Tendencias De La Comunicación En La Cooperación Para El Desarrollo

¿Comunicación para el desarrollo?

En su sentido más puro, estamos hablando de un proceso inclusivo y participativo que permite entender cómo diferentes grupos perciben problemas complejos y definen sistemas de negociación toda vez que sus partes involucradas se agrupan y asocian en torno a la puesta en marcha de proyectos de cooperación.

Basado en el concepto de Germán Rojas, expuesto en “Comunicación

para el desarrollo, una reflexión desde las FAO” (2010).

“La comunicación para el desarrollo es un proceso social por medio del cual se comparten ideas, conocimientos y habilidades en el contexto de una iniciativa de desarrollo. Su función es facilitar la participación y la construcción de consensos para la toma de decisiones y para implementar acciones de desarrollo que tomen en consideración los intereses, las necesidades y las capacidades de todos los actores”.

Silvia Balit

Manuel Calvelo afirmó hace tiempo que la comunicación es condición imprescindible, aunque no suficiente, para generar un desarrollo endógeno, autogestionado y sustentable.

La historia

Antaño, cuatro décadas para ser exactos, la comunicación para el desarrollo era un mecanismo vertical unidireccional cuyo flujo informativo apenas consideraba el efecto de los mensajes en los receptores.

Por esa y otras razones de índole gubernamental, como la ausencia de políticas públicas que le respalden, no ha tenido una evolución progresiva porque las diversas teorías, prácticas y conceptos enunciados en distintos momentos históricos han tenido que coexistir en vez de reemplazarse, lo cual agudiza la polarización entre gobiernos y actores de extracción social, sobre todo en países de renta media.

Por otro lado, la irrupción del capitalismo propició la centralización de muchos procesos sociales a favor de las naciones hegemónicas, como la apropiación de la vanguardia tecnológica en materia de comunicación, donde menos participaron los países tercermundistas.

Incluso, prevaleció en el primer mundo la idea de que las causas del subdesarrollo eran endógenas, y acusaban a los países de renta media y baja de ser ciegos y sordos a la innovación tecnológica, lo cual auguraba un panorama febril en materia de diálogo, tan necesario en términos de cooperación y en ese momento ad hoc a la dinámica existente.

Sesentas y setenta

Así convivieron las teorías de la modernización y la dependencia con la comunicación para el desarrollo, aunque en el transcurso se entendió que las herramientas del proceso tenían que informar, persuadir y educar a la población para que contribuyera en los procesos de cambio y descentralizara los procesos informativos en beneficio de los proyectos emprendidos.

Entonces la comunicación pasó de vertical a horizontal; se entendió que si a través de la participación, la gente cambiaba sus ideas e inmediatamente después sus actitudes; también aprovecharía mejor los recursos, aceleraría el cumplimiento de los programas de bienestar. En términos generales sería más eficiente el flujo emisor-medio/mensaje-receptor.

Si había asimetrías, sólo podía superarse con la inclusión de muchos interlocutores, lo cual no significaría la pérdida de mando de los organismos responsables. A cambio, estaría fraguada una estrategia óptima.

En 1969 Colin Farrel, titular del Development Support Communication Branch de la FAO, introdujo el componente de la comunicación en los proyectos de campo, con el objetivo de informar, diseminar y motivar por un lado, y capacitar a los expertos del campo y los campesinos.

Con lo primero se pretendía informar al campesinado las nuevas ideas, servicios y tecnologías para mejorar su calidad de vida. Con lo segundo se pretendía mejorar las habilidades comunicacionales de los extensionistas del campo y facilitar la participación campesina en la identificación de sus propios problemas

Desde entonces...

Se emplean herramientas como la radio local con enlace nacional y hasta internacional; diapositivas, filminas, audios, conferencias, obras de teatro en aldeas y pueblos; folletos, manuales, y más recientemente el video.

Todo en aras de establecer una relación bidireccional con retroalimentación activa.

Siglo XXI

La

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