El papel de la organización escolar en el cambio educativo

El papel de la organización escolar en el cambio educativo.

Autora: Sonia Pintado Barrera

Abstract

A lo largo de este artículo, se habla del papel que desempeña la Organización Escolar en los diferentes procesos, con referencia a las reformas educativas en España durante los últimos años.

Análisis crítico

Uno de los primeros problemas que se comenta, es el hecho de que los sistemas educativos dependan de las reformas políticas. En la mayoría de países, cada cambio de gobierno conlleva un cambio en el sistema educativo, lo que  provoca que surjan reformas en las leyes educativas que tienen como consecuencia currículos inacabados y cambios metodológicos, por lo que nunca van acompañados de una formación totalmente necesaria para los alumnos y los profesores.  

Por otro lado, se habla de la pedagogía como uno de los papeles más importantes dentro de la educación, ya que es la ciencia que estudia la metodología y la técnica que aplicamos actualmente en la enseñanza. Con los años esta ciencia pensaba que uno de los principales problemas por los que no se evolucionaba era porque había una fuerte tensión entre las dos fuerzas, que provocaba que no se llegara a ningún tipo de acuerdo.

Para lograr cambios en el sistema educativo, los colegios y grupos o asociaciones,  deberán luchar por esos derechos y leyes. Por lo que, todas las asociaciones o grupos  y centros pactan para lograr esos cambios que se quieren. Como expone el autor Gimeno, la educación necesita cambios y estos cambios solo se pueden realizar si todas las fuerzas políticas se ponen de acuerdo, pero como nos expone, actualmente hay una falta de consenso entre dichas fuerzas políticas, lo que provoca que no se lleve a ningún pacto y por lo tanto no surgirá ningún cambio en el sistema educativo. Por otro lado, Viñao Frago, decía que no se llevaran a cabo las reformas debido a la religión que se imparte en los centros educativos.

El hecho de que en los centros se den clases de religión no tiene nada que ver con que no se lleguen a las reformas, ya que no en todos los centros educativos se imparte este tipo de clases, en algunos centros públicos es optativo dar la clase de religión, por otro lado, en los centros concertados o privados es más habitual que se vea la asignatura de religión como obligatoria. Por lo tanto, lo que dice Viñao Frago, no es un buen argumento claro, ya que por el simple hecho de que haya clases de religión, no conlleva a que no se puedan realizar reformas educativas o no se pueda llegar a un acuerdo.

Por otro lado, habla de dos tipos de profesores totalmente distintos; uno de ellos dirige su clase siguiendo a raja tabla lo establecido por la ley y por su propio criterio, es decir, que todos los años que este trabaja sigue el mismo programa y no cambia, como nos afirma el autor Perrenoud. Creo que la falta de evolución de los propios profesores, provoca que los alumnos no atiendan en clase o solo que sean aburridas y los alumnos se despisten con mucha más facilidad, ya que normalmente las clases que se imparten son siempre iguales, es decir, explicar el temario y luego se les pone deberes y el profesor se va del aula, de esta manera, lo primero no se fomenta la libertad de expresión que debería de tener un alumno en el aula y segundo el alumno se cansa hasta tal punto que deja de atender o simplemente de seguir el temario y se pone a hacer otras cosas.

Por otro lado, se encuentra el profesor que da su clase a su manera y sin seguir siempre las normas establecidas. Por lo que los alumnos atienden más y sus calificación suelen ser mejores o simplemente la atención en el aula es mayor. Estos demuestran autonomía e individualidad ya que se salen de lo estrictamente pactado.

Por lo que en términos generales, la diferencia entre uno de los profesores y otros es que uno lucha por su autonomía y por impartir la clase a su manera y el otro tipo de profesor no lucha, es decir, se adapta a lo establecido y no evoluciona, ni alcanza su propia autonomía y autoridad.

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