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TRANSFORMACIÓN DEL VASALLO CASTELLANO EN CIUDADANO PERUANO


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2014  •  1.580 Palabras (7 Páginas)  •  611 Visitas

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TRANSFORMACIÓN DEL VASALLO CASTELLANO EN CIUDADANO PERUANO:

La independencia latinoamericana respecto del imperio español, fue una grande y venerable revolución. Sus efectos se manifestaron en todos los órdenes de la vida social; desde las más colectivos y visibles, hasta las más personales y recónditos.

Ser ciudadano implicaba una nueva identidad. No incas ni españoles; sino cholos y mestizos. Libres como nunca antes. Responsables de dirigir, por si mismos, sus singulares destinos.

Como tal, el Rey legislaba, juzgaba, administraba la hacienda pública, mandaba a las fuerzas armadas, intervenía en los asuntos eclesiásticos; en fin, era el dueño exclusivo del reino y de todo cuanto en él existiese.

Su legendaria figura. era una especie de entidad intermediaria entre el cielo y la tierra; entre los hombres y Dios. De allí se derivaba la creencia en su imprescindibilidad en las altas funciones del gobierno.

El anhelo ferviente de un buen vasallo, era agradar a su Rey. En ello radicaban sus intereses concretos, su vida misma, su honra, su gloria y su felicidad.

La ciudadanía no era una institución novedosa. Griegos y romanos la instituyeron desde la Edad Antigua, pero los españoles, empeñados en enriquecerse a costa de la inmisericorde explotación, el robo y las matanzas, la olvidaron adrede, e hicieron todo lo posible para que nadie sepa de su existencia.

Cuando los forjadores de la independencia la desempolvaron y enarbolaron, como una de sus banderas de lucha, la ciudadanía fue vista como algo abstracto, incierto, inaudito y hasta inconveniente.

Habituados al vasallaje desde la época preincaica, no les resultaba fácil adecuarse a lo nuevo. Nosotros, desde nuestra óptica de hombres modernos, tenemos que comprender el crucial problema de nuestros antepasados, en su verdadera dimensión espacio-temporal. Pensemos, además de lo dicho, que se trataba de una población inculta, acostumbrada a obedecer mecánicamente los mandatos regios, sin reservas de ninguna naturaleza.

PROPUESTAS SOBRE EL TIPO DEL NUEVO ESTADO INDEPENDIENTE:

El 28 de julio de 1821, San Martín proclamó la independencia del Perú, respecto del tricentenario yugo colonial. Ese día nació un nuevo Estado en América.

Se perfilaron dos grandes propuestas:

1. Del lado conservador, se propuso reinstaurar la monarquía. Sobre la forma que ésta tendría, no hubo unanimidad. Los conservadores radicales se inclinaron por la monarquía absoluta; los moderados, por la monarquía constitucional.

2. El sector liberal planteó alternativa constituir una república. Esta propuesta tampoco tuvo unanimidad. Los liberales radicales anhelaban una república federal, tipo EE. UU. de N. A.; los liberales moderados, una república unitaria, cuyo paradigma era la Francia de 1793.

Se esforzaban por demostrar que la monarquía es la única forma de Estado viable en el Perú. Conocemos este tipo de Estado desde tiempos antiguos y somos testigos, decían los conservadores, de sus resultados históricos francamente benéficos para la humanidad. Hay que corregir los excesos que la han desnaturalizado, pero no ensayar otra forma desconocida de organización estatal, cuya eficacia no se ha visto materializada en ninguna para del mundo.

En la actualidad, los conservadores ya no se proponen erigir un Rey en el Perú.

¿QUIÉNES TIENEN DERECHO A GOBERNAR LA RECIÉN CREADA REPÚBLICA?:

En 1828 acabó formalmente la primera polémica entre liberales y conservadores. La Carta de ese año, en forma definitiva, optó por la república y, a partir de entonces, nadie volvió a proponer la monarquía, como modelo de organización política para el Estado peruano que empezaba a desarrollarse.

Los partidarios del civilismo, arguyeron que los civiles están mejor preparados para asumir las complejas tareas del gobierno.Los civilistas reconocían a los militares, como gente meritoria, pero creían que aquellos se hallaban únicamente adiestrados para las artes de la guerra. La naturaleza de tales actividades, determinaba que los soldados se mantuvieran alejados de los asuntos políticos y, claro está que la vida de cuartel, era totalmente distinta a la entera libertad que se desenvolvía en la ciudad y el campo.

Los militaristas, en cambio, afirmaban que los militares eran los únicos llamados a gobernar el país. Este derecho les correspondía, a mérito de haber encarado las guerras de la independencia, heroicas jornadas en las que desplegaron enorme sacrificio, poniendo en riesgo su integridad, su sangre y su vida misma. Negaban la supuesta preparación de los civiles para las labores gubernamentales, afirmando los soldados estaban mejor preparados

PUGNAS ENTRE EJECUTIVO Y LEGISLATIVO:

Legislativo y Ejecutivo, son los dos poderes gobernantes en todo Estado democrático de derecho. El primero representa al pueblo y, en su nombre, elabora las leyes que éste necesita para su correcto desenvolvimiento. El segundo, cumple y las hace cumplir las leyes que aprueba el Legislativo; es decir las ejecuta, de allí su denominación: Poder Ejecutivo.

Las constituciones de 1823, 1828, 1834, 1856 y 1867, liberales por antonomasia, le dieron notables prerrogativas al Legislativo, en detrimento del Ejecutivo. Las de 1826, 1839 y 1860, fruto de indudable raigambre conservadora, hicieron lo contrario. Dividieron al Parlamento, lo minimizaron

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