Sistema escolar y cambio educativo.

SISTEMA ESCOLAR Y CAMBIO EDUCATIVO

Fuente: Sistema escolar y cambio educativo: Repasando la agenda y los actores, de Rosa María Torres

Es evidente que el modelo educativo actual, además de estar sumamente desgastado, ya ha sido rebasado por los requerimientos, tanto de quienes aprenden, como de quienes enseñan. Estas necesidades surgen debido al espectacular avance de la ciencia, pero sobre todo de la tecnología en los últimos años y de la gran influencia que estas tienen en el quehacer cotidiano de la sociedad. De tal suerte que, la importancia de contribuir a la (re)construcción de otro modelo educativo, radica en que la ciencia y la tecnología (como herramientas auxiliares) favorecen la labor pedagógica de la época contemporánea.

Considero que es importante aportar en el desarrollo de propuestas, ya que nosotros, como docentes, somos protagonistas (al igual que nuestros alumnos y padres de familia) de la labor educativa. Es decir, conocemos de manera puntual las carencias del espacio en el cual desarrollamos nuestra actividad pedagógica. Al interactuar con nuestros educandos, podemos vislumbrar las necesidades que estos tienen, y por ende, el tipo de información y conocimientos que requieren (en función del contexto social). Y es con nuestra contribución como el sistema educativo en (re)construcción tendrá identidad cultural y la más depurada calidad humana (pues en esta transformación se requiere que seamos empáticos con respecto a nuestros alumnos), cimentadas estas dos en la riqueza de experiencias, producto de la puesta en marcha de dichas propuestas.

Por otro lado, no solo es adecuado hacer y desarrollar propuestas, también es necesario, ya que un sistema educativo debe ser incluyente (debe considerar a todos y cada uno de los contextos sociales existentes), debe vincularse, para su optimización, con las innovaciones tecnológicas de vanguardia, pero ante todo, debe homologar la noción de calidad de todos los niveles socio-económicos y culturales.

Con base en lo anterior, podemos decir que un buen sistema educativo asume el concepto (y también el compromiso) de un aprendizaje continuo a lo largo de la vida y como un derecho de todos los actores de la comunidad escolar. Considera la diversidad de lugares y de formas, tanto de enseñar, como de aprender. Propicia las mejores condiciones para el aprendizaje centrándose en la pedagogía y el currículo. Se compromete con el aprendizaje (relevancia, sentido y utilidad) más que con el rendimiento escolar.

Con respecto al aprendizaje, este será el centro del sistema educativo si y solo si el foco de atención es la institución escolar como unidad clave en la labor pedagógica. Es decir, debe atender elementos esenciales, tales como: procurar docentes, más que bien preparados, con verdadera vocación; que se practique la autonomía escolar y que se incorporen propuestas innovadoras para optimizar el proceso enseñanza-aprendizaje, entre otros.

Conjuntando lo descrito en las líneas anteriores, para lograr un perfil optimo del educador, se requiere de un gran compromiso de nosotros como docentes para con nuestra labor. Es decir, estar dispuestos a mantenernos en actualización continua e implementar los recursos pedagógicos y tecnológicos de vanguardia (con sus respectivas adecuaciones) que nos conduzcan a la construcción de un aprendizaje significativo y de calidad, así como también, aportar propuestas (estrategias didácticas, reformas curriculares, capacitación docente, evaluación…) con base en la experiencia  que da la práctica de la docencia.

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