Texto escolar, definiciones y características

Texto escolar, definiciones y características

Diferentes investigaciones en las que se consideran estudios sobre los textos escolares,  les dan distintas designaciones, incluso en una misma publicación, algunos de los nombres que reciben son: Libros de texto, manuales, textos escolares, libros escolares, materiales curriculares, cada quien les asigna unas características específicas, de acuerdo al uso conceptual que presenten.

Para,  Ramírez (2002), las  diferencias que hay entre las distintas maneras de referirse a estos recursos académicos solo contribuyen a una anarquía terminológica, no es una tarea fácil intentar dar claridad a la mejor manera de denominar los manuales, o textos escolares, por lo tanto,  se requiere examinar  los planteamientos que autores especializados en la materia han elaborado con la intención de lograr mayor precisión conceptual, para luego culminar con la construcción de un concepto lo más preciso posible.

En este sentido, Ramírez (2002, p. 105), cita a Choppin y Johnson, haciendo claridad que desde el siglo XVIII al libro escolar se le ha nombrado de múltiples maneras sin que haya conseguido una única denominación.

Con base en las definiciones dadas por la Biblioteca de Francia en 1968 y la UNESCO en 1969 , en las que por un lado los libros escolares son definidos por su propósito como libros orientados a enseñar (la Biblioteca de Francia) y por el otro lado con respecto a su utilización educativa como, los libros para los alumnos de primaria y secundaria ( la UNESCO),  Ramírez (2002) “concluye que de acuerdo a dichas definiciones prácticamente todo documento utilizable en el proceso de enseñanza aprendizaje debe considerarse de partida como texto escolar, restándole de esta manera especificidad al concepto” (p. 105).

El mismo autor en una referencia que hace Ramírez (2002, p.107) citando a  Argibay y colaboradores (1991) “señala que los libros de texto deben tener los siguientes seis rasgos: Ser un recurso técnico-educativo, un material impreso, tener una progresión sistemática en atención a la secuencia pedagógica exigida en los programas de estudio, una realidad cultural y tener legalidad reconocida”, como se resalta en la figura 12.

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Figura 4. Rasgos Libros de Textos según Argibay y Colaboradores (1991), Ramírez (2002)

Fuente. Elaboración propia. https://www.freepik.es/fotos/fondo

Ramírez (2004), refiere el texto escolar como un recurso didáctico que puede ser de fundamento material o virtual y que posee un discurso estructurado secuencial y sistemáticamente organizado de acuerdo con la madurez intelectual y emocional del que lo lee. La estructurada definición lo ubica más allá de la existencia física (sustrato virtual), excluyendo con el término escolar los textos destinados a la educación superior.

Investigaciones en el campo educativo  presentan múltiples definiciones sobre el libro de texto, como la presentada por Richaudeau (1981), quien precisa al libro de texto como un material impreso estructurado, destinado a utilizarse en un determinado proceso de aprendizaje y formación (p.51).

Martínez y Rodríguez (2010) afirman desde una concepción más amplia, que no son únicamente medios para la enseñanza, sino que son fundamentalmente una teoría sobre la escuela, un modo de concebir el desarrollo del currículum, un instrumento de codificación de la cultura que previamente seleccionan y un modo de concebir la relación entre el profesor y los alumnos.

El libro de texto es uno de los recursos que a través del tiempo, se ha constituido en una herramienta fundamental para la enseñanza en la escuela, pues representa una guía para el cumplimiento del currículo y una constante en la práctica cotidiana del quehacer pedagógico del docente, cumplen la función de servir de soporte al proceso de enseñanza-aprendizaje, considerado el medio didáctico en que más se apoya el desarrollo del trabajo de los profesores y estudiantes

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