SECRETOS DEL CARAJO

LOS SECRETOS DEL CARAJO

CAPITULO I

Me llamo la atención cuando una hormiga que caminaba por el cable del enchufe del micrófono y caminaba afanosa. Después trate de buscar en mi alrededor si avían otras y me di cuenta que había una larga fila de hormigas que caminaban desde uno de los orificios de un viejo enchufe hasta un pequeño hoyo situado en la pata de la mesa y me di cuenta que la hormiga no estaba perdida sino que solo buscaba su camino después de todo ellos son emprendedores que sobreviven en cualquier lugar.

En ese día salí del trabajo bastante apurado y el portero del trabajo en donde laboro (Radio Televisión Peruana) me informo que había una persona que me estaba esperando pero tenía muchas cosas que hacer aparte que el programa que conduzco se demoro más de lo debido, aunque mi padre siempre me enseño que si uno tiene tiempo y conocimientos para ayudar eso es lo mínimo que debo hacer pero tenía una cita muy importante con un gerente del cual dependía el pago de muchas cuentas pendientes.

En todo el camino me puse a repasar lo que debería decir en la cita de trabajo pero cuando llego el momento falle. Lo que hice fue contestar todo sin preguntarle sus necesidades por que de acuerdo a ellas podía brindarle mi asesoría.

Después de la fallada reunión todo volvió a la rutina, el noticiero por las mañanas, alguna que otra cita de ventas, talleres de capacitación, las grabaciones de somos empresa, etc. pero por la rutina empezaban los problemas laborales ya no estaba motivado y me olvide que los clientes no solo comparten tus productos, ellos te compran a ti y tus pasiones y si no eres capaz de demostrarles amor por lo que haces, nunca venderás nada.

En síntesis si una persona no está motivada es decir no le apasiona su trabajo no puede producir adecuadamente en fin todo me iba mal.

Un día en el canal recibí un correo en el que estaban escritas unas críticas entre las cuales decían que mi programa ya no era bueno, que le faltaba algo y que no era el de antes. Ese correo me puso a pensar que estoy haciendo mal y porque no estoy motivado.

Cuando me apersonaba a retirarme a mi casa el vigilante de la puerta me dijo que había un señor esperándome y me di cuenta que era el señor de la vez pasada deje plantado, en la mayoría de las personas que me esperaban eran jóvenes emprendedores que buscaban consejos acerca de negocios, pero este era un señor de 60 años mas o menos me acerque a el y se presento diciéndome que era el señor nano, Simón Oicsamoro Yonanse y tengo algo para usted y me entrego un folder con unos papeles no más de ocho a diez tome los papeles y atine a hacerle preguntas como en que puedo ayudarlo y con una sonrisa picara me dijo que lea, me sorprendió me dispuse a leerlo pero me sostuvo la mano y me dijo que mejor no que lo lea cuando tenga tiempo.

CAPITULO II

Tuve la oportunidad de tener una entrevista con Fernando Villarán, ex ministro de trabajo y le pregunte se había igualdad de oportunidades para los que tienen como meta el mercado local y no exportan y fue como si le hubiese dado un latigazo “hoy nos es posible plantearse el mercado interno porque este casi no existe” .

Un empresario cualquiera que sea su rubro, debe mirar el mercado de afuera porque el nuestro es muy pequeño como un ejemplo tendríamos que nos propusimos a exportar y hoy llevamos al mundo unos excelentes espárragos, pimientos y alcachofas.

Lo que sucede es que el ser humano, en general, le tiene miedo al cambio. Nos gusta todo igual, nos molesta que nos cambien las conductas, las costumbres, los procesos, los procesos, los estilos de vida que tenemos

Lo que debemos hacer es aprender a identificarlo, a anticiparlo, a encontrar las oportunidades de la globalización, de la interconexión con este mundo más pequeño que han generado la competencia mundial y la internet.

Tanto en clases como en el programa, siempre repetimos que para hacer un negocio debes tener dos puntos de partida encontrar las necesidades en la gente y las ganas de satisfacer estas necesidades.

Cuando llegue a casa todos dormían, de manera que decidí darle una mirada a la programación del siguiente día hasta que en una pausa recordé los papeles del tal Simon. No trascribo todo porque hasta ahora hay partes que no entiendo, lo que si se puede decir es que había tres partes. Una primera en la que Simon se presentaba contando su vida de empleado en varias empresas. Una segunda, algo desordenada, en la que hacia algunas reflexiones sobre el Perú, los trabajadores, los empresarios y hasta sobre nuestra cultura. Por último, había una parte que me llamo mucho la atención y que estaba escrita en un papel mas grueso y ligeramente amarillo, que decía.

SECRETOS DE LOS EMPRESARIO DEL CARAJO

Consejos para hacer empresa en el Perú y el mundo

Que reunían una serie de ensayos sobre las historias del negocio americanas, japonesas y europeas que llenan los libros de negocios. Se preguntaba porque no se pueden no se pueden buscar factores de éxito que han hecho posible que los hombres sin ningún respaldo económico, sin herencia o poder, hicieran enormes fortunas tan pobres como el Perú.

No concluía, pues inmediatamente seguía una serie de frases enumeradas. Pero fije la atención en la primera fase y casi quede petrificado, allí decía.

1er secreto.- “EL CAMPO DE JUEGO PARA LOS NEGOCIOS ES EL MUNDO. ALLI ESTA EL GRAN CAMBIO

No podía asimilar la coincidencia el primer consejo era exacto a la frase con la que me había despedido Alonso Velásquez.

CAPITULO III

En realidad no sé si dormí pero me levante cansado, pero también frenético. Lo único que me entusiasmaba era la posibilidad de ver a Simon al final del Noticiero.

Al salir del canal casi corriendo, para la sorpresa de los camarógrafos, nadie me esperaba en el ball de entrada. Ya me empezaba a impacientarme estaba casi obsesionado con encontrar a Simon el hombre misterioso que había escrito un e-mail critico a todas las direcciones electrónicas de mi empresa, su primer consejo con las palabras de despedida de un empresario con el que no tenían ninguna relación previa.

Ese día tenía una segunda entrevista para mi libro. Me debía reunir con Máximo San Roman. Acordamos la entrevista luego de la conferencia que dictaría en el auditorio de una universidad y decidí llegar temprano para escucharlo. Hablaba en forma sencilla y enérgica, ya en su oficina me conto que un día decidió dejar su trabajo

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