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SOCIOLOGÍA INDUMENTARIA

JC141278Documentos de Investigación6 de Julio de 2017

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INTRODUCCIÓN.

No se pretende realizar una investigación profunda acerca de la Sociología Indumentaria o Indumental, si no la realización de un trabajo esquemático y estructurado con la escasa información que se pudo recopilar.

Se recurrió a técnicas de investigación vistas a bibliotecas, hemerotecas, Internet, entre otros.  La que nos proporcionó más información sobre al Sociología Indumentaria, el medio más usado, el internet.

No se puede hablar de que una curiosidad intelectual, lo que me haya movido a realizar el trabajo impuesto por la catedra en cuestión; y mucho menos sobre el tema. Fui motivado, el propio crecimiento cultural, como también, el crecimiento de aquellas personas que acudan al presente trabajo, para consultarlo o simplemente para leerlo.

Como en toda investigación, existen variadas limitaciones y alcances sobre los aspectos que se estudian, y obviamente este caso no es la excepción. Podemos destacar entre nuestros avances, la mera estructuración de la Sociología Indumental, aunado a un contenido poco profundo, con una adecuada forma. Las limitaciones, fueron bastantes, principalmente por la carencia de información que se cuenta sobre el tema en cuestión. Otra fue, que el hecho de que la información obtenida se refiriere  más sobre moda; complicando de alguna manera el entendimiento de si la Sociología Indumental se refiriere de forma cabal a aseveraciones encontradas sobre el tema en desarrollo.

En tal sentido se realizó una analogía en cuestión sobre lo analizado y estipulado en el presente trabajo que servirá para enriquecernos culturalmente y para cumplir con lo referente y estipulado en la catedra, tratando de dar estricto cumplimiento a la normativa de la docencia con la compresión correspondiente sobre el planteamiento, esquematización, desarrollo y fundamentación del presente trabajo.

        

 

     UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

       CARRERA DE DERECHO

SOCIOLOGÍA JURÍDICA

“SOCIOLOGÍA  INDUMENTARIA”

I.-         ANTECEDENTES

En todas las historias, en todas las leyendas, en todos los cuentos siempre encontramos al hombre vestido, se nos habla de sus adornos, de sus peinados y de sus trajes; nadie puede imaginar a un hombre viviendo absolutamente desnudo de ropas, de pinturas, de colgantes, de símbolos, de amuletos.

Todas las formas constituyentes del medio humano han sido diseñadas por los hombres. La creación de las formas ha sido una imposición de la condición de la especie. Así definimos cultura como “forma de adaptación extra corporal de un animal, el primate humano, a un medio hostil”. El hombre crea su entorno material gracias a la capacidad creativa de su mente y a su habilidad manual. El entorno artificial en que se expresan los conocimientos adquiridos de una colectividad configura su propia cultura.

Objetivamente, el hombre es lo que hace (André Malraux). Y Clyde Klukhonn define cultura como la manera de vivir de un pueblo, … el legado que el individuo recibe de su grupo, referido no sólo al aspecto interior del ser sino a lo exterior, material y tangible.

II.-         DESARROLLO

        Repasando someramente la historia del vestido, o la historia del traje, en cualquiera de los autores, en cualquier idioma, en cualquier escuela, el lector irá encontrando, una tras otra, las razones por las que el hombre se ha vestido, las más profundas e íntimas al igual que las más superficiales, porque a lo largo de nuestra civilización, en cada etapa de la Historia hemos venido aplicando unas y otras. Esa misma Historia nos demuestra que incluso la incomodidad, llegando hasta la agresión al propio cuerpo, ha acompañado el uso de la vestimenta; en el caso de la mujer, su represión física y social se dio aplicada en ciertas formas de vestir: canastos, miriñaques, ballenas, corsés, y en peinados y adornos harto complicados. Vestirse se ha convertido en algo innato para el ser humano, en algo imprescindible. Hasta en la sociedad nudista más radical o primitiva, los humanos que la forman se adornarán, se peinarán y cuidarán su aspecto, porque ello está asimilado tan profundamente en su personalidad que se sentirían extraños si no lo hicieran.

        Vestirse, como andar, diferencia al homo sapiens del resto de los animales; el hombre no sólo liberó sus brazos cuando se irguió, también visualizó su cuerpo de una forma más completa, lo estudió e incidió sobre él; posiblemente de una manera sutil, al principio, y luego, según la civilización y la cultura se hacían más complejas, sofisticó su ornamentación. El vestido es quizás la primera expresión de diferenciación entre los de nuestra especie; tan pronto como nos habituamos a la indumentaria ésta tiende a especializarse, tendencia que no ha cesado todavía desde que aparecimos como pobladores de este planeta.

