calle peatonal de Tegucigalpa.

A partir del año 1982, el cuerpo policial fue dirigido por las primeras oficiales egresadas de Carabineros de Chile en el siguiente orden: Teniente de Policía Mirna Suazo (1982-1988), Capitán de Policía Coralia del Tránsito Rivera (1988-1990) y Capitán de Policía María Luisa Borjas (1990-1991).

La creación de la Policía Auxiliar Femenina, abrió las puertas a la incorporación de mujeres policía de línea (así se denominaba una de las unidades componentes de la Seguridad pública), capacitadas en los centros de educación policial.

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