SEMINARIO II: REPENSAR LA EDUCACIÓN Y SU SENTIDO

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE GUAYANA[pic 1]

VICERRECTORADO ACADÉMICO

COORDINACIÓN GENERAL DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

SEMINARIO II: REPENSAR LA EDUCACIÓN Y SU SENTIDO

PRODUCCIÓN ESCRITA II  

Elaborado por: Tineo, Hilwil

Globalmente se están desarrollando procesos de transformación de carácter social, geopolítico y económico que producen un impacto tanto en el individuo, como en el raciocinio de un el colectivo. Esto trae como consecuencia la prioridad de construir una nueva visión sobre el ser humano para garantizar la calidad de los procesos básicos desarrollados por el individuo, donde el desarrollo de los recursos se ha convertido en un aspecto fundamental (María Peña, 2013).

De tal manera, que, para lograr ese cambio es necesario guiar a las personas en su etapa de formación y en su vida profesional, y así mejoren sus competencias intelectuales, emocionales y conductuales. La sociedad exige profesionales capaces de continuar su actualización y que se encuentren dispuestos a ser aprendices permanentes. Por esta razón, es la persona quien tiene que asumir sus responsabilidades para llevar a cabo su formación y capacitación. (Kart Freud, 1998)

Por otra parte, partiendo de uno de los principales principios básicos de la educación, que para Tineo (2012) es “crear y establecer la identidad o personalidad del ser humano, sostenida dentro de la vitalidad, el sentimentalismo, la sabiduría y el conocimiento mediante una educación básica integral”.

Basándome en ese principio, puedo considerar, que hoy en día no hemos tomado los elementos conceptuales,  procedimentales y actitudinales de manera consiente y  para saber cómo se podrá hacerlo, al menos en el aprender a convivir, puesto que, se logran evidenciar  situaciones como son:  preocupaciones, intransigencia, intolerancia, prejuicios, discriminación, exclusión, violencia, conflictos entre pares, familias y parejas; situación en la cual se manifiesta que no se ha logrado aprender  a comprender y apreciar el verdadero significado de los afectos, la razón y el individualismo en la postmodernidad, y cómo demostrarlo de manera saludable en las interacciones cotidianas con nuestros pares reconociendo su presencia e influencia en lo que aprendemos.

De igual forma, en la educación del siglo XX o postmodernidad, la meta del docente, que, Acuña (1990), expresa que “es superarse a sí mismo a través de su preparación académica, lo cual le permitirá realizar su trabajo hacia los logros académicos de sus estudiantes, con respecto al rendimiento escolar”.

Considerando lo que dice Acuña, la formación del siglo XXI ha creado nuevos retos y enfoques pertinentes a la enseñanza solicitada por la sociedad, donde se está inmerso y que  al mejorar esos perfiles con una visión de futuro para el docente que ha cuestionado en profundidad los principios y los objetivos educativos vigentes. Es significativo mencionar aquí, a manera de reflexión muy personal, que la formación constituye la responsabilidad de la evolución y el crecimiento del individuo que es requerido para la sociedad y, por ende, para el desarrollo de un país a nivel socio-económico, político y cultural y representa una alternativa para la humanidad en función de fortalecer y asegurar su bienestar común.

Ahora bien, romper con los viejos paradigmas de la escuela tradicional y generar en los maestros una apropiación de su rol como gerentes de aula, ha resultado una tarea difícil. La formación del docente en ejercicio ha respondido a planes individuales, sin ningún tipo de sistematización que cumpla todos los procesos que esto involucra para obtener una mejor calidad educativa.

Como se puede constatar, la formación académica universitaria no agota la formación del personal y es en la empresa donde se lleva a cabo un proceso complementario de aprendizaje, el cual en algunos casos, llega a constituir una verdadera especialización tecnológica. En el caso del docente es sabido que, al egresar de los institutos universitarios, los contenidos teóricos aprendidos no son suficientes para enfrentar los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula, por lo tanto, hace falta mantener procesos de formación y mejora continua en el aspecto afectivo con su carrera universitaria.

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