A.        La cultura de la adaptación y la cultura de grupo

Todas las formas constituyentes del medio humano han sido diseñadas por los hombres. La creación de las formas ha sido una imposición de la condición de la especie. Así definimos cultura como “forma de adaptación extra corporal de un animal, el primate humano, a un medio hostil”. El hombre crea su entorno material gracias a la capacidad creativa de su mente y a su habilidad manual. El entorno artificial en que se expresan los conocimientos adquiridos de una colectividad configura su propia cultura.

Piezas de vestuario pertenecientes a la Edad del Bronce, descubiertas en una tumba de Egtved. Museo Nacional de Copenhague.
La cultura es la superficie en la que se hace manifiesta la endotransformación que se opera en los niveles psicológico y sociológico.

B.-        Razones para vestirse

En su obra Sociología del vestir, J.C. Flügel habla de las motivaciones profundas que, en su opinión, se han esgrimido casi consensuadamente como razones para vestirse. Gran parte de estas razones pueden contemplarse bastante alejadas de las motivaciones que el ser humano de nuestra sociedad tiene a la hora de elegir su indumentaria; pertenecen más a la historia del traje que a los fundamentos de la moda actual.

1.-        Protección
Siempre se ha dicho que el ser humano se viste para protegerse de todos los atentados posibles a su integridad física; pero basta con un golpe de vista a cualquier pueblo o cultura para cerciorarse de que esta sola razón no basta. El hombre nace desnudo y está más expuesto al clima que muchas otras especies, pues carece de cuero, pelo y tiene la piel fina; sin embargo, frente a las altas temperaturas los nativos de los climas tropicales tienen las pieles negras y morenas, que son menos sensibles que las blancas a las inclemencias del tiempo. El ser humano posee una gran capacidad de adaptación a las temperaturas extremas. Ciertamente el vestido crea un microclima alrededor del cuerpo y posibilita su supervivencia hasta debajo del agua; pero, por contra, su uso también puede ser un obstáculo, una incomodidad, como las armaduras medievales o los pesados ropajes de lana entre los exploradores del siglo XVIII en África, y puede inhibir al cuerpo su recurso de autoprotección, su respuesta a agresiones ambientales. La adaptación al medio no se produce en el hombre como en el resto de los animales, adaptando sus órganos (El origen de las especies, Darwin), sino creando objetos, prótesis, que le permitan no perecer (Andrè Ricard, Diseño, ?por qué?).

2.-        Pudor
El pudor como motivo en el inicio de la vestimenta no es más que una invención victoriana y pacata, destinada a contentar la ideología de la época. La sociedad, de acuerdo a cada ideología imperante, construye representaciones del cuerpo parcelándolo en zonas nobles, como el rostro, los ojos, las manos, mientras que otras son consideradas innobles: aquellas que tienen que ver con la digestión y con las emociones sexuales. Así, el vestido sirve para ocultar el cuerpo. No es de menor importancia el efecto ideológico y moral de la interpretación cristianorromana de la Biblia en lo que se refiere a los pasajes del principio de la vida humana y las consecuencias de pudor por el pecado original. Lo cierto es que, una vez adquirida la costumbre de la vestimenta, bien de forma real o simbólicamente, ésta ha sido utilizada para cubrir las partes pudorosas del cuerpo tanto como para potenciar las más atractivas y sugerentes de ambos sexos. Como ejemplos tenemos innumerables, desde el kalasiris egipcio, que se ceñía bajo el pecho femenino dejándolo al descubierto, o los jubones masculinos con bragueta, del siglo XV, hasta los jeas de los años 70, ceñidos a la anatomía en los jóvenes.

3.-         Adorno
Es, sin duda, una motivación mucho más convincente que el pudor para la invención del traje. Los pueblos más antiguos ya se decoraban con pinturas, tatuajes, joyas, adornos en definitiva; incluso con ciertas mutilaciones en el propio cuerpo: grandes collares de las mujeres masai para alargar el cuello, los tabiques nasales perforados, los lóbulos de las orejas con pendientes (de pequeño tamaño entre unos pueblos y de hasta diez centímetros en otros), los pies vendados de las mujeres chinas.

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